Por David Sánchez, desde Valladolid (España), X: @tegustamuchoelc (*).

Con motivo de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), nos encontramos en una de las sedes del festival con Paco Heras, gerente y dueño de los cines Broadway y Manhattan en Valladolid, y Van Dyck en Salamanca, quien ha dedicado su carrera a la promoción de un cine independiente, diverso y cultural.

En un entorno en el que las plataformas de streaming y las superproducciones internacionales dominan la escena, Paco se mantiene firme en su creencia de que el cine en salas físicas no solo tiene futuro, sino que ofrece una experiencia cultural y emocional irremplazable. “El cine no va a morir nunca”, afirma con convicción. “No hay nada comparable como meterte en una sala de cine y ver una película en pantalla grande. Las plataformas no ofrecen esa magia”.

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Un proyecto educativo personal y cultural

Desde hace varios años, Paco trabaja en un proyecto educativo con colegios locales para que los estudiantes tengan la oportunidad de ver películas en el cine, resaltando la importancia de vivir la experiencia fuera de las aulas. “Si tú pones en el colegio una película no tiene sentido, porque es una actividad más dentro del colegio”, explica. “Mientras que, si los llevas al cine, el concepto y el comportamiento del niño es completamente diferente”.

Paco organiza visitas en colaboración directa con los directores de colegios, asegurándose de que los estudiantes tengan acceso a películas que pueden enriquecer su formación cultural. “Es un proyecto absolutamente personal”, comenta. A pesar de los esfuerzos, lamenta que en España aún no existan políticas sólidas, como en Francia, que obliguen a las escuelas a incluir el cine como parte del currículo cultural de los estudiantes, algo que considera crucial para el desarrollo de una conciencia crítica desde temprana edad.

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El empresario y propietario de tres salas repartidas en Valladolid y Salamanca relata cómo es el mercado actual. Foto: David Sánchez

Inspiración en el modelo francés

Paco siente gran admiración por el modelo cultural de Francia, donde el gobierno incentiva el consumo de cine en salas, donde los niños deben ver tres películas al año, y cuando hay festivales, todas las mañanas están dedicadas a funciones para niños. “Aquí, eso no ocurre. Es un modelo que llevan aplicando desde 1992, y ojalá en España decidan implementarlo en 2025″, señala haciendo referencia a una posible nueva ley del ministerio de cultura español. Esta regulación francesa no solo incentiva el consumo de cine desde la infancia, sino que permite que los cines independientes tengan una base sólida de espectadores jóvenes.

Para Paco, España debería seguir el ejemplo de Francia “El gobierno debe intervenir, no para prohibir, sino para potenciar lo que tenemos aquí. Francia lo ha conseguido, y llega a un 50 % de cuota de mercado para el cine local; en España apenas alcanzamos el 18 %”.

La resistencia de los cines independientes

Paco es consciente de que competir con las grandes cadenas no es tarea fácil, y se ha enfrentado a desafíos, especialmente durante la pandemia. “Hubo un parón terrible; la pandemia creó un miedo psicológico en la gente, y nos costó mucho recuperar el ritmo”, recuerda. No obstante, mantiene una actitud optimista y sigue apostando por el cine de autor (independientes o superproducciones) que pueden tener un impacto cultural en la audiencia, aunque no sean comerciales.

Además, Paco organiza eventos como la Semana de Cine Alemán en colaboración con el Instituto Hispano-Germánico, buscando ampliar el horizonte cultural de sus espectadores. “Mi programación es una mezcla entre lo que a mí me interesa y lo que el público pide”, afirma. Paco está convencido de que su rol no es imponer, sino ofrecer una variedad de opciones para que el espectador elija. “No tengo ningún derecho a decir qué película ver. Puedo aconsejar, pero el gusto es de ellos”.

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El empresario y propietario de tres salas repartidas en Valladolid y Salamanca relata cómo es el mercado actual. Foto: David Sánchez

Colaboraciones internacionales y futuro del cine

En su afán por expandir los horizontes culturales de sus cines, Paco también ha establecido vínculos con la Casa de la India, organizando ciclos de cine indio tres o cuatro veces al año. “Es un esfuerzo que vale la pena, porque el cine es universal y hay que exponer al público a diferentes culturas”, destaca. Actualmente, trabaja en una colaboración con el cine de Bulgaria, mostrando su interés por introducir cine de países poco representados en el mercado español.

Al preguntarle sobre el futuro del cine, Paco no duda en expresar su entusiasmo. “El cine está vivo, y mi ilusión también lo está”, asegura. Paco cree firmemente que la experiencia cinematográfica en una sala nunca será reemplazada, y que mientras existan personas dispuestas a disfrutar de una película en la gran pantalla, el cine permanecerá como una forma única de arte y entretenimiento.

* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.

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