Como snack o postre, esta fruta es rica en fibra, proteínas e hidratos de carbono. Además de ser deliciosa y dulce, posee pocas calorías y muchas propiedades que nos ayudan a prevenir enfermedades y fortalecer el sistema inmune.

El color de la piel no es lo único que las diferencia, sus sabores son distintos y sus valores nutricionales también varían. Ambas son muy saludables, pero dependiendo qué quieras aprovechar de esta fruta, te convendrá optar por una o por otra.

Las manzanas rojas tienden a ser más dulces, jugosas y carnosas, su corteza también es más fina, mientras que las verdes poseen un sabor más agrio o ácido y una cáscara más gruesa, lo que las vuelven más sustanciosas a la hora de comerlas.

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Independientemente de su color, las manzanas son ricas en vitaminas y minerales, poseen antioxidantes, pectina, quercetina y flavonoides, compuestos que protegen las células del daño oxidativo y reducen la posibilidad de padecer enfermedades crónicas del corazón y el hígado. Cada 100 gramos de esta fruta contiene tan solo 53 calorías lo que la convierten en un excelente complemento de las dietas adelgazantes o un snack saludable para el control de peso.

¿En qué se diferencian?

Aunque las variaciones son mínimas, las verdes tienen más vitamina A, B, C, E y K, también contiene más hierro, potasio y proteínas que las rojas. Otra diferencia es que las verdes son más indicadas en dietas para bajar de peso por sus efectos bioquímicos sobre las bacterias intestinales, así lo apunta un estudio realizado en la Escuela de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Washington.

A contraparte, las manzanas rojas poseen más antioxidantes y son más sabrosas, tiene la capacidad de purificar la sangre y retrasar el envejecimiento de la piel, su zumo es eficaz para tratar la fiebre, limpiar el intestino y favorecer la memoria. También es buena para el estreñimiento y la diarrea, ya que cuenta con ácido málico, capaz de neutralizar los derivados ácidos. Dada su riqueza en fibra, mejora el tránsito intestinal y ayuda en la digestión.

En conclusión, ambas comparten la mayoría de los nutrientes pero se diferencian por el sabor y la proporción de sus compuestos, las verdes se recomiendan más en dietas adelgazantes, mientras que las rojas brinda más protección contra los radicales libres y son más dulces. Dependiendo cuál sea tu objetivo nutricional y preferencia podrás elegir entre ellas o consumir ambas.

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