El grupo finlandés Nokia anunció este lunes que fabricará para la Nasa la primera red de telefonía móvil operativa en la Luna, una iniciativa realizada para el proyecto de implantar una base humana permanente de la agencia espacial estadounidense.
Esta red 4G, “ultracompacta, eficiente a nivel energético y resistente a las condiciones espaciales”, representará “la primera red de telefonía móvil en la Luna”, aseguró Nokia en un comunicado.
El grupo finlandés precisó que la red será instalada en la superficie del astro a partir de finales de 2022, a través de un alunizador en el que trabaja la empresa estadounidense Intuitive Machines. La Nasa confirmó a la AFP que será la primera red de telefonía móvil en la Luna, donde el ser humano puso los pies por ultima vez en 1972.
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La red, que se autoconfigurará durante su despliegue sobre la Luna, garantizará una conexión sin hilos para “cualquier actividad que los astronautas deban realizar, permitiendo el intercambio de comunicaciones por voz y video, la telemetría y el intercambio de datos biométricos o incluso el despliegue y la utilización de robots”, informó la empresa finlandesa.
El contrato, de un total de 14,1 millones de dólares, fue concedido a la filial estadounidense de Nokia, que se hizo con toda una serie de proyectos punteros anunciados el viernes por la Nasa.
“El sistema permitirá asegurar las comunicaciones en la superficie de la Luna en grandes distancias, a una mayor velocidad y de forma más fiable que los estándares actuales”, explicó la agencia espacial en su comunicado.
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Dos astronautas estadounidenses, entre ellos una mujer, partirán hacia la Luna en 2024 bajo la misión Artemisa 3, con la que la Nasa quiere instalar una base humana permanente en el astro, una operación previa a otra posible misión hacia Marte.
Fuente: AFP.
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Asteroide aumenta amenaza de chocar contra la Luna en 2032
- París, Francia. AFP.
Un asteroide que durante algunas semanas se temió que impactara contra la Tierra tiene ahora casi un 4 % de probabilidades de chocar contra la Luna, según nuevos datos del telescopio espacial James Webb. Se estima que el asteroide, de unos 60 metros y capaz de destruir una ciudad, estableció un nuevo récord en febrero al tener la mayor probabilidad que los científicos jamás habían medido —3,1 %— de impactar la Tierra.
Una serie de observaciones posteriores acabaron por descartar que el asteroide —denominado 2024 YR4— impacte contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, las probabilidades de que se estrelle contra el satélite terrestre han estado aumentando constantemente. Después de que el telescopio Webb dirigiera su potente mirada hacia el asteroide el mes pasado, la probabilidad de un impacto contra la Luna es ahora de 3,8 %, dijo la NASA. “Aún queda un 96,2 % de probabilidades de que el asteroide no impacte contra la Luna”, precisó la NASA en un comunicado.
Richard Moissl, director de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea, dijo a AFP que esto coincidía con sus estimaciones internas de alrededor de un 4 %. Los nuevos datos de Webb también arrojan luz sobre el tamaño de la roca espacial, que anteriormente había sido estimado entre 40 y 90 metros.
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Ahora se cree que mide entre 53 y 67 metros, aproximadamente la altura de un edificio de 15 pisos. Esto es significativo porque supera el umbral de 50 metros necesario para activar planes de defensa planetaria. Si el asteroide aún tuviera más de un 1 % de probabilidades de impactar contra la Tierra, “los preparativos para una o más misiones para desviarlo ya estarían comenzando ahora mismo”, dijo Moissl.
Existen una variedad de ideas sobre cómo la Tierra podría defenderse de asteroides en curso de colisión, incluyendo armas nucleares y láseres. Pero solo una se ha probado en un asteroide real. En 2022, la misión DART de la NASA logró alterar la trayectoria de un asteroide inofensivo tras estrellar una sonda espacial contra él. Muchos científicos esperan que el 2024 YR4 impacte contra la Luna.
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“Un gran experimento”
“La posibilidad de observar el impacto de tamaño considerable en la Luna es efectivamente un escenario interesante desde un punto de vista científico”, dijo Moissl. El fenómeno ofrecería una variedad de información que sería “valiosa para propósitos de defensa planetaria”, añadió. Mark Burchell, científico espacial de la Universidad de Kent en Reino Unido, dijo a New Scientist que un impacto lunar sería “un gran experimento y una oportunidad perfecta”.
Y en la Tierra, “los telescopios ciertamente lo verían, diría yo, y hasta binoculares podrían observarlo”, añadió. “Ojalá sea un impacto lunar”, dijo Alan Fitzsimmons de la Queen’s University Belfast de Reino Unido, en declaraciones recogidas por New Scientist.
“No tendría ningún efecto en la Tierra, pero nos permitiría estudiar por primera vez la formación de un cráter lunar provocado por un asteroide conocido”, explicó. El asteroide 2024 YR4 es el objeto más pequeño jamás observado por el telescopio Webb, que el mes que viene volverá a ofrecer a los expertos nuevos datos para calcular la probabilidad de impacto.
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Captan una puesta de sol en la Luna en alta definición
- Washington, Estados Unidos. AFP.
Un módulo de alunizaje, propiedad de una empresa estadounidense, capturó inquietantes imágenes en alta definición de una puesta de sol lunar, que ayudarían a la NASA a resolver el misterio de una extraña neblina avistada en la Luna por primera vez en la década de 1960. Firefly Aerospace, con sede en Texas, publicó las imágenes el martes luego de convertirse este mes en la primera compañía privada en alunizar una nave robótica en posición vertical.
Su módulo Blue Ghost tocó la superficie lunar en Mons Latreille, una formación volcánica dentro del Mare Crisium en la cara visible noreste de la Luna, y operó hasta el 16 de marzo. Una de las nuevas imágenes muestra el halo verde solar brillando en el horizonte, y a Venus como un puntito, mientras la Tierra se ve casi tan grande como el Sol que ven los terrícolas.
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“Estamos dedicando tiempo a que científicos especializados revisen todas las imágenes”, dijo Joel Kearns, administrador asociado adjunto para exploración de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. Entre lo que buscan está el llamado “resplandor del horizonte”, un fenómeno que permitiría a las partículas de polvo lunar cargarse eléctricamente por la radiación ultravioleta del Sol, para luego flotar sobre la superficie.
“Las imágenes son hermosas, son realmente bellas”, celebró Kearns. El fenómeno fue detectado por primera vez por las sondas Surveyor de la NASA en la década de 1960 y luego observado por los astronautas del Apolo. El nivel de detalle de las imágenes podría ayudar a los científicos a refinar los modelos existentes que explican cómo se dispersa la luz en la superficie lunar.
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Detectan oxígeno en galaxia situada a 13.400 millones de años
- París, Francia. AFP.
La galaxia conocida más lejana contiene trazas de oxígeno, un descubrimiento que refuerza la idea de que estos cúmulos de estrellas que hoy pueblan el cosmos se formaron muy rápidamente en los primeros momentos del Universo. Descubierta el año pasado por el telescopio espacial James Webb, la galaxia JADES-GS-z14-0 está tan lejos que su luz tardó 13.400 millones de años en llegar hasta nosotros.
Una distancia récord que la revela tal y como era en los albores del Universo, que nació hace unos 13.800 millones de años. También es notablemente luminosa, lo que demuestra una intensa actividad estelar en una época en que, según la teoría y las observaciones, debería ser mucho más tenue. Desde que comenzó a operar en 2022, el telescopio James Webb ha mostrado que las galaxias aparecieron antes de lo previsto y eran más luminosas de lo esperado.
Dos equipos internacionales, uno neerlandés y otro italiano, confirman este escenario con observaciones realizadas utilizando el radiotelescopio ALMA del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile. La detección confirmada de rastros de oxígeno en JADES-GS-z14-0, que solo se sospechaba con el telescopio James Webb, es sorprendente. En principio las galaxias que surgieron en la época de lo que se conoce como el amanecer cósmico se consideran pobres en elementos pesados como el oxígeno.
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“Es como encontrar a un adolescente donde solo se esperaban bebés”, dijo Sander Schouws, doctorando en el Observatorio Neerlandés de Leiden y autor principal de un estudio próximo a publicarse en The Astrophysical Journal, citado por el ESO. Una metáfora que ilustra el hecho de que las primeras estrellas de una galaxia joven funcionan con elementos ligeros como el hidrógeno y el helio, y que solo después de una lenta evolución su galaxia se enriquece con elementos pesados.
Los resultados muestran que JADES-GS-z14-0 “se formó muy rápidamente y evoluciona igual de rápido, reforzando una creciente cantidad de indicios que sugieren que la formación de galaxias ocurre mucho más rápido de lo que se pensaba”, agregó Schouws. Los dos estudios indican que esta galaxia contiene aproximadamente diez veces más elementos pesados de lo previsto, según el comunicado del ESO. “La prueba de que una galaxia ya era madura en el Universo naciente plantea preguntas sobre el momento y la manera como se formaron”, declaró Stefano Carniani, de la Scuola Normale Superiore de Pisa y autor del segundo estudio, que será publicado en Astronomy & Astrophysics.
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¿Qué sucede cuando se pasa mucho tiempo en el espacio profundo?
- Washington, Estados Unidos. AFP.
El deterioro óseo y muscular, la exposición a la radiación y la discapacidad visual son solo algunos de los desafíos que enfrentan los viajeros espaciales en misiones de larga duración, incluso sin considerar el impacto psicológico del aislamiento.
Los astronautas estadounidenses Butch Wilmore y Suni Williams regresaron ayer martes a casa tras nueve meses a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) y algunos de los riesgos para la salud que han enfrentado están bien documentados y gestionados, mientras que otros potenciales siguen siendo un misterio.
Estos peligros solo habrán de aumentar a medida que los seres humanos vayan adentrándose cada vez más en el sistema solar, incluyendo el planeta Marte, lo cual exige soluciones innovadoras para salvaguardar el futuro de las misiones de exploración espacial.
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Ejercicio clave
A pesar de la atención mediática que recibió su misión, la estancia de nueve meses de Wilmore y Williams es “normal”, afirmó Rihana Bokhari, profesora adjunta del Centro de Medicina Espacial del Baylor College of Medicine. Las misiones a la estación EEI suelen durar seis meses, pero algunos astronautas permanecen hasta un año y los investigadores confían en su capacidad para mantener la salud de los astronautas durante ese plazo.
La mayoría de las personas sabe que levantar pesas desarrolla músculos y fortalece los huesos, pero incluso los movimientos básicos en la Tierra resisten la gravedad, un elemento ausente en órbita. Para contrarrestar esto, los astronautas utilizan tres máquinas de ejercicio dentro de la EI, incluyendo un aparato de resistencia instalado en 2009 que simula pesas libres mediante tubos de vacío y cables de volante.
Un entrenamiento diario de dos horas los mantiene en forma. “El mejor resultado para demostrar nuestra eficacia es que no tenemos problemas de fracturas en los astronautas cuando regresan a la Tierra”, aunque la pérdida ósea aún es detectable en las exploraciones, declaró Bokhari a la AFP.
La alteración del equilibrio corporal es otro problema, añadió Emmanuel Urquieta, vicepresidente de Medicina Aeroespacial de la Universidad de Florida Central. “Esto les sucede a todos los astronautas, incluso a los que van al espacio apenas unos días”, declaró a la AFP, mientras trabajan para recuperar la confianza en su oído interno.
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Los astronautas deben reentrenar sus cuerpos durante el programa de rehabilitación posterior a la misión de 45 días de la NASA. Otro desafío es el “desplazamiento de fluidos”: la redistribución de fluidos corporales hacia la cabeza en microgravedad. Esto puede aumentar los niveles de calcio en la orina, y así el riesgo de cálculos renales.
Los desplazamientos de fluidos también podrían contribuir a un aumento de la presión intracraneal, alterando la forma del globo ocular y causando el síndrome neuroocular asociado a los vuelos espaciales (SANS), que produce una discapacidad visual de leve a moderada. Otra teoría sugiere que los niveles elevados de dióxido de carbono son la causa.
Pero en al menos un caso, los efectos han sido beneficiosos. “Tuve un caso bastante grave de SANS. Cuando despegué, usaba gafas y lentes de contacto, pero debido al aplanamiento del globo, ahora tengo una visión de 20/15: la cirugía correctiva más cara posible. Gracias, contribuyentes”, dijo la astronauta de la NASA Jessica Meir antes del último lanzamiento.
Gestión de la radiación
Los niveles de radiación a bordo de la EEI son más altos que en la Tierra, ya que atraviesa el cinturón de radiación de Van Allen, pero el campo magnético terrestre aún proporciona una protección significativa. El blindaje es crucial, ya que la NASA busca limitar el riesgo de cáncer de los astronautas a lo largo de su vida a un 3%.
Sin embargo, las misiones a la Luna y Marte proporcionarán a los astronautas una exposición mucho mayor, explicó el astrofísico Siegfried Eggl. Las futuras sondas espaciales podrían proporcionar cierta advertencia sobre eventos de alta radiación, como las eyecciones de masa coronal (nubes de plasma salidas del Sol), pero la radiación cósmica continúa siendo impredecible.
“El blindaje se logra mejor con materiales pesados como el plomo o el agua, pero se necesitan grandes cantidades”, dijo Eggl, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Como alternativa, una nave espacial podría utilizar una potente aceleración y desaceleración que iguale la fuerza de la gravedad terrestre. La futura producción de fármacos e incluso terapias génicas podrían mejorar las defensas del organismo contra la radiación espacial. “Hay mucha investigación en ese campo”, afirmó Urquieta.