El doctor Julio Torales, del servicio de Psiquiatría del Hospital de Clínicas, habló sobre la salud mental y las consecuencias en la vida de las personas, en comunicación con el programa “Tarde de Perros” emitido por Universo 970 AM/Nación Media.
“Todavía nos cuesta aceptar que tenemos una enfermedad mental, que necesitamos ayuda”, refirió el especialista e hizo énfasis en que a los hombre les cuesta más solicitar ayuda. En Paraguay “está el estigma de ser hombre, debido a la cultura machista”, remarcó.
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La falta de un abordaje adecuado a las enfermedades mentales conlleva a situaciones drásticas que muchas veces se terminan lamentando en el seno de las familias. En los últimos 18 años, según el médico, se registraron más de 6.000 casos de muerte por suicidio.
Esta realidad se convirtió en un problema de salud pública, ya que con una detección, contención y tratamiento adecuado se pueden evitar desenlaces fatales, a decir de Torales. Los casos se dan tanto en la población femenina como masculina y requieren de un seguimiento médico y de un acompañamiento familiar y del círculo cercano del enfermo.
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Línea 155 atendió 2.252 consultas en el primer mes de habilitación
La Dirección de Salud Mental reportó un total de 2.252 intervenciones en el primer mes de implementación de la Línea de Crisis 155, habilitada para ofrecer contención psicológica a los usuarios.
“La verdad que estamos muy a gusto con los resultados que estamos teniendo y con la expectación que va teniendo también en la población”, señaló el doctor Diego Lezcano, jefe del Departamento de Tecnología en Salud Mental a la 1000 AM.
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Las atenciones de emergencias se dieron por diferentes situaciones y 143 pacientes necesitaron ser derivados a hospitales.
Las crisis evacuadas fueron por síntomas suicidas, episodios de ansiedad y pánico, así como situaciones de violencia y abuso. Fueron asistidos afectados directos y sus familiares. Para la contención se dispone de un equipo de 25 psicólogos y psiquiatras.
“Es algo alentador para nosotros no solamente desde el punto de vista de la implementación del sistema de línea de crisis, sino también ya que la población en general va dejando un poco ese tabú, ese miedo de hablar de cuestiones que guardan relación con la salud mental”, resaltó.
El médico mencionó que atiende un promedio de 40 a 60 casos por día y en un mes totalizaron 2.252 llamadas atendidas.
“Al principio, cuando estuvo muy en boga el tema por las cuestiones de prensa y las publicaciones, tuvimos muchísimas llamadas. Con el correr de los días, como que se fue estabilizando un poquito más. Y actualmente continuamos con muchas llamadas, estamos teniendo como 40 a 60 llamadas por día”, subrayó.
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Clínica Placera: un libro que narra la experiencia de psicoanalizar al aire libre
El psiquiatra Agustín Barúa Caffarena hizo durante años la experiencia de conversar con pacientes en las plazas de Asunción. Volcó sus aprendizajes en “Clínica Placera, ¿nos sentamos acá?” que se presentó días atrás en la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría.
- Por Jorge Zárate
- Jorge.zarate@nacionmedia.com.py
“A mí me parece que la clínica placera aporta un permiso de explorar otras formas de trabajar en salud mental en el contexto asunceno”, entiende el autor. “En Asunción, que solemos ser tan reprimidos emocionalmente, usamos los bancos para llorar, para gritarnos y desgritarnos, para besarnos, para saber estar solos. Entonces, ahí apareció la posibilidad de usar el banco de plaza como un dispositivo de acompañamiento de salud mental”, cuenta de la génesis del inusual procedimiento.
El libro, que tuvo presentaciones en Argentina, Cuba y Paraguay, permite según la mirada del psiquiatra Agustín Barúa Caffarena “que se pueda probar nuevas cosas y se pueda dialogar con las necesidades contemporáneas. A veces creo que nos quedamos muy tiesos en el mundo profesional esperando que la gente se amolde a nosotros y no dialogando con las necesidades de nuestra sociedad. Me parece que es el gran aporte”, apunta.
Aquí su diálogo con Nacion Media:
–¿Qué sensaciones te provoca que la experiencia de la Clínica Placera llegue al libro?
–Son sensaciones complejas. Por un lado, es gratificante porque el libro a mí me satisface como producto estético, pero también como producto reflexivo y de memoria histórica. Me parece que también la tarea de estos 7 años de plaza fue bastante específica y tenía su soledad también dentro de su espacio público y colectivo.
También me da un poco de tristeza y eso lo dije cuando lo presenté en Camsat, que es una organización territorial del bañado Tacumbú, me dio tristeza y enojo.
–¿Por qué?
–Porque me recordó que yo no quería trabajar con las capas medias asuncenas inicialmente, yo quería trabajar con los sectores populares, en este caso bañadenses, ¿no? Pero el golpe de estado al gobierno de Fernando Lugo interrumpió ese proceso y al presentar el libro en el Bañado me recordó esa pérdida.
–Comenzaste en 2015 en bancos de plazas de Asunción. ¿Cuál fue el disparador de tu actividad?
–Y fue ese junio de 2012, cuando sucede el golpe, yo trabajaba desde la Universidad Nacional de Asunción y desde el Ministerio de Salud en los territorios bañadenses acompañando 15 equipos de Atención Primaria en Salud. Era mi jornada laboral plena de lunes a viernes, iba a los bañados todos los días y cuando sucedió el golpe, lo viví como un manotazo, un arrebato gigante, me impactó emocionalmente.
Me pasó que coincidió con una relación de pareja en Montevideo, donde fui y estuve 3 años haciendo diferentes cosas en un contexto de políticas públicas muy creativas: ahí sí se hicieron, por ejemplo, las leyes progresistas de identidad de género, de regularización de la marihuana y de despenalización del aborto. Y en ese contexto volví en 2015 y me dije: quiero seguir trabajando las cosas que creo…
–Te dio como un impulso esa vivencia…
–Y cuando volví, no pude entrar a mis nichos laborales habituales, habían cambiado muchas cosas así que subalquilé un consultorio. Era la primera vez que iba a hacer psiquiatría clínica privada y me morí de la angustia. Viví con mucha extrañeza las baldosas, la pared sin humedad, ese tapizado de sofá combinado con la cortina, el split. Yo venía de trabajar en los patios de las villas con chanchos, bebés, ropa secándose, goteando, en algo que llamamos Clinitaria hasta el 2012.
Me dije: “A mí me gusta conversar con la gente”, así que me vinieron a la mente los bancos de plaza que tienen una cuestión maravillosa que son espacios de intimidad pública.
–Sostenés que es posible tratar la salud mental fuera del manicomio. ¿Qué avances ves en torno a esta tendencia?
–El manicomio no es necesariamente un lugar, un “adentro”. Puede recrearse en los “afueras”, por una concepción manicomiana de la salud mental, tener una posición autoritaria, llenar de psicofármacos a la gente; ordenar internaciones compulsivas en el hospital psiquiátrico, querer imponerse a las otras profesiones, no dar como válido el saber de la gente.
Me parece importante discutir ese dentro y fuera, hay mucha manicomialidad fuera del hospital psiquiátrico. Creo que estamos muy retrasados con políticas públicas. La Ley de Salud Mental permitió avances todavía muy incipientes, creo que la mirada manicomial sigue siendo la dominante en el territorio, la salud mental se disocia de la salud y esta más aún de los derechos. Entonces si no tenemos esa politización de la salud mental, somos parte del problema, reducimos el problema a diagnósticos, psicofármacos, sin contexto, sin historia, sin derecho, sin cultura, sin territorio, sin diálogo, ¿no?
–¿Cómo ves la salud mental en el país?
–Si bien creo que hay mucha gente en el Estado que quiere hacer bien las cosas, hay una crisis institucional, los desfinanciamientos, los prebendarismos, los autoritarismos, los conservadurismos, las precarizaciones, los abandonos siguen siendo la tónica dominante en muchos campos de derechos constitucionales que no se concretan.
No hay salud mental sin salud, no hay salud sin derecho, y tenemos una crisis de derechos gigantesca en Paraguay. Nos entretenemos con los efectos, no con las causas, entonces vemos una reacción de una persona que mata a sus abuelos; el uso complicado de cocaína fumable de crack llamada chespi y su presencia en las calles; las conductas suicidas, etc. Si no tratamos las causas los efectos van a seguir.
Cuesta mucho avanzar en preguntas honestas, sobre todo en un país tan desigual y tan aterrorizador porque cuando uno comienza a preguntarse estas cosas necesariamente necesita valor. No podemos construir ese argumentar sin un cierto coraje para conversar las cosas que estamos evitando como sociedad.
SOBRE EL AUTOR
Agustín Barúa Caffarena (1971) es médico por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Psiquiatra de Atención Primaria de Salud por el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y tiene una maestría en Antropología Social por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
Terapeuta. Psicodramatista por GRUPA (Grupo Psicodrama Asunción). Certificado en Prácticas Colaborativas y Dialógicas por el Houston Galveston Institute y The Taos Institute.
Investigador en Salud Mental Comunitaria por la Universidad Nacional de Pilar.
Autor de los libros “Clinitaria: andando, de a chiquito, con la gente. Acompañamientos clínicos en salud mental desde sensibilidades comunitarias” (2011), “Ejedesencuadrá: del encierro hacia el vy’a. Transgresiones para una salud mental sin manicomios” (2020) y “¿Nos sentamos acá? Clínica placera” (2025)
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Comer en compañía mejora el bienestar emocional
El profesor José Antonio López, del departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha destacado el vínculo entre el estilo de vida, la alimentación y la salud física con las emociones y ha hecho hincapié en la importancia de la socialización durante las comidas, pues comer acompañado se vincula con un mejor bienestar emocional.
“Comprender cómo la socialización influye en nuestra relación con la comida es clave para entender los posibles beneficios de seguir una dieta equilibrada y saludable, así como para ayudar a las personas a alcanzar un bienestar integral”, ha señalado en su ponencia durante las Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
Aludiendo a diversos estudios, López ha recomendado la dieta mediterránea como un modelo de alimentación equilibrada y, más allá, como un estilo de vida. En este sentido, ha apuntado que, además del consumo de productos de temporada y cercanía, también da importancia a la socialización y la práctica de ejercicio físico diario.
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“Una dieta saludable se refleja directamente en nuestro estado de ánimo”, ha explicado el experto, puntualizando además que los desequilibrios nutricionales no solo afectan al humor, sino que pueden derivar en problemas de salud más graves.
Así, el profesor ha insistido en la idea del equilibrio y el bienestar integral y ha reiterado que cada persona debe cultivar “pequeños placeres” en su día a día, como pueden ser practicar un deporte de su agrado o compartir una cerveza y un aperitivo con amigos y familiares.
Respecto al consumo moderado de bebidas fermentadas dentro de una dieta equilibrada, López ha remarcado la importancia de disfrutar de la cerveza en un contexto social y con moderación. En esta línea, ha recordado que las cantidades máximas recomendadas son 200-300 ml al día para mujeres y 400-600 ml al día para hombres adultos sanos.
Fuente: Europa Press.
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Salud mental: gran demanda de atención en la línea 155
El Ministerio de Salud Pública implementó desde la semana pasada el uso de una línea exclusiva para la asistencia psicológica y psiquiátrica, y la gente consultó masivamente, según el jefe del departamento de Tecnología en Salud Mental, Diego Lezcano.
“Sobrepasó nuestras expectativas, la gente se está adhiriendo gratamente a este servicio, que es una necesidad imperiosa. Desde la pandemia vemos una alta demanda en la atención en lo que respecta a salud mental”, dijo a la 1000 AM.
Según el doctor Lezcano, en la primera semana se atendieron entre 1.000 y 1.200 llamadas. “Estamos teniendo en promedio 80 a 100 llamadas por día; con el correr de los días estamos teniendo más llamadas en horario de la tarde”, expresó. El médico aclaró que los psicólogos brindan atención durante las 24 horas todos los días de la semana.
“En la línea 155, la persona en crisis, con sufrimiento emocional, podrá encontrar a un profesional capacitado y empático que le podrá asistir. No solo una escucha empática”, refirió.
25 OPERADORES
Actualmente el servicio dispone de 25 operadores, entre psicólogos y psiquiatras, que trabajan en tres turnos: mañana, tarde y noche.
“Tenemos a una trabajadora social que es la encargada de direccionar, gestora de casos de derivación para consultas externas”, puntualizó.
En el marco del plan Sumar, el Ministerio de Salud, a través de la Dirección Nacional de Salud Mental, habilitó la Línea de Crisis 155. El lanzamiento oficial se realizó el pasado 24 de junio en el Parque Litoral y contó con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña.
La Línea de Crisis 155 está diseñada para brindar contención emocional, intervención en crisis y orientación oportuna a personas que enfrentan situaciones de sufrimiento psíquico, riesgo suicida o necesidad urgente de apoyo psicológico. Algunos de los tipos de llamadas esperadas incluyen crisis suicidas, episodios de ansiedad y pánico, situaciones de violencia y abuso, y orientación en salud mental para personas y familiares.
El servicio de llamada funciona las 24 horas y está articulado con otros servicios de emergencia, como el 911 y el SEME, para garantizar una atención integral y efectiva. También con el servicio de Fono Ayuda 147 del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.