La empresaria y estrella de telerrealidad estadounidense Kim Kardashian alcanzó una fortuna estimada en más de 1.000 millones de dólares, anunció este martes la revista estadounidense Forbes.
El nuevo estatus de la estrella de 40 años es producto de sus dos empresas de cosmética y lencería, KKW Beauty y Skims, así como a los contratos de su programa de telerrealidad y con marcas a las que presta su imagen, indicó la revista. En octubre de 2020, Forbes había estimado que la fortuna de Kim Kardashian ascendía a los 780 millones de dólares.
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Una celebridad menor cuando se lanzó “Keeping Up With the Kardashians” en octubre de 2007, Kim Kardashian se convirtió en una estrella mundial gracias a este reality show, sobre el cual construyó un imperio con la ayuda de su madre. Tiene más de 200 millones de suscriptores en su página de Instagram.
La estrella solicitó oficialmente el febrero el divorcio de su esposo, el rapero y empresario Kanye West, tras semanas de especulaciones de una posible separación.
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Atracción de alfombras rojas y desfiles, “Kimye”, como se apodaba a la pareja, daba qué hablar en cualquier evento al que asistiera, ella emprendedora y figura de reality shows, y él polifacético creador reconocido tanto en la moda como en la música.
Gracias en particular a su marca de zapatos en asociación con Adidas, Kanye West ya se había unido a la prestigiosa lista de multimillonarios de Forbes en abril de 2020, con una fortuna estimada en 1.300 millones de dólares.
Fuente: AFP.
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Pide 10 años de cárcel para líder del robo contra Kardashian
- París, Francia. AFP.
La fiscalía francesa pidió este miércoles 10 años de prisión para el presunto “jefe” de los atracadores de la estrella de telerrealidad estadounidense Kim Kardashian en su habitación de hotel en París en 2016. Aomar Ait Khedache, de 69 años, reconoció su participación, pero siembre ha negado ser el “jefe del grupo”. Sin embargo, es él quien “da las órdenes”, “recluta” y va a Bélgica para revender las joyas, según la fiscal.
Durante el juicio, el principal acusado escribió una carta de disculpas para la víctima, quien lloró al escuchar su contenido. “Lo perdono por lo que ocurrió, pero eso no cambia (...) el trauma”, dijo Kim Kardashian el 13 de mayo. Desde finales de abril, un tribunal de París juzga a diez sospechosos por el atraco a mano armada de joyas valoradas en 10 millones de dólares de la reina de las redes sociales, que la prensa describió como “el robo del siglo”. Al inicio de sus alegatos finales, el ministerio público consideró que “todos son culpables”, pese a que ocho se dicen inocentes. El veredicto se espera el viernes.
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Kardashian: “Estaba segura de que iba a morir”
- París, Francia. AFP.
La estrella de telerrealidad Kim Kardashian declaró el martes pasado ante un tribunal de París que temió por su vida cuando unos atracadores irrumpieron en su hotel en París en 2016 y robaron a punta de pistola un millonario botín, pero otorgó su perdón a pesar del “trauma”. Desde finales de abril, diez sospechosos están siendo juzgados por el atraco a mano armada de joyas valoradas en 10 millones de dólares de la reina de las redes sociales, que la prensa francesa describió como “el robo del siglo”.
La ‘influencer’ estadounidense de 44 años llegó al tribunal en el centro de París vestida con un traje negro con hombreras, gafas de sol, un collar de diamantes y escoltada por su madre, Kris Jenner. "Quiero dar las gracias a todo el mundo, en especial a las autoridades francesas, por permitirme testificar y contar mi verdad“, declaró Kardashian al inicio de su comparecencia en una mediática audiencia, que terminó sobre las 18:30 (16:30 GMT).
“Estaba segura de que iba a morir esa noche”, declaró la estrella estadounidense de la telerrealidad, que, entre lágrimas y sollozos, contó que les suplicó a sus agresores. “Les dije: ‘Pueden llevarse todo, pero tengo que poder volver a casa, tengo bebés, por favor’”. Cerca de 500 periodistas, muchos de ellos extranjeros, están acreditados para el juicio.
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“Vine a París para la Semana de la Moda y París siempre ha sido un lugar que me encanta”, declaró Kardashian al relatar ante el tribunal los detalles del atraco ocurrido en octubre de 2016, en un hotel exclusivo y discreto de París. La famosa, que ha usado su notoriedad en las redes para lanzar varios negocios, relató que estaba en su habitación cuando escuchó fuertes pisadas y vio a varias personas --que pensó que eran policías, ya que iban uniformados-- entraron.
Kardashian contó que uno de los atracadores dijo varias veces la palabra “ring”, anillo en inglés, hablando con un fuerte acento francés. Al principio “no entendí que se refería a mis joyas”, pero después los asaltantes enmascarados encontraron el anillo de diamantes de 3,5 millones de euros que le regaló el rapero Kanye West, su marido de entonces.
“Iban a dispararme”
Kardashian, que entonces tenía 35 años, fue amenazada con una pistola en la cabeza, atada y amordazada. “Estaba segura de que iban a dispararme, así que recé por mi familia”, relató la celebridad. También dijo que temió ser violada. En el banquillo de los acusados estaban sentados en su mayoría hombres de entre 60 y 70 años con antecedentes criminales. Responden a apodos como “el viejo Omar” u “Ojos Azules” que recuerdan a los ladrones a la antigua del cine negro francés de los 1960 y 1970.
“Son todo un equipo”, dijo el investigador Michel Malecot. “Pero cometieron algunos errores”, como dejar rastros de ADN que permitieron su identificación. Aomar Ait Khedache, conocido como “el viejo Omar”, de 68 años, admitió haber atado a Kardashian, pero niega ser el cerebro detrás del golpe. Otro sospechoso, Yunice Abbas, de 71 años, escribió un libro sobre el atraco.
“Lo perdono”
Khedache, que según sus abogados ya no puede hablar debido a problemas de salud, dijo a Kardashian, en una carta que se leyó en el tribunal, que “lamenta” lo ocurrido. La ‘influencer’ derramó lágrimas durante la lectura de la carta. “Yo deseaba tanto ser abogada y luchar por las personas... Siempre he creído en las segundas oportunidades”, dijo.
Dirigiéndose a él, añadió: “Lo perdono por lo que ocurrió, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que mi vida cambió”. “Gracias por la carta”, concluyó. Sin embargo, el robo supuso para ella un antes y un después en cuanto a cómo ve su propia seguridad. “Cambió la forma en la que me siento segura en casa”, señaló, y afirmó que ahora tiene seis guardias de seguridad en su domicilio. “Tenemos personal de seguridad allá donde vamos”, dijo, y explicó que ya no publica dónde está en tiempo real “a no ser que figure en una agenda pública”.
Según contó, fue a terapia porque tiene “bebés que criar” y no quiere “vivir con miedo”. “Intento ser fuerte”, apuntó. Kim Kardashian se hizo famosa al comienzo de los 2000 tras protagonizar programas de telerrealidad. Es de las personas más seguidas en X e Instagram y la revista Time la sitúa entre las 100 celebridades más influyentes del planeta. El juicio por el robo culminará el 23 de mayo.
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Un ladrón torpe
Yunice Abas, uno de los “abuelitos atracadores” acusados del robo de joyas por 10 millones de dólares a Kim Kardashian en 2016, intentó minimizar su responsabilidad presentándose como un ladrón torpe ante el tribunal penal de París este miércoles. Desde finales de abril, diez sospechosos están siendo juzgados por el atraco a mano armada a la reina de las redes sociales, que la prensa francesa describió como “el robo del siglo”.
Abás, de 71 años, es un hombre bajo, con la cabeza rapada, el brazo derecho tembloroso por el Parkinson y se presentó vistiendo un chaleco azul marino. Es uno de los dos únicos acusados que reconoce haber participado en el atraco, ocurrido en la noche del 2 al 3 de octubre, y hasta escribió un libro al respecto: “Secuestré a Kim Kardashian”.
El día anterior, al igual que Aomar Ait Khedache —presunto cerebro del golpe—, presentó sus “sinceras disculpas” a la estadounidense, que cuando ocurrió el atraco tenía 35 años. “Vine para dar vuelta la hoja. Acepto sus disculpas”, respondió la estrella desde el estrado. Abás fue arrestado principios de 2017 debido a que su ADN había sido hallado en el sitio del crimen y confesó su participación.
Pero el miércoles “esquiva las respuestas”, destacó el presidente del tribunal, David De Pas. Según él nunca había oído hablar de Kim Kardashian, solo sabía que la víctima era una “mujer de rapero”, que se trataba de un “golpe de varios millones” y que había un gran “diamante” que ella mostraba en las redes sociales. Pero nada sobre el plan ni sobre su propio papel.
Una vez neutralizado el recepcionista, debía vigilar mientras dos cómplices subían a la habitación de la estrella. “Bajaron menos de 10 minutos después sin nerviosismo”, detalló, con una caja de joyas Louis Vuitton en la mano, cuyo contenido vaciaron en una mochila. Sin que estuviera previsto, aseguró el acusado, fue él quien se marchó con la bolsa colgada del manillar de su bicicleta.
A pocos metros del hotel apareció un coche de policía y pensó que estaba atrapado. “Levanté un brazo para decir: ‘me rindo, no estoy armado’, pero los policías creyeron que saludaba. Me devolvieron el saludo y siguieron camino”, subrayó. El relato de Yunice Abás intentó retratar un ladrón poco profesional y torpe, al cual incluso durante su fuga en bicicleta se le cae la bolsa con las joyas y al recogerlas olvida una cruz con incrustaciones de diamantes que una transeúnte encontró al día siguiente, única pieza del botín que fue recuperada.
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Kim Kardashian testifica por millonario robo de joyas
- París, Francia. AFP.
La celebridad Kim Kardashian declara este martes ante un tribunal de París para testificar en el juicio por el espectacular robo de joyas de un valor millonario que sufrió hace casi una década en un hotel de la capital francesa. Desde finales de abril, diez sospechosos están siendo juzgados por el robo armado en 2016 de joyas valoradas en 10 millones de dólares de la estrella de la telerrealidad.
La ‘influencer’ está “lista” para encontrarse con sus agresores, dijeron sus abogados la semana pasada. “Desea asistir personalmente y enfrentar a los que la atacaron. Piensa hacerlo con dignidad y valentía”, declararon a AFP sus abogados franceses Léonor Hennerick y Jonathan Mattout. Su testimonio está previsto para las 14:00 locales (12:00 GMT).
En la noche del 2 al 3 de octubre de 2016, Kardashian, que entonces tenía 35 años, fue asaltada en la habitación de un discreto y exclusivo hotel en el centro de París, donde asistía a la Fashion Week. La amenazaron con una pistola en la cabeza y la ataron y amordazaron. Los abogados de Kardashian no adelantaron lo que declarará su representada en el juicio, para el que hay casi medio millar de periodistas acreditados.
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En su momento, la prensa francesa describió el evento como “el robo del siglo”. Hombres enmascarados huyeron con millones de dólares en joyas, entre ellas el anillo de diamantes de 3,5 millones de euros que le regaló el rapero Kanye West, su esposo en aquel entonces. Está considerado el mayor robo a una persona en Francia en los últimos 20 años.
En el banquillo de los acusados se sientan en su mayoría hombres de entre 60 y 70 años con antecedentes criminales. Responden a apodos como “el viejo Omar” u “Ojos Azules” que recuerdan a los ladrones a la antigua del cine negro francés de los 1960 y 1970. “Son todo un equipo”, dijo el investigador Michel Malecot. “Pero cometieron algunos errores”, como dejar rastros de ADN que permitieron su identificación.
Conmocionada
Aomar Ait Khedache, conocido como “el viejo Omar”, de 68 años, admitió haber atado a Kardashian, pero niega ser el cerebro detrás del golpe. El investigador Michel Malecot contó que un hombre llamado Gary Madar, el hermano del chófer de Kardashian en París, alertó a los sospechosos de que la estrella se encontraba “en territorio francés”.
El abogado de este sospechoso ridiculizó esta acusación señalando que los 350 millones de seguidores de las redes sociales de Kardashian sabían perfectamente su paradero. La noche del robo en cuestión podría haber sido muy distinta. Según se contó en el tribunal la semana pasada, Kim sopesó ir de fiesta con su hermana Kourtney, pero finalmente decidió quedarse en el hotel.
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Su conductor Michael Madar, cuya compañía facturaba a la pareja Kardashian/West más de 400.000 dólares anuales, había estado trabajando sin parar por 21 horas y pidió a un compañero que lo reemplazara en el trayecto hacia el local nocturno. Pero su sustituto Mohammed Q. y el guardaespaldas de Kardashian, Pascal D., volvieron rápidamente al hotel después de que la estrella, que intentó llamarlos, no respondiera al teléfono cuando le devolvieron la llamada.
“Vi que el ascensor estaba en la primera planta, donde se hospedaba Kim”, explicó al tribunal Pascal D. Cuando la encontraron, la ‘influencer’ estaba “en un estado terrible, lloraba histéricamente”, contó al tribunal. “Pregunté qué había pasado y dijo que le habían robado”, agregó. Los abogados de Kardashian dijeron que ella está “genuinamente agradecida” por la forma en que las autoridades francesas gestionaron la investigación, mostrándole “el máximo respeto y consideración”.
La celebridad se hizo famosa al comienzo de los 2000 en varios programas de telerrealidad. Después abrió varias marcas de moda y apareció en muchas películas. Es de las personas más seguidas en X e Instagram y la revista Time la sitúa entre las 100 celebridades más influyentes del planeta. El juicio por el robo culminará el 23 de mayo.
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Ley de Transparencia sincerará rol de las oenegés ante la ciudadanía
Los rosarios de cuestionamientos que arrastran varios dirigentes que administran grandes corporaciones de ONGs, han impulsado, gracias a la atención que pusieron algunos parlamentarios, un proyecto de Ley de Transparencia que fue promulgado en estos días y que obligará a operar a cara descubierta después de años de oscurantismo en el financiamiento como del real interés que persiguen.
La contaminación que sufrieron las ONGs, principalmente las que reciben multimillonarios fondos tanto local como internacional han opacado la esencia de estas organizaciones perjudicando a aquellas cuyos fines siguen siendo el bienestar social. La nueva normativa dará luz sobre la existencia de estos grupos con la información que deberán disponer para la ciudadanía.
Rossana Escobar M. (rossana.escobar@nacionmedia.com)
La Ley número 7.363/2024, que promulgó el presidente de la República, Santiago Peña, la semana pasada y “que establece el control, la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones sin fines de lucro”, conocidas como ONGs, pondrá luz al oscurantismo en el que se manejan varias ONGs, principalmente aquellas que reciben fondos multimillonarios y giran en torno a programas o actividades públicos. Esto significa un sinceramiento de las acciones de estos grupos con la ciudadanía a la que siempre invocan como beneficiaria de sus diferentes proyectos.
El intento de satanización mediante campañas de desinformación, típica herramienta utilizada por los conocidos oenegeros, muy particularmente de las grandes empresas ONGs que supieron incentivar a sus aliados mediáticos, periodistas de élite quedó totalmente desmoronado ante el proyecto de Transparencia y los monumentales fondos que en nombre de la ciudadanía fueron distribuidos en los bolsillos de grupos reducidos. Una oposición oportunista, aferrada al desfazado discurso de la organización para la representación civil con varios de sus operadores colgados del dinero que se mueve en el negocio oenegero, también quedó al descubierto y al arbitrio de la población.
Rendición de cuentas, es la frase que engloba la recientemente promulgada Ley y que generó urticaria a varios oenegeros y políticos vinculados a sus campañas que, a toda costa quisieron plantar la idea de que es un garrote para desalentar la organización civil. Una mentira feroz, en el artículo primero se garantiza el derecho a libre asociación para los fines que se propongan toda vez que sean lícitas.
La normativa, entre otros, establece que todas las asociaciones, fundaciones, ONGs, y otras entidades similares que manejen fondos públicos o privados, tanto nacionales como internacionales, se registren en el Registro Nacional de Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL), que estará a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas. Esta medida abarca a cualquier entidad que reciba o administre fondos relacionados con actividades de competencia del Estado, gobernaciones, municipalidades y otros entes autónomos.
Las OSFL deberán incluir en sus estatutos la identidad de sus fundadores, su objetivo, fuentes de financiamiento y llevar un registro detallado de los fondos recibidos, con sus respectivas facturas y documentos respaldatorios. Además, deberán mantener una lista detallada de todos los profesionales y personal contratado, ya sea nacional o extranjero, relacionado con el uso de los fondos. Los primeros informes que llegó a recabar la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso (CBI), puso en evidencia que recursos dispuestos en beneficio de la ciudadanía básicamente se tradujeron en facturaciones para mismos oenegeros, sus clanes familiares y consultores amigos.
No hay que olvidar que la mencionada Ley es producto de un largo proceso de debate durante el cual salieron a la luz manejos discrecionales, denuncias de corrupción, nepotismo por parte de directores, administradores de ONGs que reciben fondos del Estado y de otros organismos mediante donaciones a Paraguay sin mayores impactos en favor de la ciudadanía.
Un claro ejemplo de cómo se ha bastardeado el rol de algunas ONGs es el esquema con fondos millonarios recibidos que involucra a dupla de excandidatos de la Concertación, Soledad Núñez y Bruno Defelippe. Empezaron como voluntarios, pero rápidamente construyeron una red de negocios bajo la apariencia de ONGs, articulada a través de la empresa de Defelippe. Esta red mueve miles de dólares provenientes de organismos multilaterales y contrapartidas estatales, destinando fondos a consultorías y emprendimientos que benefician a un selecto grupo de amigos.
Otro sonado de corrupción con ONG es el que involucra al presidente del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CRID), Agustín Carrizosa que en plena crisis económica por el Covid – 19 se aprovechó de un convenio con el Estado y con plata de los contribuyentes repartió sueldos a su hija Paola Carrizosa Bradshaw, a su pareja María Berta Rojas Aveiro, a su cuñada Marta María Rojas Aveiro, al hijo de su coordinador anticorrupción, Carlos Francisco Alcaraz. Así también hizo festín con dinero proveniente de donación a Paraguay con repartija de honorarios a su clan, periodistas, oenegeros amigos.