Ante el altar del Obispado Castrense recibieron la bendición matrimonial Florencia Giménez Mallén y Miguel Michelagnoli Benza. Encantadora lucía la novia con un vestido confeccionado en raso de seda bordado con encaje y flores de tafeta de seda natural al relieve, diseño exclusivo de Carlos Burró.

Completó su look nupcial con una tiara de perlas y velo de tul con detalles de encaje, creación de Adri Ortiz; La Floresta le hizo su ramo de flores naturales blancas. El complejo Textilia fue escenario de la gran fiesta de bodas, de cuya ambientación de temática industrial tuvo el sello de Graciela Barrail.

El catering estuvo a cargo de Hermann Soerensen, mientras que la mesa de dulces fue montada por Carolina Castillo, combinando tortas y bombones cuidadosamente seleccionados. La fiesta contó con la actuación del DJ Nino y la banda The Walkers. La organización estuvo en manos de Camila García, de Masq Eventos. Los nuevos esposos fueron de luna de miel a Italia, Grecia y Dubái.