A pesar de llevar una buena higiene, siempre quedan restos de bacterias en la boca. Estos microorganismos se mezclan con proteínas y subproductos alimenticios formando una película adhesiva llamada placa dental, que luego se convierte en lo que conocemos como sarro.

Esta placa contiene bacterias que pueden dañar el esmalte de los dientes y, en consecuencia, provocar caries. Si se elimina regularmente dicha placa se previene la formación del sarro, caries y se evitan enfermedades bucales.

¿Dónde se forma el sarro?

Este biofilm dental áspera y porosa, normalmente se forma por encima y por debajo de la línea de las encías y dificulta el cepillado adecuado de los dientes. Básicamente porque contiene bacterias que pueden irritar y dañar las encías.

Su presencia puede desencadenar enfermedades leves como la gingivitis o, en el peor de los casos, periodontitis que puede derivar a la pérdida de piezas dentales.

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¿Cómo prevenirlo?

1- En principio la higiene. realizar un buen cepillado tres veces al día durante, al menos, dos minutos. En el proceso hay que asegurarse de limpiar la parte de atrás de los dientes y los molares posteriores.

2- Sumar el hilo dental a la rutina. Esta herramienta elimina la placa entre los dientes, zonas donde el cepillo no llega. La pasta dental también es otro detalle importante; el producto debe contener triclosán, una sustancia que combate las bacterias en la placa.

3- Enjuague bucal. El buche debe ser antiséptico para poder eliminar las bacterias peligrosas.

4- Comida y agua. Varios alimentos, como los azucarados y almidonados, favorecen la proliferación de estos microorganismos, esto se debe a que al consumirlos se libera ácidos nocivos para la salud bucal, también hay que ingerir mínimamente 2 litros de agua por día.

5- Hábitos. Esta afección se predispone en personas fumadoras, incluso está comprobado científicamente que vapear también perjudica la salud bucal. Por otro lado, hay que realizar visitas semestrales a un dentista para que chequee el estado general de los dientes y remover el sarro, en el caso de que se haya formado.

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