Se preveía como todo un acontecimiento, musical y social, y así lo ha sido. Los Rolling Stones han encendido el pasado miércoles el escenario dispuesto para ellos en el Wanda Metropolitano de Madrid, donde cerca de 54.000 personas han podido comprobar la inmortalidad de estas leyendas del rock and roll.

Y es que, en este inicio de su gira de celebración de sus 60 años de carrera, por eso el título de ‘Sixty’ para este tour, Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood han demostrado que pueden seguir liderando ceremonias masivas pese al paso de los años. Entre los tres suman una media de 76 años que, si bien hay que aceptar que se notan, no les impiden desenvolverse como las estrellas que son.

Al igual que parece que saben reponerse al paso del tiempo, quién sabe si con la ayuda del diablo, también han aprendido a continuar en los grandes estadios sin Charlie Watts, quien falleció a los 80 años el pasado 24 de agosto tras décadas en la batería de la banda británica. Steve Jordan ha llenado en las tablas el hueco de Watts.

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Como una continuación del ‘No filter tour’ con el que rodaron a finales de 2021, sus Satánicas Majestades han decidido comenzar su gira ‘Sixty’ en España. No pisaban por aquí desde 2017, cuando el Estadio Olímpico de Barcelona acogió el exigente espectáculo. Esta vez, Madrid ha sido la elegida para la celebración de tal ritual y también del cumpleaños de Wood, que nació un 1 de junio de hace 75 años.

Antes de que los protagonistas hagan acto de presencia, aún con las gradas y la pista sin llenar, Vargas Blues Band abre la fiesta junto a John Byron Jagger, sobrino de Mick, y una aparición inesperada de Chris Jagger, hermano menor del mismo. Posteriormente, el trío barcelonés Sidonie toca temas conocidos como ‘Carreteras infinitas’ o nuevos como ‘Pesado y estúpido’, y dedica a Watts la canción ‘Estáis aquí’.

La hora de la verdad llega a las 22.15 horas y la expectación crece al límite cuando se apagan las luces y empieza a reproducirse en las pantallas un vídeo en homenaje a Watts. La euforia se desata cuando, por fin, aparecen los stones, con sus chaquetas chillonas, a ritmo de ‘Street fighting man’. Un Mick Jagger en americana roja se pasea bailando por la pasarela, dejando ver que es un divo incombustible, o al menos lo intenta. “¡Hola Madrid!”, grita ante una pavorosa respuesta del público.

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El espectáculo continúa con ‘19th Nervous breakdown’ para dar paso a ‘Sad, sad, sad’ entre “gracias” a Madrid y España, sin olvidarse de Watts. “Es nuestro primer tour por Europa sin Charlie, le echamos mucho de menos”, señala Jagger. Los stones continúan con ‘Tumbling dice’, tomando el Wanda por primera vez.

Siguen con ‘Out of time’. Dicen que la tocan por primera vez y que esperan ver cómo es acogida. Para sorpresa de pocos, los espectadores responden a coro y obligan a los británicos a repetir el estribillo al final. No sorprende porque los Rollings Stones, ya una institución, tienen un público que conoce prácticamente todo su repertorio.

Así, suenan también ‘Beast of burden’, elegida por votación en redes sociales, ‘You can’t always get what you want’, ‘Living in a ghost town’ y ‘Honky tonk woman’, entre carrera y carrera de Jagger, cuya energía deja inauditos a los jóvenes, mayores y familias que llenan el Wanda.

“Happy birthday” para Wood

En el ecuador de la ceremonia, Jagger aprovecha para presentar a todos los músicos que le acompañan. También a Wood, que sale a la pasarela a disfrutar de un “happy birthday” cantado por casi 54.000 personas. Todo ello bajo una lluvia de confeti rojo. Después toca el turno de Richards que, recibido entre vítores y aplausos, se pone al frente de la banda para cantar ‘Happy’ y ‘Slipping away’. Apoyado por Wood a la guitarra, cumple en el micrófono, pero es quizá el miembro al que más se le nota todo lo vivido. Sin embargo, continúa luciéndose en momentos clave.

Jagger toma el mando nuevamente con ‘Miss you’, tema indispensable con el que el estadio se cae. El líder de la banda saca sus singulares pasos de baile para encender aún más a un público que, en este punto, está totalmente entregado.

Y es que, eso es lo que subraya el poder de sus Satánicas Majestades, un poder logrado por un repertorio e historia que consiguen, considerablemente, compensar la pérdida de energía de unos músicos inevitablemente ya afectados por la edad, además de por los excesos y vicios de seis décadas en las que han cumplido con aquello de “sexo, drogas y rock and roll”.

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Los platos fuertes no se acaban. Llegan ‘Midnight rambler’, ‘Start me up’ y ‘Paint it black’, tremendamente aplaudidas, hasta que el diablo se hace presente en un escenario que representa al mismo infierno. Sí, arranca la melodía de ‘Sympathy for the devil’.

Ya en el tramo de final de esta ceremonia, los éxitos continúan reproduciéndose. ‘Jumpin’ jack flash’ y ‘Gimme shelter’ --con un protagonismo compartido junto a la corista Sasha Allen-- suenan frente a los miles de asistentes que claman a los septuagenarios y míticos rockeros.

Con ‘Satisfaction’ llega el desenlace. Las guitarras de Wood y Richards rugen para culminar. Y los asistentes aplauden y vitorean más que satisfechos. Seis décadas de música, y más de todo aquello que envuelve a las estrellas del rock, resumidas en 2 horas y 15 minutos de concierto.

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Ahora los stones continuarán celebrando su 60 cumpleaños por el resto de Europa, con la próxima parada en Múnich el domingo 5 de junio. En Madrid se queda el recuerdo de otra noche apoteósica de música en vivo de los stones. En España, ya son 23 desde su debut el 11 de junio de 1976 en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona.

Esta vez, a Madrid llegaron una semana antes en su jet, inconfundible por el dibujo de la icónica lengua de la portada de ‘Sticky fingers’ (1971). En los seis días que han pasado en la ciudad han aprovechado para hacer turismo, seguidos por los medios y con los agradecimientos de figuras políticas. Todas unas estrellas.

¿Habrá sido este el último concierto de los Rolling Stones en España? ¿Será esta la última gira? Son las preguntas que sobrevuelan a este tour, pues así lo han dejado caer los integrantes. No obstante, no hay nada confirmado y ya son varias las vueltas al mundo en las que han estado acompañados de las especulaciones de retirada de los escenarios.

Foto no permitida de Jagger

El líder de la banda The Rolling Stones, Mick Jagger, ha publicado durante su estancia en Madrid una foto delante de la obra ‘Guernica’ de Picasso, en el Museo Reina Sofía, algo que no está permitido por la pinacoteca debido a una cuestión de “calidad de la visita”.

Jagger ha acompañado esta fotografía de otras imágenes en redes sociales bajo la frase ‘disfrutando mucho de lo que ofrece Madrid, desde ángeles caídos al flamenco’. En una de esas instantáneas, el líder de la banda, que actúa este miércoles en el Wanda Metropolitano, posa frente al cuadro de Picasso, con una gorra en la mano.

Jagger hizo esta foto durante una visita privada, puesto que los martes es el día de cierre para el público. Desde el Reina Sofía han explicado a Europa Press que los motivos para no permitir fotos delante del cuadro es el de “la calidad de la visita” y no otros relacionados por ejemplo con los derechos de imagen.

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Así, se pretenden evitar aglomeraciones y otros tipos de conductas que reducirían la “calidad” de la visita, argumentan desde el museo, matizando que tampoco se trata de una cuestión de estado de conservación de la obra. Además, recuerdan que en los últimos tiempos se ha abierto la mano en este aspecto --hay múltiples imágenes de visitantes junto al cuadro-- y que es “prácticamente una recomendación”.

Esta situación ha provocado las quejas de algunos usuarios, que han asegurado que desde el museo no se permite sacar imágenes de la obra a los visitantes. De hecho, esta no es la primera vez que ocurre con un visitante famoso, puesto que en 2016 el actor Pierce Brosnan también se vio envuelto en una polémica por una foto subida por el propio museo.

Por entonces, debido a las quejas, el Reina Sofía hizo público un comunicado en su perfil de Facebook en el que pedía disculpas por el malestar de los usuarios, explicando que la polémica fotografía era “una acción de comunicación” como “otras muchas similares realizadas a lo largo de la historia” del museo.

Fuente: Europa Press.

Etiquetas: #Rolling Stones

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