Prepararla en casa es bastante sencillo y con esta misma receta, podes elaborar leche de otros frutos secos también, ¡anotala!

La leche de almendras, además de ser muy sabrosa, es muy nutritiva. Es rica en vitaminas A, B, E y D, proteína vegetal, omega 6, zinc, calcio, hierro, magnesio y potasio. Su aporte de fibra ayuda a proteger las paredes de los intestinos y a regular los niveles de azúcar en sangre.

También es bueno para el cabello, la piel y las uñas por aportar vitamina B2, es más fácil de digerir y cruelty free. Solo se recomienda que personas con problemas de tiroides, alérgicos, bebés e infantes menores de 3 años eviten su consumo.

Para 1 litro de leche de almendras se necesita:

-150 gr de almendras crudas. -800 ml de agua fría. -Azúcar o endulzante al gusto.

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Preparación

Hay que dejar en remojo (como se hace con las legumbres) en agua durante 8 horas. Una vez que se activen multiplicarán su tamaño, hay que quitarlas del agua y secar bien.

En un procesador o licuadora hay que triturarlas durante algunos minutos, luego agregar el agua fría, el endulzante y continuar procesando. Lo siguiente es agarrar un trapo de algodón, tipo filtro de café y colar toda la mezcla hasta que la masa de almendras quede totalmente seca.

Así como está, la leche está lista para consumir, también se puede guardar en la heladera durante 2 o 3 días máximo, pasado ese tiempo y al no tener conservantes, el elixir ya no estará apto para su consumo.

Como tip extra: los restos de almendras trituradas pueden servir para elaborar cookies caseras, bizcochuelos o budines.

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