Al menos una vez en la vida, todos habremos escuchado esta frase. Ahora bien, estamos ante un mito o una realidad? Para responder a esta pregunta, consultamos con especialistas en dermatología, que nos contaron que si bien está demostrado que durante las relaciones sexuales se secretan hormonas (serotonina, betaendorfinas y dopamina) que ayudan a disminuir el estrés y los niveles de cortisol y bajan la inflamación, éstas no tienen ningún efecto sobre el acné y menos aún sobre los brotes.

El acné aparece, por lo general, por un exceso en la producción de sebo, mediada por los andrógenos (hormonas sexuales masculinas, también están presentes en niveles bajos en las mujeres) y el IGF-1 (hormona que regula los efectos del crecimiento en el cuerpo), la alteración de la queratinización del folículo (trastorno que forma leves tapones al interior de la piel) y la colonización bacteriana (presencia, crecimiento y multiplicación de un microorganismo); en otras palabras, lo que desencadena el acné no tiene relación con la falta de liberación de las hormonas que producen felicidad, placer y/o relajación.

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Los brotes pueden deberse a la suma de varios factores, incluidos una alimentación no saludable (alto consumo de alimentos ricos en grasa, azúcares, embutidos, frituras y otros), exceso de estrés, uso de productos cosméticos sin supervisión profesional, problemas hormonales y otros, que en la gran mayoría de los casos requieren de una evaluación médica.

Entonces, si estás en esta situación (falta de sexo) y coincidentemente experimentas un brote de acné, no existe relación entre una y otra. La recomendación es consultar con profesionales médicos (endocrinólogos, ginecólogos) y dermatólogos que busquen la causa de lo que está ocurriendo en tu cuerpo y más específicamente en tu piel, para iniciar cuanto antes un tratamiento que mejore su estado y evite las temidas cicatrices.

Lo que sí es cierto es que el sexo mejora la apariencia de la piel, haciéndola lucir más iluminada, equilibrada y tersa, precisamente gracias a las hormonas que se liberan. Incluso, dicen que evita la aparición de las arrugas y combate las ojeras, dos de los efectos más temidos en el rostro a partir de los 30 a 35 años. Así que, a evitar las arrugas!

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