El baño es un espacio muy importante de nuestro hogar porque es compartido y a veces, por mucho que cuidemos la higiene minuciosamente, suele desprender malos olores y más aún con los días de mucha humedad, por eso te contamos cómo evitarlo.

Aunque por lógica pensamos que el hedor es sinónimo de falta de higiene, la realidad es que varios factores pueden producirlo. Antes de implementar una rutina de limpieza extrema: buscá el origen.

Chequeá el estado de los rincones escondidos de tu baño porque pueden esconder moho como producto de la humedad y falta de ventilación. Si tu casa tiene muchos años, puede ser que sean las cañerías también las responsables.

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Por último, verificá el estado de los trapos de piso que tengas en el baño y también las toallas, estas suelen acumular bacterias y por mucho que las lavemos, cuando se mojan vuelven a apestar.

Limpiar el inodoro no es solo es lavar la copa, también hay que pensar en las cañerías y desagües. Cuando termines de hacer tu limpieza habitual, prepará una olla con un litro de agua y medio de vinagre de alcohol, llevala al fuego hasta que hierva y luego, aplicá media taza de bicarbonato en el inodoro y ahí recién volcá la preparación de la olla. Dejá que esta formula actúe por varias horas, o si la podes dejar toda la noche mejor. Al día siguiente tirá la cadena y ¡listo!

El codo o bote sinófico acumula restos de jabón y pelos con el paso del tiempo, eso termina desprendiendo un olor desagradable muy fuerte. Antes de llamar a un plomero, podes tirar por el desagüe vinagre y bicarbonato en partes iguales, dejalo reposar algunos minutos y luego echale agua caliente, si el líquido se estanca y no fluye con rapidez es porque está lleno de residuos, en ese caso, es conveniente retirar la pieza para vaciarla y volver realizar el procedimiento anterior.

Otro “escondite” donde se pueden filtrar malos olores son las juntas del inodoro y bidet. La silicona que une estos elementos al suelo se desgasta con el tiempo, por eso si notas que la masilla está vieja, podes optar por retirar todo con un cuchillo o herramienta especial para eliminar silicona y volver a aplicar una nueva. Aunque parezca complejo es una tarea sencilla y podes pedir asesoramiento de cómo hacerlo en una ferretería, caso contrario, llamá a un especialista.

El tacho de basura también puede ser el agente apestoso del baño, por más que cambiemos la bolsa todos los días, debemos darle una higiene extra a este contenedor. Lavalo con detergente común y enjuagá bien, luego llenalo de agua caliente y un chorro de vinagre, dejá que estos actúen por unos minutos y luego vacialo. Una vez que esté seco colocá en el fondo un puño de bicarbonato y luego la bolsa.

Una vez que soluciones los orígenes del problema podes pasar a la parte más agradable y placentera, aromatizar. Si no querés optar por productos químicos preparados, los aceites esenciales son tus aliados.

Elegí la que más te guste y aplicá gotas en lugares específicos, por ejemplo, unas gotas en el cartón del papel higiénico, la escobilla y repasadores del baño. También podes decorarlo con velas aromáticas o tener un hornito para aceites. Otro truco poco conocido es echar dentro de la mochila del inodoro chorritos de jabón liquido para lavar ropa, entonces cuando se tire la cadena, soltará su perfume.

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