- Por Juan Carlos Zárate
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
En los últimos meses hemos venido recuperando en forma gradual fuentes de trabajo que se perdieron temporalmente o casos en que se tuvo que despedir a mucha gente, debido a efectos negativos de la pandemia sanitaria del covid-19, afectando a la gestión económica-financiera-patrimonial de pymes y empresas corporativas.
La sensible disminución en los niveles de facturaciones no les permitieron tan siquiera generar recursos para cubrir gastos rígidos mensuales, obligándolos a tener que “bajar las persianas”, algunas temporalmente y otras dando “el adiós definitivo”. siendo las pymes las más perjudicadas, pues no cuentan con la “espalda financiera” de las de tamaño corporativo.
Los niveles de desocupación a nivel país son preocupantes, pues dentro de la franja etaria contamos con una población mayoritariamente joven en edad económicamente activa, que por diversos motivos no pueden acceder a fuentes de trabajo.
Basta observar las ferias de empleos para darnos cuenta de la inmensa cantidad de jóvenes ávidos por trabajar que les permitan seguir estudiando, ayudar a su familia y cubrir sus necesidades básicas.
Estamos en plena era de la tecnología, donde la capacidad innovativa, creativa y el reinventarnos permanentemente afloran en nuestro día a día.
Paraguay, pequeño en superficie, pero con buenas perspectivas de crecer económicamente, pues nuestros índices macroeconómicos son mejores que otros países de la región, permitiéndonos avizorar para el próximo año posibilidades potenciales de creación de más fuentes de trabajo.
Cada vez son más los emprendedores que se incorporan al mercado, y pymes que están en “plena carrera”, pero precisando ser formalizadas, y ser sujetos de créditos dentro del sistema financiero, fortalecer su estructura de negocios, lo que ayudará para que puedan ocupar a más gente y pagar salarios no inferior al mínimo legal permitiéndoles el acceso al seguro social de IPS y derecho jubilatorio.
Las pymes siguen siendo las mayores generadoras de fuentes de trabajo a nivel mundial.
Con mayor apoyo/orientación de nuestras autoridades en el manejo de políticas de ventas, de cuentas a cobrar e inventario, políticas de marketing, logística, educación financiera, acceso al crédito, entre otros podrán crecer y diversificarse muchísimo más.
Precisamos también de un mayor apoyo al proceso de industrialización del sector de agribusiness.
Contamos con industrias con tecnología de punta y suficiente capacidad productiva pero sin aprovechar a plenitud su capacidad instalada, pues miles de toneladas de granos en estado natural en vez de procesarlos e industrializarlos localmente seguimos exportando, desaprovechando la oportunidad de que puedan ocupar mayor cantidad de mano de obra, darle valor agregado a los productos procesados y obtener precios de ventas más remunerativos, yendo en beneficio directo del fisco.
La industria porcina y aviar, con excelente potencial de crecimiento, se están viendo perjudicadas por el flagelo del contrabando, impactando en su gestión económica, y en la posibilidad de ocupar mayor cantidad de mano de obra en sus plantas de procesamiento.
Las maquiladoras siguen teniendo un buen trend de evoluciones, permitiendo que muchas industrias del exterior se instalaran en nuestro país generando más de 17.000 fuentes de trabajo, y que no debería de parar, pues las ventajas impositivas que ofrecemos constituye uno de “los ganchos” más apetecibles para que podamos incorporar más inversiones de este tipo que permitirá que más gente de todo el país pueda conseguir trabajo, por el carácter intensivo de ocupación de mano de obra que los caracteriza.
Si se apoya técnica y profesionalmente, y de existir una verdadera voluntad política, estamos en condiciones de tener una microeconomía más pujante cualitativa y cuantitativamente y con muchísima más gente con fuentes de trabajo.
Y si incorporamos a los sectores de la construcción, donde a diario grandes empresas constructoras están interesadas en invertir en edificios de altura, siendo el sector que más mano de obra ocupa y con un efecto multiplicador o derrame excelente irá en beneficio directo de nuestra muy necesitada microeconomía,lo que hace que el 2022 pueda ser de nuevo un año positivo para nuestro despegue económico a nivel país.