El Centro Cultural de España “Juan de Salazar” (Herrera y Tacuary) ofrecerá una jornada especial de puertas abiertas, denominada #TekoJuande, este sábado 19 de octubre, en horario de 15.00 a 22.00, con música en vivo, teatro, performances, danzas, talleres, intervenciones artísticas y una exposición de obras inéditas de artistas. El acceso es gratuito.
Esta nueva propuesta es una jornada especial realizada en el marco del programa cultural “Aires de España”, impulsado por la Embajada de España. El TekoJuande nace inspirado del guaraní Teko, que significa el ser o estar, la forma o estado de vivir. En este caso el centro cultural, comúnmente llamado el Juande o el Salazar es también llamado “la casa de todas/os”, y es que, en casi 50 años de existencia, ha sido lugar de innumerables acontecimientos históricos de varias generaciones de artistas.
La fiesta cultural que arranca con teatro infantil, integra conciertos, performances, talleres de danza, de cócteles y cocina española, de fotobordado, con artes gráficas como estampación, serigrafía y stencils en directo. Además de una visita guiada por la arquitectura y la historia del centro cultural.
Durante toda la jornada habrá visitas pedagógicas al museo, intervención de un mural sobre cómo imaginar el barrio, y como broche de oro, la inauguración de una exposición escenográfica que integra obras nunca expuestas de grandes artistas referentes del arte en Paraguay que son parte del acervo del centro cultural.
Programa
- 11.00 / Sala de exposiciones / Teatro infantil “Gaia agua. Una fábula sobre el cuidado del agua” de Bochín Teatro.
- 12.00 / Patio / Taller de cocina española (con inscripción), con Carmen Del Sol García y la Cafetería Jopará.
- 15.00 a 16.30 y 16.30 a 18.00 / Taller de danza (con inscripción) “Jeroky Joa. Danza urbana y contemporánea”, Con Montse Andrada y Suyay Castro.
- 15.00 / Patio / Impresión en vivo ¡Traé tu remera! Serigrafía, instalación con Ruth Flores.
- 15.00 / Patio / Impresión en vivo ¡Traé tu remera! Stencils con Melissa Cabrera.
- 15.30 a 18.00 y 19.00 a 20.00 / Patio. Dj Mr. Mago.
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- 17:00 a 20:00 / Biblioteca. Micrófono abierto de poesía. Con el Club de Lectura “Voces femeninas de la literatura hispanoamericana”.
- 17.30 / Sala Taller / Taller de Fotobordado (con inscripción), con Raquel Rivaldi, de El ojo salvaje.
- 17.30 y 18.30 / Visita guiada (con inscripción) por la arquitectura y las instalaciones, con el arquitecto Javier Corvalán.
- 18.00 / Instalación sonora. Re-cuerda su sombra, inauguración de la intervención site-specific de Katia Magma, Margarita Cardozo y Eretz Toledo.
- 18.00 / Concierto de Gabriel Sasanuma Ensamble.
- 18.30 / Auditorio / Artes Visuales, exposición escenográfica “La caja de las inéditas”, obras nunca expuestas del acervo del centro cultural. Curaduría de Luis Vera y equipo del CCEJS.
- 19.00 / Taller / Patio (inscripción previa) / Cócteles españoles a cargo de la Academia Paraguaya de Coctelería.
- 19.00 y 19.45 / Teatro-instalación “Cápsula 1″ del elenco Casa Diversa y En Borrador... Teatro en construcción.
- 19.30 / Danza “Hermanas” del elenco Alas Abiertas.
- 20.00 / Concierto de Chino Corvalán Trío.
- 21.00 / Baile. Dj Ilragazzo.
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Además, durante todo el día habrá lectura escenográfica de poemas desde el púlpito de la Biblioteca Las SinSombrero, visita al Museo Josefina y Julián, exposición de Julio “Jota” Marini, exposición La caja de los inéditos.
Por otra parte, se darán a conocer las principales líneas de acción de la cooperación cultural, los ejes prioritarios, programas y el procedimiento para aplicar las propuestas o iniciativas de la ciudadanía para la Programación Cultural 2025 del centro.
Todas las actividades son de participación libre y gratuita. Los talleres son bajo previa inscripción a través del formulario. Para ampliar información sobre el Juande y las actividades consultar en la web www.juandesalazar.org.py.
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El ñandutí: una tradición que lleva el pan a los hogares
- Jimmi Peralta
- Fotos: Matías Amarilla
El ñandutí, tejido tradicional del Paraguay, presenta en sí misma una sutil metáfora de su naturaleza dentro de la ciudad que sin dudas es su hogar, Itauguá. Situado a 30 kilómetros de Asunción, el distrito es conocido como el centro de producción de vestidos, cuadros, blusas y manteles confeccionados a base de este tejido artesanal, que representa al suelo guaraní en todo el mundo en diversas instancias y certámenes. Las artesanas redoblan la apuesta y ahora van por el Récord Guinness.
El ñandutí es realizado generalmente de manera individual por manos de mujeres. En su desarrollo, tejen más allá del bastidor una trama de producción en comunidad que traza formas, líneas rectas y curvas interconectadas en la diversidad de colores y direcciones.
Como artesanía, el ñandutí se aprende en la casa, con la magia de la formación no sistemática, que da vuelo y vida a su esencia. Al mismo tiempo, pone el sentido de la transmisión de conocimiento de madres a hijas y de hijas a madres, entretanto se cimenta parte del sustento familiar. Este tejido primero pone pie en la función más elemental: llevar el plato de comida a los hogares de los itaugüeños para después barnizar el vínculo colectivo de una ciudad que cuenta con varios centenares de tejedores y tejedoras.
“Mi abuela no sé si tejía, pero yo aprendí de mi mamá, de muy chiquita, y ni bien cuando yo empecé a hacer los bordados, me daba la plata mi mamá. ‘Este es tu trabajo. Te va a servir para comprar otra vez tus materiales’, me solía decir mi mamá. Y así nunca dejé de hacer. Este trabajo también ayudó para criar a mis tres hijas”, comenta Antonia Morínigo, tejedora itaugüeña que esta semana se sumó a la Red Tejiendo Cultura, una plataforma que nuclea a más de 500 artesanas del ñandutí del Paraguay y de países como Australia, Puerto Rico, Chile, Reino Unido, España y Argentina.
Más de 150 de estas artesanas son de Itauguá, algunas jóvenes y otras de más de 90 años. Ahora forman parte de este proyecto que busca sumar el trabajo individual para armar el tejido de ñandutí más grande el mundo, que será de 120 metros de largo por 5 metros de ancho, buscando el récord mundial.
TEMPRANA INICIACIÓN
Como la mayoría de las tejedoras, Antonia empezó de niña. Ahora es abuela y ya no puede producir en bastidores grandes como antes. Ella tiene a su cargo las labores del hogar y todos los días, después del almuerzo, se sienta en su dormitorio a dibujar con el hilo y la aguja sobre su tela. “Este bastidor armado yo termino en un día, porque yo soy ama de casa, tengo que cocinar todo, yo soy la mamá de la casa. A la tarde, puede comer la comida, me suelo sentar acá en mi pieza y hago mi ñandutí, a la noche ya quiero descansar”, comenta. El proceso de producción arranca con el dibujo sobre el papel “y regla”, recuerdan las tejedoras. Luego se estira la tela en el bastidor, se dibuja en la tela y se comienza a tejer. Terminado el trabajo, se separa el tejido de la tela, se lo lava y finalmente se le pone el almidón para que se endurezca.
“Hay gente que tuvo que migrar a otros países, pero se llevaron parte de sus culturas y otras que se dedicaron a enseñar y así esparcir por todo el mundo. La ciudad de Itauguá es conocida como la capital del ñandutí y cuna de la misma. En cada compañía de Itauguá te encontrarás con un o una artesana elaborando su trabajo porque la técnica fue otorgada de generación a generación y se ha vuelto una tradición para las familias. Es por ello que hay más cantidad de artesanos en la localidad de Itauguá”, comenta Guillermo Acosta, coordinador de la Red, itaugüeño y profesor de ñandutí, quien en su propio perfil vital narra la historia del tejido y las familias de su ciudad.
“Todo se inició desde la tristeza de mi querida Maximina Quiñónez. En una tarde se puso triste y observaba su ñandutí y me dice ‘qué pena que ninguna de mis hijas va a legar esto que yo hago, ninguna de ellas dos sabe hacer’. Sentí tanta pena al oírla decir eso que entonces le pregunté cuál era el dechado más difícil y complicado de hacer. A lo que ella me respondió el arasape y la filigrana, que coincidentemente estaba haciendo. Entonces me fijo en sus idas y vueltas que realizaba sin decirle nada en absoluto. Como ella trabajaba cama adentro y venía a casa los fines de semana, la sorprendí con un trabajo que estaba realizando sin decirle nada. Era una imagen de san Blas, pero en ñandutí. Me pregunta quién hizo y le digo que yo.
Me mira y dice que no me cree. Para que me pudiera creer, me siento y le muestro que sí lo podía hacer y desde entonces le tomé como hobby”, narra Acosta sobre cómo en el ñandutí se reafirma el tejido social y el empoderamiento económico de las mujeres de una ciudad.
TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL
Juliana Centurión (88) y Esmérita Antonia Centurión (91) son dos hermanas tejedoras que viven junto a la hija de la segunda en una humilde casa en el centro de Itauguá, donde las tres comparten además el amor al ñandutí y su creación.
Las hermanas aprendieron el oficio desde pequeñas. Su madre transmitía el conocimiento a su descendencia femenina, “porque los varones buscaban otras formas de aportar, como trabajando en la carpintería y otras cosas”.
“Cuando teníamos entre 7 u 8 años nosotros mirábamos a escondidas cómo trabajaba nuestra mamá y hacíamos que practicábamos en papel. No podías hacerlo bien porque ella no quería que nosotras trabajemos. Pero cuando se dio cuenta de que ya lo hacíamos, finalmente decidió mostrarnos cómo hacerlo bien”, comenta Esmérita.
“Cuando me siento puedo producir rápido, pero ahora ya no puedo sentarme por mucho tiempo, ya estoy grande”, explica Juliana.
“Antes valía más nuestro trabajo, se pagaba mejor por el ñandutí. Nosotras ya no salimos a vender ahora, no nos vamos a ninguna parte. Vienen a hacernos el pedido y hacemos. Antes salíamos, ahora tenemos una patrona. Antes producíamos muchísimo más”, explica Esmérita.
El oficio que le legó su madre le sirvió para sostenerse durante una larga vida y para la crianza de su hija, que también teje. Las hermanas se sumaron esta semana al proyecto que busca batir el récord mundial con un tejido de producción colectiva.
ENSAMBLE
Actualmente la producción de las tejedoras se realiza de diversas maneras, pero la preferida es la realización individual de piezas que después son acopiadas e integradas a vestidos, manteles y otras piezas.
Los precios pueden variar y los productos se realizan en algunos casos bajo pedido y en otros es un proceso a la espera de clientes. Las pequeñas piezas se suman entre sí y de esta manera diversas tejedoras pueden finalmente articular sus trabajos en un producto final, que provee a sus hogares de sustento y de prendas a las principales tiendas especializadas de la ciudad o, como varias de ellas dicen, “a mi patrona”.
Entre tanto, para el proyecto del tejido más grande del mundo se les proveerá a todas las artesanas de insumos (bastidores, lienzos, hilos, agujas) y ellas decidirán cuántos módulos realizarán de acuerdo a sus capacidades y habilidades. Las piezas serán posteriormente certificadas para el ensamble. Como es dable esperar, la producción del tejido significará un ingreso económico.
Se estima que se juntarán unas 2.200 piezas a través de la red. Esta será de los diez dechados (dibujos) seleccionados para la ocasión: jazmín poty, mbokaja poty, buey pypore, machete punta, arasape, arapaho un lado, estrella de cuatro puntas con kurusu’i, takuru con karê’i doble, margarita y pensamiento. A los costados la pieza contará con randas con cadenilla doble y en las esquinas estrellas de cuatro puntas con filete. La puesta en valor del ñandutí a través de este proyecto genera un aporte inmediato mediante la generación de pedidos para las tejedoras. A mediano plazo centralizará una red de trabajadoras, lo que podría facilitar a futuro la producción, la adquisición de insumos y la comercialización. A largo plazo se busca la valoración cultural y pecuniaria a nivel nacional e internacional de este tejido que data del XVI, y que surgió en estas tierras de la unión de una técnica europea y la creatividad de la mujer paraguaya.
“CADA VEZ QUE TE TENGO PEDIDO VENDO TODO MI ÑANDUTÍ”
Porfiria González (61), de Itauguá Guasu Costa Dulce, teje desde los 13 años. Ella valora la iniciativa del proyecto y celebra que significará más trabajo para ella.
“Aprendí a hacer ñandutí viendo a mi tía y mi prima. Al darle el primer trabajo que hice, mi tía ya lo llevó, vendió y me trajo ya directamente materiales para hacer más”, comenta Porfiria, quien trabaja mechando su artesanía con las labores domésticas con la ayuda de su hija.
“Yo me levanto a la mañanita y en medio de mi mate hago mi ñandutí. Después me levanto a hacer para el almuerzo, hago todo eso y ya me siento otra vez a trabajar. Si no hay pedido, igual nomás hago yo. En algún momento va a venir el pedido. Cada vez que tengo pedido vendo todo mi ñandutí; si no hago mi ñandutí, hago chipa”, comenta.
Relata que para ella la parte más difícil es el dibujo. “Eso se hace primero, el dibujo, con la regla se hace, se hace bien eso en el papel, después tenés que estirar con el bastidor la tela y dibujar. Ahí se trabaja”, narra sobre el proceso de producción.
“DESDE MUY CHIQUITA ME PAGABAN POR MI TRABAJO”
Felipa López (63) desde los 7 años se sumó a su mamá, su abuela y sus hermanas, todas de la ciudad del ñandutí, en el oficio de tejedora.
“Hago diferentes dibujos, con hilo fino y con hilo grueso, de ambas formas. Eso también me enseñó mi mamá. A ella le enseñó mi abuela. Desde muy chiquita me pagaban por mi trabajo. La plata me servía para mi escuela, para mis útiles. Tengo siete hijos, ahora conmigo ya solo vive uno. A tejer le enseñé solo a dos hijas mías”, comenta Felipa, quien desde sus manos y el arte dio de comer a su familia junto con su marido, quien es constructor.
“JAGANA´I, PERO JAGANA, UPÉA LA HE´ISÉVA”
Filemona Figueredo (68) arrancó como tejedora a los 12 años con su madre y sus seis hermanas. Ella también se sienta con su bastidor entre las actividades de cuidado y de la labor doméstica en su hogar itaugüeño.
“Recuerdo que cuando era chiquita cada 15 días nos tocaba a cada una ir a vender. De esa plata comprábamos para nuestra ropa para farrear”, comenta entre risas.
“Nunca trabajamos para otra persona”, refiere acentuando que nunca tuvo un trabajo en situación de dependencia.
“Siempre jagana’i, pero jagana, upéa la he’iséva. Igusto remba’apo, revende ha rejúma nde platamíre” (siempre ganamos poco, pero ganamos, eso es lo que importa. Da gusto trabajar, vender y venir con tu platita), explica Filemona, quien es madre de tres hijos.
SOBRE EL PROYECTO
Tejiendo Cultura – El Ñandutí Más Extenso del Mundo es una iniciativa impulsada por Innovaciones Comerciales y la Asociación de Ñandutí en Japón, con el acompañamiento de la Municipalidad de Itauguá y la alianza estratégica de la EBA.
Su objetivo no solo es confeccionar de forma colaborativa la pieza de ñandutí más grande del mundo, sino también visibilizar el trabajo artesanal, fortalecer el turismo cultural y abrir nuevas oportunidades económicas para las tejedoras del país a través del arte textil.
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Emoción y color en la atmósfera onírica de la pintora Carla Ascarza
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
La artista llama realismo lírico a su búsqueda, la transmisión con imágenes de sentimientos profundos e incluso valores. “Quiero transmitir la esperanza, la vitalidad, el misterio, la gratitud”, cuenta de sus bellas artes.
“Defino muchas de mis obras dentro del realismo lírico porque habitan una frontera entre lo real y lo simbólico”, cuenta Carla Ascarza. “Me interesa representar escenas, personas y objetos que existen, pero llevarlos a otro plano a través de la atmósfera, la paleta y la composición”, define.
Plástica de importante trayectoria, sus cuadros de la serie “Mensajeros” abordan lo mítico y lo tangible de los mainumby, colibríes que llevan y traen luces, colores, reflexiones.
“En esa transformación se produce el lirismo: lo que está cargado de emoción, de memoria, de misterio. La pintura me permite decir lo que no cabe en la literalidad. Puedo usar una figura humana o un objeto cotidiano, pero los rodeo de elementos poéticos para que emerjan como visión, como huella sensorial”, apunta.
Entiende al color como un comunicador eficaz. “Es una herramienta de intuición y también de resistencia: en un contexto como el nuestro, donde tantas veces se impone la opacidad, defender el color es también defender la vida”.
–¿Cuál fue el disparador de la colección “Mensajeros”?
–El disparador fue una vivencia íntima y una necesidad interior de nombrar lo intangible. Los colibríes llegaron a mí como metáfora de aquello que no permanece, pero deja huellas. En “Mensajeros” no los represento solo como aves, sino como símbolos de lo etéreo, de lo que se posa apenas en la conciencia. Ellos son portadores de mensajes del alma: la fugacidad del instante, la ligereza de lo esencial, la belleza que no se impone, pero transforma. La serie nace del deseo de capturar esa sutileza y convertirla en color, en forma, en presencia.
NARRANDO LO INVISIBLE
–En tus series anteriores se ve una búsqueda por retratar la escena cotidiana, los rostros cercanos. ¿Cómo vas volcando a los lienzos tus inquietudes? ¿Seguís un plan?, ¿pintás lo que te es urgente?
–Trabajo a partir de una urgencia interior. Hay veces en que una imagen se instala en mi cabeza y no me suelta hasta que le doy cuerpo en el lienzo. A veces es un rostro anónimo que encuentro en una fotografía o una escena callejera que me golpea. No siempre tengo un plan estructurado, pero sí una búsqueda constante: la de narrar aquello que suele pasar desapercibido. Lo invisible, lo que no está en los titulares. Pinto para dar visibilidad a lo común, pero con una carga simbólica profunda. En ese sentido, la serie “Contramundos” fue muy significativa: cada obra fue una pequeña crónica visual del Paraguay contemporáneo.
–Contanos un poco más de tu relación con el color. ¿Cómo decidís ese universo personal?
–El color para mí es emoción. Es lenguaje puro. Muchas veces dibujo con el color. Nunca lo uso de manera literal. Mi paleta se construye a partir de lo que siento, de lo que quiero provocar. La realidad ya tiene sus propios tonos, pero el arte me permite alterarlos, amplificarlos, volverlos signos. A veces un verde ácido, un fucsia estridente o un naranja encendido no tienen lógica si uno los mira desde lo mimético, pero sí si los entiende como pulsaciones anímicas. Pinto desde el color porque él habla más rápido que las palabras.
–También abordaste lo abstracto. ¿Cómo fue ese recorrido?
–Lo abstracto fue, en mi caso, un espacio de liberación. Al principio, mi obra estaba más centrada en el retrato y la escena figurativa, pero la abstracción me permitió explorar otros caminos: el gesto, la mancha, el ritmo. Fue como quitarme las palabras de encima y quedarme solo con la voz. Me interesa lo abstracto cuando nace de una pulsión verdadera, cuando no es solo una estética, sino una necesidad de expansión. Algunas obras de transición en mis series combinan ambos lenguajes: hay figura, pero también hay fuga hacia lo simbólico, hacia lo que no puede decirse con formas reconocibles.
CREAR CON HONESTIDAD
–Fuiste premiada y tu obra se exhibió en el exterior. ¿Cómo sigue ese camino?
–El reconocimiento que recibí en Moscú con “La dulcera”, obra de la serie “Contramundos”, fue muy importante para mí. No solo por el premio en sí, sino porque visibilizó una escena local que muchas veces queda relegada. Esa obra nació de una historia real, de una mujer que vendía dulces de mamón en Garibaldi. Yo la fotografié, hablé con ella, le comenté sobre mi trabajo, compré sus dulces, le solicité permiso para fotografiarla y luego la convertí en símbolo. Fue mi forma de hablar sobre la desigualdad, sobre la cultura del consumo, sobre lo invisible. A partir de esa experiencia se abrieron otras puertas, pero más allá de lo institucional, lo que me mueve es seguir creando con honestidad. Hoy me interesa explorar más a fondo las narrativas indígenas, la memoria colectiva, los ritos del presente. El camino sigue desde ahí.
–¿Cómo ves la plástica nacional?, ¿qué cosas destacás de este presente?
–La plástica nacional es profundamente valiente. Está llena de artistas que, a pesar de contextos hostiles, producen con una potencia conmovedora. Pero no puedo dejar de señalar la precariedad estructural en la que trabajamos muchos de nosotros. Los materiales son carísimos: un solo tubo de óleo, un pincel profesional, un lienzo, representan una inversión enorme. Muchos colegas pintan en condiciones mínimas, con recursos limitados y aun así construyen discursos estéticos de gran profundidad. Falta apoyo sostenido, políticas públicas reales, espacios de visibilidad. Aun así, el arte persiste. Se renueva, se reinventa. Destaco sobre todo el trabajo de mujeres artistas, de jóvenes que se animan a experimentar, de quienes cruzan el arte con la militancia, con lo social, con lo comunitario. Es un momento duro, pero fértil. Y estoy convencida de que el arte seguirá abriendo caminos, aunque tenga que hacerlo con las uñas. La plástica paraguaya está viva. Y lo está no por el mercado, sino por la urgencia expresiva de sus creadores.
–¿Cuál es tu materia pendiente en la plástica?
Siento que una de las búsquedas más importantes que tengo como artista –y también como ser humano– es profundizar en el compromiso del arte con las causas humanitarias. Vivimos en un mundo profundamente desigual, herido, con pueblos que luchan por su derecho a existir, a hablar, a vivir. Mi materia pendiente no es una técnica, ni siquiera una exposición; es usar cada vez con más claridad mi voz visual a favor de la vida. Me interesa cada vez más vincular mi obra a causas sociales, a los pueblos indígenas, a la defensa del planeta, a la memoria colectiva. Para mí, el arte no debe ser indiferente. Tiene que incomodar, abrazar, iluminar, conmover. Y ahí está mi tarea pendiente: seguir encontrando lenguajes que acompañen y denuncien. Que no se queden en lo estético, sino que toquen lo ético.
NARRAR DESDE OTRO LUGAR
Carla Ascarza estará exponiendo en la muestra colectiva “Sinergia, arte femenino en diálogo con la memoria urbana”, que abre el próximo 15 de agosto a las 19:00 en el Espacio Cultural Staudt, sito en Iturbe 333 casi Mariscal Estigarribia. Expondrá allí en conjunto con Norma Annicchiarico; Gloria Valle y Osvaldina Servián.
Vale recordar que Carla, además de artista plástica, es también comunicadora.
–¿Qué facetas de la expresión potencia la pintura?, ¿qué cosas permite expresar más allá de las palabras?
–La pintura es, para mí, el lenguaje donde lo no dicho se vuelve posible. Como comunicadora, valoro el poder de la palabra, pero sé que tiene límites. Hay experiencias que no se traducen fácilmente: el dolor ancestral, la belleza inexplicable, la rabia callada. La pintura me permite explorar dimensiones expresivas que la palabra, por momentos, no alcanza. Pero, como comunicadora, siempre he sentido un fuerte compromiso con la narrativa: contar historias, dar sentido, transmitir lo profundo de lo humano. En mi obra, esa narrativa se vuelve visual, simbólica, sensorial.
–Se sigue contando, descubriendo…
–Pinto no solo para emocionar, sino también para contar. Cada personaje, cada escena, cada fragmento de color tiene una historia detrás. La pintura potencia esa posibilidad de narrar desde otro lugar, de dar cuerpo a relatos que a veces no encuentran espacio en los medios tradicionales. Y me permite también generar otra temporalidad: la del silencio, la contemplación, el tiempo detenido que exige una imagen. La narrativa visual que construyo desde el arte es una extensión de mi voz como comunicadora, pero una voz que a veces se vuelve más poderosa, más ambigua, lo que es fundamental para interpelar al otro. La pintur a abre un campo de significación que no pretende cerrarse . Y en eso me siento profundamente libre.
BREVE BIO
Carla Ascarza es licenciada en Artes Visuales por el Instituto Superior de Artes Verónica Koop con la puntuación summa cum laude. Cuenta con un masterado en Antropología Social por la Universidad Católica de Asunción y especializaciones en antropología de la salud y derechos humanos. Dentro de su formación artística estudió en programas y talleres en la Escuela de Bellas Artes, talleres libres de Olga Blínder, Edith Jiménez, Lisandro Cardozo, Vicente Duré, Luis A. Boh y Jo Oliveira. Fue becada por el maestro Livio Abramo como asistente en sus talleres de línea y color.
Cuenta con numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Entre las más recientes se mencionan Muestra Kuña Mbarete Rembiapo, Sala Jacinto Rivero, Centro Paraguayo Japonés (2025); Muestra Ñepyrumby, Apart Hotel Maison Suisse (2024); Muestra Apertura de ciclo. Casa Hassler, San Bernardino (2024); Muestra Incondición Interior, Centro Cultural Manzana de la Rivera (2023).
Obtuvo el Primer Premio de Pintura en el XII Festival Mundial de Bellas Artes VERA, Moscú, Rusia. Año 2017. Representó a Paraguay en la muestra internacional Passion Art Barcelona. Sus cuadros también representaron al país en muestras en Nueva York (EE. UU.), Canberra (Australia) y Seúl (Corea).
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Paraguaya contó lo que vivió con su jefa en España y desató debate
La paraguaya Gabriela Guzmán compartió en TikTok su experiencia como empleada en España, exponiendo las quejas que recibe por parte de su jefa. Su relato superó las 113.000 visualizaciones y desató un intenso debate en los comentarios.
“Bueno, la vida del inmigrante es muy, muy difícil. Soy una paraguaya viviendo en España y nada, quería comentarles un poquito que no todo es tan lindo. No todo es color de rosa…”, detalló Guzmán.
La paraguaya contó que su jefa le escribió fuera del horario laboral reclamándole un trozo de madera faltante de un esquinero del piso. “Y me dice, ‘Gabi, ¿dónde está el trozo de madera?’ Y yo, ‘¿Qué trozo? No sé’... Luego me envía la foto. Y hoy me fui a mi trabajo… y me dice, ‘el trozo de madera ayer lo encontré en la basura’.”
Ante el reclamo, Gabriela explicó que no se había dado cuenta. “Yo le dije: ‘Ah, en serio. Yo la verdad que no me di cuenta ni al barrer ni nada’”. Sin embargo, la jefa continuó su reclamo: “Tú deberías darte cuenta... Yo soy muy detallista y perfeccionista...”
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Debate
A pesar de que Gabriela intentó calmarse ante el reto, este reclamo la incomodó: “Y por un trozo de madera que no vi... Me dijo, ‘Te hubieses fijado al barrer’. Y yo bueno, no sé. No sé, díganme ustedes qué piensan.”
El video generó opiniones divididas. “Yo tengo una persona trabajando para mí, y quiero que atienda y cuide mis cosas, el trozo de madera seguramente hacía una función y tú como trabajadora debes de cuidar esos detalles, no te dice nada malo, en un trabajo hay que ser atenta y responsable...“, escribió una usuaria.
"Realmente yo tuve una jefa, superexigente, perfeccionista me hizo llorar, pero mediante ella aprendí muchas cosas y hoy en día le agradezco porque me enseñó como se limpia en realidad. Gracias señora Belén", tecleó otra cuenta.
“Me gustaría saber cuánto paga como para que exija tanto. Hay formas. Sos chica, esto pasa, vas a encontrar algo mucho mejor”, recomendó otra cuenta. “Ojalá y espero que encuentres otro trabajo en España porque jefas así solo te traerá mucho estrés y ansiedad”, aconsejó otro usuario.
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Asediado por caso de corrupción, Pedro Sánchez renueva la cúpula del PSOE
Asediado por un caso de presunta corrupción que incluye comisiones ilegales y prostitutas, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, renovó este sábado la cúpula de su Partido Socialista (PSOE), que expulsará a los militantes que recurran a la prostitución. Estas decisiones fueron presentadas en una accidentada reunión del comité federal del PSOE en su sede madrileña de la calle Ferraz, que se inició con retraso por la renuncia de Francisco Salazar, que iba a formar parte de la nueva dirección del partido.
Salazar, un estrecho colaborador de Sánchez, pidió ser apartado después de que el medio digital eldiario.es recogiera denuncias de mujeres socialistas acusándolo de “comportamiendos inapropiados” de carácter sexual cuando era su jefe. “Están siendo días difíciles para todos, sin duda alguna”, admitió el presidente del Gobierno en su discurso al comité federal, volviendo a pedir “perdón” por haber confiado en los sospechosos de corrupción.
Sánchez descartó dimitir: “El capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal”, afirmó, antes de presentar “trece medidas adicionales para prevenir, para combatir y también para castigar la corrupción”.
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Dos escuderos caídos en desgracia
Los cambios en el PSOE se vieron precipitados por el encarcelamiento preventivo el lunes de su ex número tres, Santos Cerdán, por un caso de mordidas a cambio de obras públicas que implica también al ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Ambos fueron muy cercanos a Sánchez y determinantes en su ascenso.
Lo más dañino para el PSOE fue la publicación de unas grabaciones de conversaciones en las que los presuntos implicados abordan el reparto de mordidas por obras públicas, o las cualidades de unas prostitutas. En respuesta, los socialistas acordaron que “solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración” sea castigado con “la máxima sanción, que es la expulsión del partido”, según un comunicado.
“Si pensamos que el cuerpo de una mujer no está en venta, en nuestro partido no puede haber cabida para cualquier comportamiento contrario a ello”, justificó Sánchez. Cerdán, ex secretario de Organización, será sustituido como número tres en el PSOE por Rebeca Torró, una abogada de 44 años que ha ocupado diversos cargos en el Gobierno regional de Valencia y el central.
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Tras el discurso de Sánchez, el comité federal siguió a puerta cerrada y se espera que se alce alguna voz crítica con la dirección de Sánchez, en particular la de Emiliano García-Page, presidente del Gobierno regional de Castilla-La Mancha, recibido en la calle por un grupo de militantes al grito de “traidor” y “sinvergüenza”.
“Quiero oír hablar de salidas, no de escapatorias”, dijo a su llegada García-Page, que ha reclamado en los últimos días la dimisión de Sánchez.
Al mismo tiempo, también en Madrid y en un clima muy diferente, de euforia con la crisis socialista, el primer partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), celebraba un congreso extraordinario. El congreso reelegirá este sábado por la noche como líder a Alberto Núñez Feijóo, que ha hecho cambios en su entorno para fortalecerse ante lo que percibe como el fin del reinado de Sánchez tras siete años en el poder, como muy tarde en las elecciones de 2027.
Fuente: AFP.