Por: Micaela Cattáneo/@micaelactt
“Ella es Lorena Tejugi, tiene 18 años, está casada y es estudiante del tercer curso del Colegio Técnico Informático de la comunidad aché Puerto Barra, Naranjal, en Alto Paraná. Después de participar en el desfile por el aniversario de Naranjal, se tomó el tiempo para amamantar a su bebé. Ni el embarazo ni el bebé le impidieron seguir estudiando y soñar con ingresar a la universidad. Aunque de seguro no será fácil por la falta de recursos económicos”.
Esta es la historia que relata Melanio Pepangi sobre Madre estudiante, la fotografía que lo convirtió en el ganador del primer puesto del concurso Paraguay: el país que me gustaría ver, convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el marco de su 75 aniversario y organizado en conjunto con la asociación El Ojo Salvaje.
Su nombre completo es Melanio Piaykangi Pepangi Fua’agi, tiene 27 años y es indígena aché de la comunidad Chupa Pou, Villa Ygatimi, Canindeyú. Con 18 años, se mudó a Asunción para estudiar enfermería luego de haber sido adjudicado con una beca. Estando en la capital, buscó la manera de formarse también en algo que venía haciendo desde hace tiempo: retratar la realidad.
“Mi interés por la fotografía comenzó cuando empecé a sacar fotos con mi teléfono. En ese entonces, las publicaba en mi Facebook y tenía muchas reacciones de mis amigos, que me decían que eran buenas fotos. Cuando llegué a Asunción, aproveché y me puse a estudiar en el Instituto de la Imagen. También, durante mi estancia en la capital, El Ojo Salvaje me ayudó y orientó muchísimo para lograr este tipo de fotografías. Pero sigo aprendiendo, no es que ya sé todo”, relata Pepagni.
Desde hace cuatro años vive en la comunidad Puerto Barra, distrito Naranjal, en Alto Paraná, ya que trabaja como enfermero encargado del Punto Focal de Salud Indígena en el Hospital Regional de Ciudad del Este. “Aquí me casé, tenemos dos niñas con mi esposa”, cuenta sobre la vida actual con su familia.
Para él, este premio es muy importante, ya que —dice— la gente podrá conocer su trabajo y el arte que hay en las comunidades indígenas. “Este reconocimiento es importante también para mi pueblo, porque demuestra que nosotros también podemos lograr nuestros sueños. Además, así empezamos a incluirnos dentro de la sociedad, ya que hay discriminación hacia los pueblos indígenas”, reflexiona.
“¿Cuál es el Paraguay que te gustaría ver?”, le preguntamos. Uno que demuestre interés por la educación, especialmente para los jóvenes, donde no importe la raza, el sexo ni la religión, responde. “En Paraguay supuestamente tenemos derecho a estudiar, pero todo tiene su costo. Muchas veces, los indígenas intentan estudiar pero luego abandonan sus estudios porque no se recibe más apoyo”, señala.
Y continúa: “Tiene que haber programas de becas especialmente para los indígenas, porque muchas veces no entendemos el sistema de la ciudad o cómo llegar hasta el lugar de estudio, entre otras cosas. Necesitamos más oportunidades para la educación de nuestras comunidades, porque sólo con víveres no podemos progresar”.
La protagonista de su foto es Lorena Tejugi, tiene 18 años y sueña con convertirse algún día en obstetra para poder asistir a su comunidad.
Melanio, que viaja en la misma camioneta que la lleva de regreso a la comunidad —luego de aquel desfile por el aniversario de Naranjal— la observa en ese instante en que se hace visible el rol que la acompañará en cada paso que dé: el de ser madre.
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Las cámaras que buscan a Jesús en Semana Santa
Por: Adelaida Alcaraz
Esta no es solo una galería de fotos. Es un testimonio vivo de una Semana Santa que dejó huellas, plasmadas en imágenes por los reporteros gráficos de Nación Media, Néstor Soto, Matías Amarilla, Mariana Díaz y Jorge Jara bajo la orientación de su experimentado jefe Pánfilo Leguizamón. #CuentaRegresivaFOCO18años
Esta Semana Santa, FOCO se atrevió a salir de su habitual mirada económica para abrazar algo más profundo: el alma de un pueblo que vivió la fe de diferentes maneras en cada rincón del país. A través de los ojos sensibles del equipo de reporteros gráficos de Nación Media, construimos esta selección única.
Cada fotógrafo eligió aquellas imágenes que más le tocaron el corazón, aquellas que no solo retratan una Semana Santa distinta, sino que también guardan una experiencia personal, íntima y conmovedora.
Así, contamos la historia de un Paraguay que se volcó masivamente a sus tradiciones, a su fe, a su gente. Un país que renace cada año en sus iglesias, en las calles, en los rostros de los niños, en la sabiduría de los mayores, y que este año rindió también un homenaje lleno de luz a Koki Ruiz en Tañarandy.
Desde las iglesias llenas de feligreses, el “chipa apo” que aún resiste el paso del tiempo, hasta los niños que observaban a Jesús crucificado con la inocencia intacta y los ancianos que cargan décadas de devoción en la mirada. Cada instante fue capturado en imágenes que no solo documentan, sino que conmueven y hacen memoria.
Para nuestro jefe de fotografía, Pánfilo Leguizamón, este proyecto fue especial. Y es que él todos los días desde tempranas horas acompaña cada paso del trabajo. “Nuestro esfuerzo muchas veces es silencioso, pero fundamental. Gracias al compromiso y la entrega de todo el equipo, logramos capturar imágenes que no solo informan, sino que también dejan huella, cuentan historias y hacen memoria”, nos dijo.
La cobertura de esta Semana Santa fue también un viaje de aprendizaje. Pánfilo, con su mirada curtida por años de oficio, destacó la fuerza de la nueva generación. “Aprendo constantemente de los nuevos compañeros, de sus ideas, su mirada fresca y su manera de ver el mundo. Al mismo tiempo, trato de compartir lo que sé, de guiarlos cuando puedo y de transmitirles la experiencia que me han dado los años en este oficio”, comentó.
En las calles polvorientas, en los altares improvisados, en los rostros de la fe, nuestros fotógrafos entendieron algo que trasciende cualquier técnica. Y es que la “fotografía no es solo apretar un botón. Es estar en el lugar, en el momento justo, con sensibilidad, respeto y responsabilidad. Es trabajar en equipo, confiar en el otro y saber que detrás de cada imagen hay una historia que merece ser contada”.
Néstor Soto retrató uno de los momentos más íntimos y simbólicos de la Semana Santa paraguaya: personas bañándose antes del amanecer, en la zona de Remanso. Cada año, en la fresca madrugada del Viernes Santo, pescadores y sus familias se sumergen en las aguas del río Paraguay para purificar el espíritu, reviviendo el bautismo en su forma más antigua y profunda.
Pero para algunos, este gesto tiene un significado aún más hondo. Para nuestro reportero que el año pasado sobrevivió a un disparo de bala, las aguas del río representan algo más que una tradición: son el renacer, la posibilidad de empezar de nuevo, de abrazar la vida con toda su fuerza. Así, en sus imágenes, Néstor no solo capturó un rito, sino también la esperanza que se renueva con cada amanecer.
Matías Amarilla (21) es uno de los más jóvenes del equipo de reporteros gráficos de Nación Media. Estudiante del quinto año de Licenciatura en Análisis en Sistemas Informáticos y oriundo de Caaguazú, encontró en la Semana Santa una oportunidad para retratar la fe viva en cada rostro y en cada gesto.
Con su lente captó escenas cargadas de simbolismo. En la imagen que él mismo denominó “Fe y dolor”, Matías detuvo el tiempo en una mujer con lágrimas en los ojos que, mirando a lo lejos la procesión, sintetiza la esencia de creer sin ver. La nitidez de su rostro, en contraste con la imagen borrosa al frente, golpea directo al corazón del espectador.
Otra de sus fotos, “El buen ladrón”, nos lleva a la crudeza del Gólgota: Jesús en la cruz, cubierto de sangre, y el gesto de uno de los ladrones crucificados que lo mira, en un instante suspendido de reconocimiento y redención. Una conexión visual que revive uno de los momentos más humanos del relato bíblico.
En “Visión de una Virgen”, una mujer con el rostro descubierto y la mano en el pecho nos remite a la intimidad y el duelo de una figura mariana entre la multitud, capturando la devoción silenciosa que se esconde en medio del bullicio.
Finalmente, en “Manos al cielo”, Matías fotografió la inocencia en su estado puro. Un niño elevado por un adulto para tocar el cuerpo del Cristo yacente, rodeado de cientos de manos extendidas. Una imagen que habla de fe, legado y esperanza transmitida de generación en generación.
Con la mirada fresca y sensible de quien está empezando su camino, Matías supo encontrar lo esencial, la fe que persiste, se renueva y se transmite, incluso en los gestos más pequeños.
Mariana Díaz (23), es la cuarta mujer reportera gráfica en la historia del Diario La Nación en sus 29 años de creación. Ella proviene de Mariano Roque Alonso y es estudiante de Ciencias de la Comunicación. Su visión de esta Semana Santa está puesta en los niños y las familias como el corazón vivo de la fe.
Entre sus capturas más conmovedoras está la imagen de una niña junto a su padre, adorando la figura de Jesús coronado de espinas en la parroquia Santísimo Sacramento de la Recoleta. Para Mariana, esta escena simboliza la unión familiar forjada a través de la creencia y la transmisión de valores que atraviesan generaciones.
También capturó uno de los momentos más intensos de la liturgia: la adoración de los fieles a la Santa Cruz en la Catedral de Asunción, un gesto que resume la profundidad de la devoción popular.
Su lente encontró además escenas de inocencia y asombro en una niña arrodillada junto a los sacerdotes al inicio de la misa, en la Catedral, retrata la pureza con la que los más pequeños se acercan a la fe. Y en otra toma, un niño que mira maravillado su entorno antes de comenzar la celebración, recordándonos la capacidad de asombro que a menudo los adultos perdemos.
En la iglesia de Trinidad, Mariana capturó la imagen serena de un niño rezando profundamente durante la misa, una señal viva de que las tradiciones, lejos de apagarse, siguen latiendo en las nuevas generaciones.
Jorge Jara (32), es conocido entre sus compañeros como el fotógrafo de las tomas aéreas y de lo abstracto. Sereno, observador, tiene un don especial para captar la esencia de las personas. Esta Semana Santa, su misión fue llegar hasta Tañarandy, ese rincón de fe profunda donde el arte, la devoción y la tradición se funden cada año en un espectáculo de luz y esperanza. Pero esta vez, la emoción tenía un matiz distinto: era la primera celebración tras el fallecimiento de su creador, Koki Ruiz, y el sentimiento se vivía a flor de piel.
Entre las imágenes que Jorge capturó, una en particular llamó la atención de todos, la de una mujer de avanzada edad, en silla de ruedas, rezando con una fe inmensa, como si desde su fragilidad física se elevara aún más su fortaleza espiritual.
Otra de sus postales retrata la peregrinación hacia la barraca de Tañarandy, buscando una perspectiva donde el cielo mismo fuera parte del cuadro. La multitud caminando bajo ese firmamento inmenso, en comunión total, transmitía la sensación de que la fe une tanto la tierra como el cielo.
Finalmente, su mirada se detuvo en la llegada de la Virgen Dolorosa al punto final del recorrido, rodeada de una multitud emocionada que aplaudía no solo la belleza del momento, sino también el legado imborrable de Koki Ruiz. Cada rostro, cada vela, cada paso en ese sendero iluminado parecía decir “seguimos caminando juntos, Koki”.
Con su estilo sencillo, pero profundamente humano, Jorge Jara nos invita a ver más allá de lo evidente y a sentir el alma de un pueblo que honra su fe incluso en el dolor.
Esta Semana Santa celebramos detrás de cada lente, esta forma de vida que elegimos, de comunicar con pasión y con el corazón puesto en cada disparo de cámara y cada latido del teclado.
Porque en FOCO creemos que el verdadero desarrollo también pasa por humanizar, por sentir y por no perder nunca de vista las historias que realmente importan. Estamos a poco menos de un mes de celebrar 18 años de historias, pasión y trabajo en equipo. #CuentaRegresivaFOCO18años
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El buque P-01 llegó a Carmelo Peralta en trayecto de asistencia hacia Bahía Negra
El buque P-01 “Capitán Cabral” de la Armada Paraguaya llegó por la noche de ayer martes al puerto de Carmelo Peralta a fin de abastecerse de alimentos, combustible y provisiones en general para llevar posteriormente la asistencia a los pobladores de Bahía Negra, informó el Ministerio de Defensa Nacional, en el marco del operativo del Gobierno desplegado ante las inundaciones que provocan el aislamiento de varias comunidades del departamento de Alto Paraguay.
Estos trabajos de asistencia del Estado se llevan adelante, en el marco de la ayuda humanitaria al Chaco, ante las constantes inclemencias del tiempo que ha dejado intransitables muchos caminos chaqueños; sumando a la lejanía de los centros urbanos para su correspondiente abastecimiento de los insumos que sean necesarios.
Desde la institución castrense señalan que el comandante del Buque P-01 “Cap Cabral”, capitán F Dem Rodrigo Galeano, informa que en la tarde del martes, siendo las 19:30 horas la unidad arribó al puerto Carmelo Peralta con el propósito de realizar tareas de abastecimiento de alimentos, combustibles y provisiones en general, que posteriormente será destinados a la asistencia de la población de Bahía Negra.
Mencionan además que, una vez concluida la maniobra de abastecimiento, el buque proseguirá su navegación rumbo a la ciudad de Bahía Negra, estando en condiciones de transportar pasajeros durante todo el proyecto.
Finalmente, señalan que esta navegación se inició el pasado sábado 5 de abril, desde el Apostadero Sur de la Flota de Guerra en Asunción para llevar adelante una travesía de más de 813 kilómetros, por instrucciones del presidente de la República y comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, Santiago Peña, como muestra firme compromiso del Gobierno del Paraguay de brindar apoyo a las comunidades más alejadas del país.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el ministro de Defensa Nacional, Óscar González destacó que esta mañana continúa el buque P-01 “Cap. Cabral” en Puerto Carmelo Peralta cargando combustible de Petropar, para los generadores de la ANDE en Bahía Negra.
Recordó que el buque está transportando un total de 1.025 kits de víveres, que serían unos 25.000 kilogramos en productos enviados por la Secretaría de Emergencia Nacional. Mientras que la Gobernación de Alto Paraguay, igualmente estará enviando otro lote de insumos para las comunidades del norte. “Es importante señalar, que el buque va a alzar igualmente pasajeros para que puedan llegar hasta Bahía Negra, que van a aprovechar el viaje del buque de la Armada nacional.
Datos calves
- Carga prevista o estimativa para el Patrullero P-01 “Cap. Cabral” para el día miércoles 9 de abril en Carmelo Peralta:
- 1.025 kits de víveres, lo que sería unos 25.000 kilogramos aproximadamente enviados por la SEN
- 15.000 litros de Diésel para Ande de Bahía Negra.
- 30 personas aproximadamente como pasajeros y personas que acompañan la carga.
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Chaco: envían 9.600 metros de caños para que familias indígenas tengan acceso a agua potable
Este martes, camiones del Comando del Ejército partieron rumbo al Chaco paraguayo para llevar caños que servirán para que las familias de comunidades indígenas puedan tener acceso a agua. Este envío se realizó en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a pedido de las familias que estaban pasando por una situación difícil.
Los miembros de la comunidad indígena tenían acceso al agua mediante un tajamar que fue construido por el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), pero debían acarrear el agua de forma manual. Durante la última visita de los miembros de la Corte Interamericana, los líderes solicitaron los caños para que el agua llegara a la comunidad.
“Con esto, se evitará el acarreo manual y contarán con agua en sus domicilios”, expresó el ingeniero Fernando García, titular de Senasa. Afirmó que se enviaron 9.600 metros de caños de PVC a la comunidad indígena Xamok Kasek y que, con la instalación, unas 125 familias de dicha comunidad tendrán acceso al agua.
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“Técnicos de la institución ya se encuentran esperando en el sitio, quienes planificaron el trayecto y realizarán la colocación de las cañerías para llegar a las aldeas, junto con trabajadores de la Gobernación de Presidente Hayes. Seguimos trabajando en la implementación de medidas que aseguren el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y el acceso a los servicios esenciales”, refirió.
Los camiones pertenecientes al Comando de Ejército se encargaron de transportar las cañerías y partieron desde el Cuartel General del Comando de Ejército, la salida contó con la coordinación del ministro de Defensa, Óscar González; así como de la directora de Derechos Humanos de la vicepresidencia de la República, María Teresa Peralta, y el director general del Senasa.
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Una mirada descolonizadora al arte indígena
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
El actor, antropólogo, sociólogo e investigador Julio de Torres presentará en Alemania una investigación que está realizando sobre las comunidades ayoreo, guaraní occidental e yshir en el marco del doctorado que está llevando adelante en Barcelona.
El joven antropólogo, sociólogo, actor y dramaturgo paraguayo Julio de Torres aborda actualmente sus trabajos de investigación sobre manifestaciones culturales de las comunidades originarias ayoreo, yshir y guaraní occidental, poniendo en el eje la compresión de expresiones o rituales como el arete guasu.
En ese marco, durante la primera quincena de junio próximo ofrecerá una ponencia en el Congreso de la Federación Internacional para la Investigación Teatral en Colonia, Alemania. Además, también expondrá en la Universidad de Cantabria en el marco del 11.º Congreso de la Asociación de Antropólogos Iberoamericanos en Red (AIBR).
Allí presentará el tema del doctorado que viene realizando en la Universidad de Barcelona (UB), España, a partir de investigaciones etnográficas en Paraguay.
De Torres, quien tiene una trayectoria como actor, tanto en teatro como en cine, busca profundizar con estudios la compresión de la cultura ancestral del país desde una mirada descolonizadora.
–¿Podrías comentarnos en qué consiste tu investigación en curso?
–Es un doctorado enmarcado en el programa “Sociedad y cultura: historia, antropología, arte y patrimonio”, específicamente en la línea de investigación de artes del espectáculo. Me interesó de este programa, a diferencia de otras universidades, su multidisciplinariedad. Mi tema de investigación son los procesos performativos de tres comunidades indígenas: Ayoreo, Yshir y Guaraní Occidental, partiendo de tres ejes: lo festivo a partir del arete guasu de los guaraníes occidentales; lo ritualista a partir del debylitá yshir, que es un ritual de iniciación; y lo performativo a partir del goñangai ayoreo, que son relatos dramatizados que coadyuvan a la preservación de la memoria ancestral.
DESAFÍO
–¿Cuál es el objetivo que te planteaste en el trabajo?
–El objetivo es explorar una teorización desde el punto de vista de las artes vivas, que se aleje de la perspectiva europea de concebir el teatro en la contemporaneidad. El desafío es mayor cuando la investigación se realiza a la luz de la academia europea, cosa que me parece intrépido y, por ende, interesante. Si bien la metodología es etnográfica, pues comporta trabajos de campo, registros, entrevistas, entre otros, el objeto de estudio no debe deslindarse de la perspectiva del teatro.
–¿Cuál sería el punto de acercamiento con las comunidades guaraníes y qué antecedentes de investigación encontrás en ese sentido?
–Me interesa del arete guasu, su concepción como carnaval en la sociedad actual, concepto occidental que merece atención para analizar este fenómeno. En esta línea hay trabajos de gran importancia como los de Ticio Escobar, reflejado en “El mito del arte y el mito del pueblo”; de Guillermo Sequera y Carlos Colombino, así como registros audiovisuales de Fernando Allen que son sumamente valiosos como punto de partida. Existe un problema actualmente que, fuera de la esencia de la manifestación cultural de una cultura comunitaria, las sociedades hegemónicas intentan turistizarla con el pretexto de lo exótico. Eso ocurre con muchas comunidades de varias culturas americanas que, para subsistir incluso, han tenido que adaptarse a ciertos parámetros.
–¿Cómo se interceptan en tu línea de investigación tus temas de interés y formación en teatro, sociología y antropología?
–El teatro es un acontecimiento social y, ya sea desde la perspectiva del espectador como del intérprete o del creador, son ejercicios críticos necesarios que pueden propiciar cambios en estos tiempos de incertidumbre a nivel global. El teatro como acontecimiento interesa tanto a la sociología como a la antropología. En cuanto a esta última disciplina, el teatro antropológico es una rama que en Paraguay tiene mucho terreno gracias a los trabajos del maestro Wal Mayans, por ejemplo. Seguir explorando este terreno es cautivante y consolida un compromiso de humanidad que los profesionales tanto de las artes como de las humanidades tenemos con nuestras comunidades. En “La presentación de la persona en la vida cotidiana”, del sociólogo Erving Goffman, un libro fundamental en la profesión, el autor utiliza la metáfora del teatro para explicar el rol de la persona en una sociedad, quien “actúa” presentando su yo en diferentes contextos o “escenarios”. Esa perspectiva es una de las tantas que explican la relación entre la sociología y el teatro.
TRABAJO DE CAMPO
–¿Cómo desarrollarás tu investigación de campo?
–La idea es llevar a cabo la investigación de campo en Paraguay, que es fundamental, y también la investigación bibliográfica, pues tenemos bibliografía especializada en el campo etnográfico solo obrante en Paraguay. Esta es inédita y a ella no tenemos acceso en bibliotecas de España. Mientras espero respuestas de ayudas o becas, me encuentro adelantando lo que pueda en materia teórica para no dejar de escribir la tesis. La idea es finalizar el doctorado en dos o tres años.
–¿Qué otros trabajos te tocó realizar anteriormente?
–Aparte del trabajo con los ayoreos, he realizado un acercamiento con el pueblo yshir en aras de arrancar con la investigación en el debylitá. La idea es proseguir ese trabajo para el doctorado. Por otro lado, he realizado trabajos con los ava-guaraní de Alto Paraná. He realizado una consultoría para el Instituto Paraguayo de Artesanía sobre la situación de los artesanos a nivel país.
–¿Qué similitudes y diferencias se pueden observar en los conceptos de arte y entretenimiento en las culturas indígenas y en la occidental?
–Son conceptos diferentes porque ambas cosmovisiones son contrarias. Una, la cultura originaria local, parte de la necesidad de la preservación de su cultura y la otra, la occidental, busca su rentabilidad para “respetarla” en el contexto paraguayo. Existen esfuerzos por visibilizar culturas, pero sin una política pública que no se solape con intereses de otros sectores no sería posible defender las alteridades que nutren la diversidad.