La keratina es un compuesto muy conocido, especialmente para recuperar la vitalidad del cabello. Resulta muy efectivo porque se trata de una proteína presente de forma natural en la dermis, uñas y melena.

Esta proteína posee una estructura fibrosa, es rica en azufre y es el componente principal de la capa más externa del cabello: la cutícula. Esta se encarga de proteger el interior de las fibras capilares, a la vez que aporta brillo y color.

Cuando el cabello es “maltratado”, es decir, se lo somete a tinturas, condiciones climáticas o un mal cepillado, la cutícula tiende a hincharse y se abre, por eso se pone seco, frágil, poroso y hasta quebradizo.

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El aceite de keratina es excelente para recuperar el cabello, pero también sirve para las uñas, y la piel. En el caso de las manos, ayuda a fortalecer las uñas, evita que se quiebren y promueve su crecimiento natural. En la piel, es un excelente humectante, a la vez que ayuda a eliminar las células muertas y a estimular su regeneración.

La versatilidad de este producto se debe a que es una mezcla de aceites que se infunden con micropartículas de proteínas de keratina, esto hace que penetre en las capas más profundas y se pueda usar en diferentes zonas.

¿Cuáles son los beneficios en el cabello?

-Restauración y fortalecimiento: Gracias a los aminoácidos y nutrientes que contiene, favorece la recuperación capilar, mejora el aspecto del cabello y aumentando su grosor.

-Elimina el frizz: porque sus bondades hidratantes acondicionan las hebras capilares porosas, esto hace que el volumen y encrespamiento desparezcan por completo.

-Se adapta a todo tipo de cabelleras, no solo las lacias.

-Protector: aportando mayor elasticidad al cabello para protegerlo del daño ocasionado por el agua caliente, la planchita o el secador de pelo, también de las decoloraciones frecuentes y la exposición al sol.

¿Cómo se usa?

Para el cabello: Aplicá el oleo desde la mitad de la melena hasta las puntas, dejá que actúe por un mínimo de dos horas y luego lavate la cabeza de forma habitual. Podes repetir el procedimiento de 2 a 3 veces por semana,

Las uñas: Se puede usar como un humectante de manos; al aplicar y masajear todas las zonas las uñas también se verán beneficiadas, eso sí, no tienen que estar esmaltadas.

Piel: Podes aplicar unas gotas sobre la zona a masajear o agregarla a tu crema hidratante para el cuerpo. En el caso del rostro, es mejor evitar su aplicación o consultar previamente con un dermatólogo.

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