Desde el 5 de marzo en los cines del país, la ópera prima del director Hugo Giménez nos cuenta una parte muy presente de nuestra historia colectiva: la de los desaparecidos durante la dictadura.
Texto: Jazmín Gómez Fleitas
@jazgomezf
Fotos: Gentileza
Cinco años después, la película sale a la luz. Para Hugo Giménez, la idea de la historia nació en 2012, año en que conoció un bosque que describe como “inquietante desde el primer vistazo”. Esto fue lo sintió cuando se acercó a tomar registros fotográficos y sonoros. “Luego apareció la historia de los enterradores y trabajé en un videominuto llamado Un lugar, que ya tenía la semilla de la película. El resto se fue dando por capas y de a poco fue tomando forma”, explica.
Una ficción basada en la historia colectiva
El guion le tomó tres años de intensa escritura y reescritura. “Me dediqué a tiempo completo a eso. De manera obsesiva me entregué a ese universo sonoro y visual que iba tomando forma. El guion, desde el vamos, tuvo acompañamiento de mucha gente, porque participamos de laboratorios y talleres muy importantes a nivel mundial, donde un montón de profesionales aportaron para pensar y repensar el guion, sin importar culturas e idiomas, la película aglutinó la energía y la pasión, haciendo crecer el guion en cada etapa”, describe.
Y agrega: “Eso fue muy importante porque a veces pensamos que alguien va a robarnos un guion o una idea, y entonces no compartimos ese proceso de escritura, cuando puede suceder que ese guion no crezca o no se potencie con otras miradas. Uno debe rodearse de gente profesional, y si el proyecto es bueno, encontrarás siempre personas que puedan ayudarte a sacar lo mejor de tu historia. Por supuesto, que la reescritura también abarca a los actores, son ellos los que hacia el final del proceso lo asimilan y le dan características especiales de sus personajes: cadencia, voz y cuerpo a un texto, y uno debe estar atento en esas etapas, para lograr atrapar la esencia que aporta cada actor a su personaje”.
Cabe destacar que el guion es pura ficción, pero que indudablemente está asentado sobre bases históricas y de época que fueron validadas por personas que manejan mucho mejor esos temas y con quienes el equipo de la película se asesoró, por ejemplo, la Comisión de Verdad y Justicia que tiene registrado 423 casos de desaparecidos durante la dictadura. “Con todo el equipo involucrado en la película nos acercamos a cuestiones muy delicadas como el terrorismo de Estado o los desaparecidos de una dictadura con mucho rigor y respeto”, puntualiza Giménez.
Los personajes a conocer
El rodaje arrancó a finales de abril y se extendió durante mayo de 2018. Estaba previsto que fueran cuatro semanas pero, se terminó el rodaje en tres semanas y media y se grabó en locaciones de Patiño y Areguá.
“Todavía es muy difícil financiar una película localmente, al menos algunos tipos de películas. Nosotros logramos financiación local que nos permitió tener una pequeña contrapartida gracias a los fondos concursables ciudadanos de la Secretaría Nacional de Cultura y también del Fondec. Además se sumaron Codehupy, Diakonia, Universidad Columbia del Paraguay y El Comercio Paraguayo Compañía de Seguros. La solidez del proyecto también nos abrió el camino a coproducciones con Argentina, Francia y Alemania, y se fueron sumando el Hubert Bals Fund del International Film Festival de Rotterdam, El Programa IIbermedia, el World Cinema Fund de la Berlinale y el fondo Aide Aux Cinémas du Monde-CNC de Francia”, detalla Hugo.
Para la elección de los actores el proceso fue muy rico. Trabajaron primero un par de cortometrajes para lograr cohesionar el equipo artístico y técnico, y de esos cortos se sumaron Ever Enciso y Aníbal Ortiz. Ambos dan vida a la dupla de enterradores que sepultan cadáveres de forma clandestina, todo esto en el contexto del Mundial de Fútbol del 78, cuando se encuentran con el cuerpo de un argentino que aún está vivo.
“El argentino Jorge Román se sumó al proyecto casi en su génesis, allá por el 2013. Ya nos conocíamos de hace tiempo y un día le propuse el papel de un guion que todavía no existía y se sumó de inmediato; apenas conociendo la premisa de la película. Eso lo atrapó y ese interés se mantuvo hasta el 2018 en que pudimos grabar la película. Y Silvio Rodas, con su personaje a descubrir, es un actor que por su solvencia profesional y las características propias que exigía el personaje, fue una elección casi directa”, comenta.
Para Hugo, una anécdota que lo marcó y la recuerda con mucha claridad y emoción se remonta a la primera toma de la primera escena que grabaron. “Todo estaba listo y la cámara registraba el espeso bosque, de pronto emergen los personajes por primera vez, ante nuestros ojos y ante el ojo de la cámara. Algo que duró como unos cuarenta segundos. Después del corte nos miramos sin decirnos nada con el Director de fotografía Hugo Colace, el Foquista Ricardo Cosenza y el Asistente de dirección Mauricio Rial. Inmediatamente percibimos que había algo muy fuerte en lo que estábamos presenciando, algo solemne y respetuoso, y esa energía nos acompaño hasta el final. Es una sensación muy difícil traducir en palabras”, confiesa.
Fueron casi cinco años de un gran viaje que, en palabras de Hugo, significan: “El motor que movilizó mente, cuerpo y corazón de mucha gente que quería hacer esta película”. La posproducción fue realizada en Francia y Argentina. Y lo que sí se hizo en Paraguay fue el montaje, la construcción narrativa de la película y algunos efectos especiales.
¿Qué más adelantarles? “Que se preparen para ver una película muy paraguaya, hablada casi totalmente en guaraní y que también nos recuerda que hay horror y miedo sobre cosas que todavía no discutimos como sociedad, y que están relacionadas a la dictadura, acompañando a personajes que se encuentran al límite ante un dilema moral que deben resolver, donde la condición humana se manifiesta con fuerza en la obra”.
Ever Enciso, actor paraguayo, da vida a uno de los dos enterradores protagonistas.
El programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana. Foto: Emilio Bazán
Cris Arana: “Hay que tener memoria para construir un país”
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Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana, quien estrenó recientemente el cortometraje documental “Emilio Barreto: ángeles y demonios”, que cuenta la vida del actor y perseguido político durante la dictadura. Además de compartir la experiencia del rodaje de esta y otras producciones, Arana hace un llamado a no olvidar el pasado como clave para construir el futuro de nuestro país.
–Te quiero agradecer primero por este importante aporte a la memoria en un país desmemoriado.
–La verdad es que estamos rescatando la memoria de una persona que vivió una etapa muy oscura de Paraguay, 35 años de dictadura tuvimos y 35 años de democracia se cumplen ahora. Me puse a reflexionar sobre esto y hay que tener memoria porque de eso se trata construir un país entero.
–Cuéntanos cómo empezó esto de contar la historia de Emilio Barreto.
–Yo vivo en España desde los 17 años. En plena pandemia, en 2020, vine para acá y entonces en ese momento me puse a buscar historias que contar. Me reuní con mi amiga Tana Schémbori y hablando así de cosas me dice “¿conoces a Soledad Barrett?”. Entonces empiezo a investigar digo “qué pasada de historia”. Entonces, hicimos ese ejercicio de hacerle entrevistas a personas que conocían la historia en concreto de Soledad. Y entonces me dice Tana “te tengo que presentar a Emilio Barreto porque él conoció a Soledad y él es un actor muy conocido”. Llegamos a su casa y él empieza a decir “cuando mataron a Soledad, creo que yo ya estaba en la cárcel”. Entonces fue como el punto de partida.
–Era puro testimonio.
–Sin parar contó todo lo que le habían hecho, el día que lo secuestraron, el día que secuestraron a su mujer. Yo le pregunté “¿por qué estuviste en la cárcel?”. Y él no sabía contestar. Una persona que pensaba diferente y por eso estuvo 13 años de su vida en la cárcel.
RECONEXIÓN CON PARAGUAY
–Antes de sumergirnos en el documental sobre Emilio, ¿puedes hablarnos un poquito de “Y”, tu trabajo anterior?
–Ese trabajo fue muy bonito porque fue inesperado totalmente. Gracias a York volví a conectar con Paraguay. Vine para aquí y York trabajaba en el mundo de la moda. Entonces él me dice “yo quiero hacer un corto contigo”. Yo tenía en la cabeza “yo quiero hacer esto”. En plena pandemia vine y hacía un calor de morirte, pero a las cinco de la tarde cortaban el agua. Y digo ¿pero por qué cortan el agua? Yo estaba obsesionada todo el rato con el tema del agua y venga bidones y venga botellas y venga cualquier cantidad de cacerola. Estábamos en la pandemia, necesitamos lavarnos todo el rato. Yo preguntaba a la gente y entonces me decían “no pasa nada con el agua”. Y luego empecé a entender. Se acostumbraron a vivir de esta manera. Nos acostumbramos a vivir de una forma precaria. No se puede vivir de esta manera.
–¿Cuál fue el siguiente paso?
–El director de fotografía Diego Benítez me dice “vamos a hacerlo ya”. Cuando eso ya habíamos conocido a Emilio y entonces yo estaba visualizando rodarlo en casa de Emilio y qué loco que Diego también me dice lo mismo. Esa conexión entre director y director de fotografía tiene que haber. Si no te lee la otra persona es muy complicado.
–¿Y en ese tiempo Emilio ya sabía que iba a ser centro de una película?
–No. Ya habíamos grabado el testimonio de Emilio, pero yo todavía no había vuelto a España. Veo todo el material que habíamos rodado con Emilio y me acuerdo que me dice mi editor y “¿qué hacemos con esto?”. Qué increíble su historia. Una hora y media un señor sentado contándote todo sobre su vida. Ves los brutos y no te levantas de la pantalla.
DUALIDAD
–Hay una frase emblemática del avance de la película donde habla de ángeles y demonios. ¿Qué ángeles y demonios existen al interior de esa película?
–Pobrecito. Él mismo lo dice: “Dentro mío hay un ángel y también hay un demonio”. O sea, entre el perdón y el no perdonar. Ese hombre tendrá un montón de cosas en la cabeza. Él dice en el documental “perdono a mis torturadores, pero no perdono a la gente que ordenaba hacer esto”.
–¿Qué te dejó esta historia?
–Ha sido un proceso de cuatro años y yo recién ahora me estoy dando cuenta también de la importancia de recuperar y de haber hecho este trabajo. Es importantísimo lo que hemos hecho, pero recién ahora soy conciente de ello.
En un momento dado yo lo veía también veía como guionista, como directora y como productora. Ahora cuando me estoy empezando a dar cuenta de la importancia que tiene todo esto, estamos recuperando la memoria de un señor de un pasado bastante oscuro. Y además, esta es la historia de amor de Emilio. Y 13 años de su vida estuvo en la cárcel sin haber sido juzgado. Entonces, es recuperar la historia de un país. Y creo que deberíamos hacer este ejercicio de reflexión. Bueno, ¿cómo estamos ahora?
–¿Te parece que está bastante ausente en la sociedad la mirada crítica sobre el pasado?
–Claro, es que no se habla del tema. Esto es un puente que se convierte en dos mundos. Es como una oda a la memoria y la historia, pero luego veo gente que dice “ojalá vuelva el general”. Digo entonces “creo que no se sabe mucho sobre esto”. Yo me acuerdo que cuando era pequeña decían “cuando estaba Stroessner se vivía mejor”.
–¿Ya conocías a Emilio como actor? ¿Cómo te impactó como persona?
–Pues no lo conocía. Me lo presentaron y empecé a investigar sobre él y después de haberme contado su historia, veo todo lo que aparece en internet, la información que hay es que él es actor. Había alguno que otro documento por ahí de que efectivamente él había estado en la cárcel, pero no solamente Emilio, un montón de gente desapareció, desapareció el padre de Emilio, el hermano de Emilio.
OLVIDO
–Eran desapariciones familiares.
–Hay un olvido permanente, aquí de esto no se habla. Y creo que es muy importante hablar de esto. En España le mostré a un amigo mío documentalista y me dice “tienes que ver esto, esto y esto. Madre mía, lo que le pasó a este hombre, pero que sepas que en España esto ha ocurrido cantidad de veces”. Empecé a ver documentales uno detrás de otro y luego digo “habrá que hacer este documental”.
La cineasta paraguaya Cris Arana
–Muy impactante también esta experiencia porque Emilio, después de relatar a través de de su actoría a miles de personajes, un día se encuentra con el desafío de relatarse él mismo.
–A esto es lo que iba. Le llamo por teléfono y le digo “oye, Emilio, ¿a ti te gustaría hacer un documental sobre tu vida”. Y me dice “por favor, yo necesito contar esto”. Entonces, fíjate lo que es la magia del cine, ¿no? O sea, si no hubiéramos llegado a conocer a Emilio, si no hubiéramos hecho ese trabajo de investigación sobre otra persona, el testimonio de Emilio se hubiera quedado allí. Y nadie más hubiera hablado de ello, excepto esos familiares, esos hijos, ¿no? Pero tener esto es muy importante, es recuperar la memoria, que es una forma también cultural y educacional. Cuando veas la película te darás cuenta.
–¿Que se trate de un profesional de la comunicación desde su condición de actor dio un plus para el relato de su vida?
–Él es actor, pero no está actuando esto que nos está contando. O sea, él vivió todo eso. A él lo secuestraron, lo torturaron. A su mujer también la secuestraron, perdió lo que podría haber sido su primer hijo. Le pasaron muchas cosas y todavía se sigue acordando. El otro día él me dice “Cris, te tengo que decir una cosa. El otro día me llamó un periodista de Argentina y esto no te lo he contado porque tenía muchísima vergüenza. A mi esposa le enviaban trocitos de mi oreja, pero que sepas que le he contado a este periodista, pero no te lo he contado a ti. Lo siento mucho”. Este hombre pidiéndome perdón porque no me había contado que le habían cortado la oreja. O sea, Emilio, ¡perdóname tú!
–¿Qué es lo que puedes contar de la peli?, ¿cómo está organizada?, ¿la locación?
–Empezamos a rodar en su casa. Fue cuatro años de rodaje entre que yo iba y venía. Y él siempre esperando. Cuando él acepta hacer el documental yo empiezo a hacer un cuestionario, una especie de escaleta. Para mí fue una escuela también, un aprendizaje. Es mi primer cortometraje documental. Y entonces empiezo a hacer ese trabajo de preguntas y llego a su casa. Entonces le digo “para romper un poco todo esto, ¿te importa que vayamos recorriendo lugares por donde habías estado?”. Entonces fuimos al río, fuimos a Emboscada, fuimos al Museo de las Memorias. Allí él iba relatando poco a poco, pero era complicado porque yo tenía tanta presión en el cuerpo.
–Y que no pareciera la búsqueda del dolor por el dolor, sino por la transmisión de la memoria.
–Exacto. De repente te cuento esto. Una anécdota que dice... Bueno, mejor habría que ver la película (risas).
HISTORIA DE AMOR
–Y supongo que el tratamiento de la peli tiene todo un cuidado especial.
–El otro día fue el preestreno. Emilio no lo había visto nunca y me dice “¿entonces ya me puedes enviar la película? Le digo no “Emilio, lo tengo que ver contigo”. El otro día lo vimos y fue muy emocionante. Tuvimos dos proyecciones. En la primera proyección, llegó un momento en que me agarra la mano y no me suelta hasta el final. La segunda proyección se rompe y llora. En la primera proyección estaba mirando los detalles, porque claro, él sabe toda su historia, él se acuerda de todo lo que habíamos grabado, entonces quería ver cómo estaba hecha la película, y efectivamente es que es una historia de amor que desborda emoción, simbolismo. Al terminar de rodar se lo envío a amigos míos que son programadores, que son distribuidores, y me dicen “Cris, es muy complejo este formato, tienes un mediometraje. Acuérdate que en los festivales o son largometrajes o cortometrajes. Ya me costó la primera vez el corte.
–Y cuál era tu disyuntiva, ¿alargarla o acortarla?
–Es que ya no teníamos dinero y no sabíamos qué cortar en la película. Vaya sufrimiento, rodar, editarlo. Ahora estoy feliz porque ya la hemos estrenado, ya se ve la peli, es maravillosa. Emilio lo quiere a su película y el equipo también está orgulloso del trabajo que hemos hecho.
–En gran medida para las diferentes formas de relato histórico en Paraguay, los grandes momentos son las guerras. Después empiezan los momentos oscuros que no salieron a la luz y creo que ese es un aspecto fundamental de tu película.
–Lo que no se cuenta no existe y como esto es un documental estamos contando algo que ha ocurrido, que es real y creo que aquí es donde tenemos que reflexionar al ver la película. Paraguay tiene algo pendiente con todo esto que ocurrió en aquel entonces. Hay víctimas, familiares. Creo que esto es como una grieta abierta y contándolo se sana. Esto es como cuando tú vas al psicólogo porque quieres sanar algo o porque quieres que te ayude en algo.
–Y también en 30 años, aunque ya no estuvieran las víctimas, la memoria es lo que tendría que ayudar para que los errores no se repitan.
–Se supone, pero eso es algo muy fantasioso. Se vuelve a repetir. Mira cómo está el mundo.
Cris Arana
LA REALIDAD COMO INSUMO
–A propósito del mundo, ¿cómo vive una realizadora paraguaya en España?
–Ahora mismo estoy centrada en la escritura, estoy escribiendo la película que quiero rodar aquí en Paraguay. Es ficción inspirada en hechos reales. O sea, cosas que me han ocurrido. A mí me gusta contar historias que en realidad ocurrieron o que han ocurrido o me han inspirado por una fotografía, o una historia que me han contado o una historia que haya visto. Y luego tengo otro proyecto, que es sobre el confinamiento. Esto lo empecé con un periódico en España. Lo que pasa es que nadie quiere hablar del confinamiento todavía. Entonces es un tema complejo. No sobre el covid, sino sobre el encierro.
–Tenés razón, se ha hablado muy poco de ese fenómeno social del confinamiento.
–Exacto, hubo un antes y un después de todo esto que vivimos.
–¿Cómo es el cine en Paraguay hoy?
–Pues creo que se están haciendo cosas muy chulas, ¿no? Bueno, poco a poco. Esto es como todo.
–Es una industria nueva, es un país nuevo.
–Exacto. Paraguay es un país muy joven. Entonces hay mucho por hacer, hay gente con muchísimas ganas. Mira todas las películas que se han hecho. Enfocados en calidad realmente.
Las torturas no doblegaron a Pablo Herken: “Yo vencí al estronismo”
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Publicado por Hoy.com.py
Fotos: Archivo
El reconocido economista y analista político Pablo Herken, quien falleció el pasado 1 de setiembre a la edad de 70 años, fue una de las tantas víctimas de la nefasta dictadura impuesta por Alfredo Stroessner. En su juventud fue torturado, pero nunca demostró un atisbo de derrota ante quienes lo sometieron a los más bárbaros métodos de castigo.
La muerte de Pablo Alfredo Herken Krauer, por complicaciones de una patología intestinal, tomó de sorpresa a toda la sociedad paraguaya. Fue uno de los profesionales más respetados en el ámbito económico, reconocido por la sociedad por su célebre frase “duele decirlo, pero hay que decirlo”. Además, fue periodista, comunicador social, consultor, docente y analista político.
El país estuvo bajo la dictadura del general Alfredo Stroessner por casi 35 años y en ese periodo Pablo sufrió en carne propia las medidas represivas del régimen autoritario.
Detenido por la dictadura por expresar sus ideas pintando murallas, fue torturado, pero nunca gritó. Así lo recordó en el documental “Los 35 años del stronismo”, emitido el 13 de diciembre de 2011 en la TV Pública Paraguay.
Ficha del detenido entonces por la dictadura estronista, Pablo Alfredo Herkan Krauer
En julio de 1972, cuando aún era menor de edad y estudiante, fue detenido por la Policía porque su hermano había sido fichado anteriormente. “Buscaban a mi hermano, pero no lo encontraban. En mi ficha figuraba que yo había estado en Cuba, Argentina, Uruguay y Chile, y que era un líder de extrema izquierda sumamente peligroso, pero nunca había ido a Cuba y con mis padres había ido de vacaciones a Argentina”, recordó.
Estando en el calabozo incluso se despidió de sus padres, creyendo que nunca más los iba a ver de vuelta. Allí estuvo dos semanas y luego fue soltado.
NUEVA DETENCIÓN
El 31 de enero de 1974, siendo cabo de infantería, fue nuevamente detenido en su vivienda. A bordo de la Caperucita, aquel temido vehículo de color rojo utilizado durante la dictadura estronista para detener y secuestrar personas, Pablo fue llevado a la Comisaría 3.ª Metropolitana. En esa misma sede policial desaparecieron varias personas y otras estuvieron privadas de libertad injustamente durante años sufriendo los peores vejámenes.
Allí estaba junto con otros “enemigos del régimen”, muchos de ellos jóvenes, sus amigos y conocidos. “Al primero que llaman es a mí. Me dicen ‘desvístase’ y quedo en calzoncillos. Al entrar a una habitación me agarra un tremendo pánico porque veo una pileta y cables eléctricos, además de un palo especial para pegar”, rememoró.
Lo peor estaba por llegar. Sus captores lo ataron de pies y manos para manejarlo a su antojo. Le pegaron en la planta de los pies hasta el punto de infligirle un dolor terrible que luego le impidió caminar pisando con toda la planta del pie. “Como no gritaba, me pegaban muchísimo más. Eso me di cuenta luego cuando les tocó a mis compañeros (la sesión de tortura). Teníamos toda deformada la planta del pie”, comentó.
Como si esto no fuera poco, luego le metieron a la tina con agua sucia y excremento. Así lo tuvieron por mucho tiempo. Su pecado: haber pintado murallas.
ANHELOS DE LIBERTAD
“Lo que tiene el terror y la tortura es que una vez que te tocó, ese toque te queda toda la vida.
Todo por pintar paredes, que es lo que hoy se hace hasta por divertirse. Queríamos ser libres, expresar nuestras ideas, queríamos conquistar el mundo y conseguir la paz, que hoy son los ideales. Nosotros nos expresamos y fuimos castigados”, contó durante esa entrevista.
Su familia intentó verlo durante su detención en esa sede policial, pero el régimen nunca lo permitió.
Tras esas sesiones de tortura, vino la orden de que él, junto con otro cabo y un sargento que también estaban en carácter de detenidos en la comisaría, sean entregados a la Policía Militar. Así, los tres fueron enviados al Chaco, donde estuvieron durante dos años como castigo.
Según mencionó Herken, durante aproximadamente siete años no pudo dormir sin tener pesadillas sobre su lugar de tortura. En este mal sueño le venía a la mente una imagen reiterativa: siendo llevado nuevamente por la Policía a la Comisaría 3.ª Metropolitana y él rogando que no lo hagan porque ya había estado allí antes.
ORGULLO
Durante la entrevista expresó que tenía muchas ganas de llorar al rememorar su paso por esa dependencia policial, pero a la vez le reconfortaba poder decir “yo vencí al estronismo, nunca grité y me siento orgulloso de nunca haber gritado”.
Así también, en otra entrevista con “Expresso”, del canal GEN, detalló que su detención del 74 fue por una protesta (casi infantil) que se hizo contra la suba de los precios de los combustibles y alimentos. Como era cabo de infantería, según comentó, fue considerado por el régimen como un peligro al tener, supuestamente, cierta influencia sobre los demás uniformados.
“Me llevaron a la comisaría, pensé que iba a ser una cosa fácil de pasar, pero allí experimenté mi primer y último caso de tortura violenta, desagradable, dolorosa, humillante, que te encierren y te jueguen como si fueras una porquería, era humillante. Para ellos tu vida no valía nada. Cuando me metieron a la habitación lo primero que pensé fue ‘no les voy a dar el gusto de llorar, gritar o decir basta’. Ese fue mi grave error: me hicieron de todo, pero no lloré y eso les puso más fieras. Al final yo me iba, sentí como que a ellos se les iba la mano y me desvanecía. Me despertaba al día siguiente y decía ‘no morí’”, relató sobre ese episodio.
Como cierre de la nota, Herken instó entonces a la ciudadanía a pelear y defender la libertad a muerte, porque sin ella una persona no es humana ni digna.
Ganadera Las Pampas logró una gran campeona en la raza braford
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La segunda jornada de las tareas de juzgamiento de la raza bovina Braford finalizó con la Gran Campeona en hembras, una ternera de 15 meses correspondiente la Ganadera Las Pampas. Las tareas proseguirán mañana hasta el viernes 12 de julio en el marco de la Expo Nacional e Internacional de Ganadería 2024.
La ejemplar “Pepita” se encuentra preñada de 30 días y posee 500 kilos, según explicó a La Nación/Nación Media Hugo Giménez, veterinario de la estancia. “Nos sentimos más que felices, no tiene comparación esto. Ella va a seguir compitiendo y va a ir a la Expo Rodeo Trébol en agosto”, expresó.
La competencia inició ayer martes en el Campo de Exposiciones de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), donde se demostró la consistencia de las razas. Además compitieron polled hereford, senepol, guzerat y belmont red en la especie bovina; y la raza criolla en la especie equina.
La ganadera Las Pampas se consagró con la Gran Campeona de la Raza Braford. Foto: Roberto Zarza
La jura y premiación de los expositores destacados estuvo acompañada por la Comisión Directiva Central de la ARP liderada por el presidente del gremio, Daniel Prieto Davey; el vicepresidente primero, Mario Apodaca; el vicepresidente segundo Ceferino Méndez; el titular de la Comisión Central de Exposiciones (CCE), Dr. Mustafá Yambay, el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), entre otros.
Los trabajos de jura de bozal se realizan desde el martes 9 de julio hasta este viernes 12 de julio donde en estos días, cerca de 2.000 ejemplares de 33 diferentes razas y de 400 expositores pasarán por las pistas del Ruedo Central. Las primeras razas en entrar en competencia fueron: árabe, criolla, appaloosa, alpina, anglo nubian, boer, toggenbur, pega y mediterránea.
Martinessi llevará al cine un famoso crimen de 1959
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El cineasta paraguayo Marcelo Martinessi, autor de “Las herederas” (2018), ganadora de dos Osos de Plata en la Berlinale; finalizó el pasado 20 de abril el rodaje de su segunda película, que llevará por título “Narciso” y se inspira en la historia del locutor Bernardo Aranda, cuyo extraño crimen conmocionó a la sociedad paraguaya en 1959 y desató una persecución de la dictadura que creó la famosa “lista de los 108″. El estreno está previsto para el 2025.
“Hemos culminado, con mucho éxito y muy contentos, el rodaje de la película Narciso”, dijo Sebastián Peña Escobar, productor general del proyecto cinematográfico, en una transmisión en vivo emitida el 25 de abril desde la sala de Cine de Barrio, en Asunción, junto a Martinessi y Ana Arza, directora de producción.
Peña recordó el origen de “Narciso”: “Fue un día Marcelo a casa, en diciembre de 2019, y me pone sobre la mesa un libro de color rojo, que decía Narciso en el título, era una novela de Guido Rodríguez Alcalá, en donde básicamente contaba una historia que estaba relacionada con Bernardo Aranda y los sucesos del año 59. A mí me gustó mucho esa novela. Marce me dice: ‘Pensalo, porque me gustaría hacer una película sobre la base de esta novela’. Así empezamos a meternos en este proyecto”.
El productor de “Las herederas” y director del documental “Los últimos” (2023) relató que en febrero de 2020 acudieron al foro de coproducción de la Berlinale y ganaron el premio de la fundación Arte-Kino. En setiembre de 2020 acudieron al foro de coproducción de San Sebastián, donde lograron el premio Dale! Además, el proyecto recibió un fondo de Ibermedia.
“Marcelo se abocó a unos dos a tres años de investigación profunda, en archivos, en entrevistas a personas que eran de la época”, indicó Peña, y que trabajó de cerca con el arquitecto, artista y director de arte Carlo Spatuzza para configurar la estética de hace 70 décadas. Así se configuró una coproducción entre 7 países, aparte de Paraguay: Alemania, Uruguay, Francia, España, Portugal y Brasil.
Entre setiembre y octubre de 2023 hasta febrero de este año se realizó la preproducción, y el rodaje arrancó el lunes 4 de marzo. Fueron 7 semanas de grabaciones, enteramente en locaciones de Asunción y principalmente por las madrugadas, que finalizaron el sábado 20 de abril, junto a un equipo nacional e internacional.
Ana Arza, Sebastián Peña y Marcelo Martinessi ofrecieron una conferencia virtual, y anunciaron futuras transmisiones para compartir novedades sobre "Narciso". Foto: Gentileza
El sueño de los ‘50s
“Yo creo que fue un proceso muy desgastante en todos los sentidos. Ahora me encanta estar de este lado de la vida porque estábamos muy desesperados, a veces, en todo lo que implicaba este proyecto en cuanto a todas las fuerzas que tuvieron que unirse, que tuvieron que coordinarse, estar muy conectadas para que la película pudiera hacerse”, expresó Martinessi.
“Quiero agradecer, primero que nada, a todo el equipo; yo no filmo mucho, después de mucho tiempo volver a un set y ver cómo creció mucha gente que conocía antes, ver gente de nuestro equipo local súper segura e interesante. También tuvimos la dicha de poder contar con un equipo internacional fantástico en lo profesional y lo humano”, siguió el cineasta.
“Eso da un resultado esta linda locura que se genera en el cine cuando hay conexión entre todos. Sentí a lo largo del proceso que estábamos disfrutando del resultado de la película, lo que estábamos contando. Nos sumergimos en esta especie de sueño de los ‘50s”, comentó, agradeciendo al escritor Guido Rodríguez por permitir el libre uso creativo de su novela publicada en 2016 para el guion que escribió Martinessi.
“A pesar de no tener una industria de cine muy regular, hay actores que me sorprendieron desde el primer día y es lo más lindo que tiene esto, cuando uno escribe historias que requieren de personalidades, de carácter, que apuestan mucho a la performance”, destacó el director. “Se que hay gente que, por ahí, si tuviese más trabajo en cine desarrollaría una carrera más sólida, y a pesar de no tener tantas cosas en Paraguay, la gente tiene un nivel de trabajo increíble”.
Una veintena de actores y más de un centenar de extras participaron de las grabaciones en Asunción. Foto: Gentileza
“Gente que se puso la camiseta”
Por su parte, Arza describió que contaron con un crew fijo de más de 60 personas, entre ellos, 14 extranjeros; así como 150 extras y un elenco de 18 a 20 personas. “Realmente trabajamos con gente que se puso la camiseta, que quiere hacer cine en Paraguay y que, sobre todo, quería hacer este proyecto”, comentó.
Peña aludió al trabajo con las empresas de rentals y el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y el Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (Inap) para conectar con el Ministerio de Industria, la Dirección de Migraciones o la Administración Nacional de Electricidad (Ande), entre otros entes. “Hacer esta película hubiese sido imposible sin este trabajo mancomunado de todo este ecosistema de instituciones, de personas, de profesionales, de coproductores extranjeros, de asociados locales. Realmente fue enorme el proyecto, muy ambicioso, y estamos muy contentos de haber llegado acá”, dijo.
Más de 60 profesionales integraron el equipo técnico en el rodaje. Foto: Gentileza
Siguientes procesos
“El cine es un trabajo colectivo. Para mí la colaboración, yo trabajo más directamente con las cabezas de equipos, con Carlo Spatuzza, Gabi Vitarino, Luis Arteaga, Apostiño, con un montón de gente como Mauricio Rial, que fue asistente de dirección”, comentó Martinessi. “Hicimos casting durante mucho tiempo, fue uno de los procesos más lindos, más difíciles, más desafiantes, pero realmente tenemos un elenco genial, de un montón de talentos locales y un par de talentos internacionales que se sumaron con las coproducciones”.
“Nos queda por delante un proceso de edición en Uruguay, con Fernando Epstein, al igual que ‘Las herederas’. Nos queda un proceso de edición de sonido que se va a hacer en Brasil, y una mezcla de sonido en Portugal. Nos queda en España toda la parte de banda sonora original, y, por último, en París toda la corrección de color, finalización y subtitulados. Son procesos que van a demorar unos meses, entonces, la idea de este primer contacto era sobre todo decir que terminamos una etapa muy dura, estamos muy contentos con eso y agradecer a toda la gente que hay que agradecer”, añadió el cineasta.
La producción buscó recrear los años 1950 en Paraguay con varios objetos de esa época. Foto: Gentileza
Territorio de disputa
En la parte final del live, Martinessi profundizó su reflexión sobre el camino que busca “Narciso” para llegar a la pantalla grande: “Estos procesos que son muy abiertos, muy vivos, también son procesos de descubrimiento y nosotros partimos con la seguridad de que teníamos un relato fuerte en el libro de Guido que queríamos transmitir, una manera de contar en Paraguay los años 50, pero también con un Paraguay que nos puede enseñar mucho del Paraguay del mundo de hoy”.
“Yo creo que el cine es una herramienta demasiado importante, es un territorio de disputa, y creo que esta película es de alguna forma se para firmemente contra todo tipo de autoritarismo, es una película que puede también ser una reflexión desde Paraguay al mundo, en un mundo que necesita cada vez más cine. Pienso en lo que está en la Argentina, por qué el ataque al cine”, refirió.
“Creo que, en Paraguay, nosotros estamos en un proceso muy dinámico y muy vibrante a partir de la creación del INAP, y ojalá que este tipo de proyectos, este tipo de reflexiones súper necesarias para la sociedad nos ayuden también a fortalecer toda la cinematografía de Paraguay y nos ayude a colocar al cine en ese lugar donde sea un lugar de encuentro, pero también un territorio de disputa de pensamiento, cultural y de mirada al futuro”, concluyó Martinessi.
"Narciso" se estrenará en la primera mitad del 2025. Foto: Gentileza
Sinopsis y equipo técnico
La trama del film está inspirada libremente en la vida de Bernardo Aranda, locutor paraguayo asesinado en misteriosas circunstancias en el año 1959. Es el retrato de un joven rebelde que volvía loca a la provincial Asunción, y pone bajo su foco narrativo a personajes y rasgos socioculturales que caracterizaban a la sociedad paraguaya de aquellos años, haciendo hincapié en la llegada del rock and roll al país en el mismo momento en que se consolidaba un régimen dictatorial.
La dirección de fotografía estuvo a cargo de Luis Arteaga y la dirección de arte a cargo de Carlo Spatuzza, ambos profesionales con quienes Martinessi viene trabajando desde su primer corto, “Karai Norte”, estrenado en el 2009. La dirección de producción estuvo a cargo de Ana Arza y la jefatura de producción a cargo de Ivana Urízar.
A partir de ahora, “Narciso” entra en etapa de post producción y transitará por laboratorios, salas de montaje y estudios de audio en Uruguay, Brasil, Portugal, España y Francia. Se prevé que esté lista para diciembre de este año y que su estreno se concrete en la primera mitad del 2025. Para seguir de cerca los detalles de la película, el público puede acceder a las cuentas en redes sociales de “Narciso” en Facebook e Instagram (@narciso_lapelicula).
“Narciso” es una coproducción de La Babosa Cine con las casas productoras Pandora Filmproduktion (Alemania), Esquina Filmes (Brasil), La Fábrica Nocturna Productions (Francia), BTEAM (España), Oblaum Filmes (Portugal), y Mutante Cine (Uruguay).
La actriz Ana Brun y el director Marcelo Martinessi ganaron Osos de Plata en la Berlinale por "Las herederas", en febrero de 2018, durante su estreno mundial. Foto: AFP
La productora
La Babosa Cine S.A. es una productora independiente con sede en Asunción. Dirigida por Marcelo Martinessi, Sebastián Peña Escobar y Carla Martinessi, su objetivo es trabajar en coproducciones internacionales para realizar películas con una alta calidad artística. La compañía nació como plataforma para producir los cortometrajes de Marcelo Martinessi en 2009. Su primer largometraje, “Las herederas”, es una coproducción de seis países y se estrenó en el Festival de Cine de Berlín (Alemania), Berlinale 2018, donde ganó dos Osos de Plata y el Premio Fipresci. El filme recorrió más de 107 festivales alrededor del mundo, obtuvo 47 premios internacionales y fue estrenada comercialmente en 16 países de Europa, Asia y América.
El documental “Los últimos” es el largometraje debut de Sebastián Peña Escobar y fue estrenada en la International Competition del Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam IDFA (Países Bajos), en noviembre 2023. Este año ya estuvo en competición en el Festival de Cine de Málaga (España) y en el Festival de Cine de Punta del Este, donde fue premiada como mejor documental”. Además, durante el 2024, estará en competición y/o participando de festivales en Estados Unidos, Alemania, Italia, México, Brasil, y República Checa.