Los graves incidentes que involucraron a hinchas de Guaraní y Libertad en el entretiempo del compromiso por cuartos de final de la Copa Paraguay generaron una gran controversia entre los principales protagonistas. Rubén Di Tore, presidente de Libertad, quien fue agredido y tuvo que encerrarse en el vestuario todo el segundo tiempo, expresó su malestar a Versus radio por Universo 970/Nación Media. “Después de este lío debo precautelar la seguridad de mis jugadores,
lastimosamente estamos perdiendo la batalla contra los violentos, si no se para, esto va camino a una desgracia que no se podrá reparar”, advirtió.
“Las condiciones no eran las mejores para continuar el partido, mi postura fue no continuar, este partido no debió jugarse porque se desvirtuó. Lo bueno es que no hubo ningún hecho grave que lamentar. Hoy en día hacen lo que quieren (las barras). Las sanciones del Tribunal no pueden ser cumplidas”, agregó.
Por su parte, Emilio Daher, titular de Guaraní, acusó directamente a la Policía y APF. “¿Quién dice que estos desmanes son de Guaraní?, los responsables directos son los organizadores; la Policía y la APF. Nosotros identificamos a la gente que recibe sus entradas, ninguno de ellos estuvieron en el tumulto”.
También fue categórico en señalar que hubo infiltrados en este bochorno: “No sé cómo identifican si son hinchas de Guaraní, porque vi una foto de un hincha aborigen con tatuaje de Olimpia”, acusó.
El futbolista de Guaraní Néstor Camacho expresó que “la violencia nunca será el camino para demostrar el amor y la lealtad que se tiene hacia unos colores. La violencia no es fútbol”, escribió en su cuenta de Twitter e Instagram.