París, Francia. AFP.
Las ventas mundiales del costoso iPhone X comenzaron el viernes con las tiendas del gigante californiano Apple tomadas por largas filas de seguidores, deseosos de adquirir este celular inteligente que conmemora el décimo aniversario del modelo emblemático de la marca. En Londres, Mathew Kam, estudiante de cine de 21 años, no estaba seguro de poder hacerse con uno de los codiciados teléfonos, tras haber hecho fila durante 16 horas.
Mohammed Haroon, de 17 años, explicó que el celular, de 999 libras (1.308 dólares) será a la vez su regalo de cumpleaños y Navidad. Makan, un informático de 30 años, ve en el iPhone X un "gran paso" tecnológico. Encargó el suyo por internet y ha sido acogido por un pasillo de honor formado por los empleados.
Lo mismo ocurría en París, en el barrio de la Ópera, donde algunos compradores acudieron a buscar su celular. También se acercaron a la tienda algunos curiosos para ver el modelo aniversario –la "X" evoca los diez años del celular inteligente de Apple–.
"Trabajé este verano para poder comprármelo", explicó Jérémy, de 21 años, estudiante de ingeniería. Ha comprado la versión más cara, de más de 1.300 euros (1.513 dólares), un monto superior al salario mínimo mensual neto en Francia (unos 1.153 euros). En Fráncfort (Alemania), Timo, estudiante de 16 años, se encontró una fila de espera ya larga cuando llegó a las 7:30. "Tenía ganas de ser uno de los primeros en tener el aparato". Tim, profesor y llegado desde Heidelberg, a 80 km de Fráncfort, para recoger su celular –encargado por internet–, aseguró que "todas las reservas se terminaron en menos de diez minutos".
En el elegante barrio de Kolanki, en Atenas, la expectativa era menor frente a la tienda del distribuidor de Apple, aunque la responsable de mercadeo, Natalia Ravela, se jactaba de una "fuerte demanda" y del "éxito del lanzamiento". El abogado Vyron Hatzidromou, de 38 años, "siempre compra la última versión cuando sale, por el bombo y la diversión". Por casi tres veces el salario mínimo griego, el modelo que tenía en la mano (1.300 euros) es caro, "pero vale la pena".