Drácena empezó como una sala de ensayo de música disponible para todo el público. Este espacio abrió sus puertas en el 2013, año en que establecieron un Ciclo de Jazz permanente los miércoles de cada semana. Este lugar de encuentro creció con el tiempo y, además de organizar actividades en torno a este género musical, empezó a ofrecer talleres, cursos, producción de conciertos, entre otras cosas.

Asimismo, Drácena fue incorporando otros estilos a su escena, como el folclore nacional, el blues, la música de cámara, y también otras disciplinas, como la poesía, la danza, el teatro, el cine, las exposiciones fotográficas, los debates filosóficos, los conciertos en la calle, etc. Hoy, este espacio que se mueve bajo la premisa de abrazar la cultura y promover que los artistas vivan con libertad su arte, se adaptó a los efectos de la crisis sanitaria y volcó su contenido a la red de redes.

“Gracias a Internet llegamos también a otros países, entonces esta adaptación a lo virtual es una ventana al mundo con la que podemos mostrar el arte que se hace en nuestro país”, declaró Sebastián Ramírez, dueño de Drácena.

“No es fácil sostener un espacio de arte independiente. Yo soy músico y trato de mantener una visión empresarial, aunque no sea empresario. Antes de la pandemia, por la cuestión económica, ya era difícil sostener el espacio (y eso que abríamos todos los días). Cuando empezó la cuarentena, hicimos una campaña denominada PlayDrácena, donde recaudamos fondos para pagar el alquiler del sitio por los meses que estuvimos parados”, relató el músico.

El apoyo del público fue clave para continuar. Drácena fue uno de los proyectos seleccionados en la convocatoria de fondos de ayuda de la Secretaria Nacional de Cultura. “Luego, la Embajada de Alemania y la Fundación Itaú se acercaron a nosotros, entonces nos propusimos agrandar el proyecto al espacio virtual y lógicamente expandirlo para que el mundo conozca lo que se hace en Paraguay a nivel artístico", agregó.

Ahora Drácena ofrece contenido artístico diverso, aunque principalmente musical, en su plataforma dracena.com.py. “Estamos yendo paso a paso, lo musical es el área en el que siempre nos mantuvimos activos, pero queremos ir incorporando la parte didáctica, a través de los talleres de instrumentos, y las ferias de artesanos y artesanas; publicar artículos de investigación, y así, de a poco ir expandiéndonos”, sostuvo Ramírez.

Hasta el 31 de octubre se puede acceder a una membresía de G. 50.000 mensuales para tener acceso a ocho conciertos y a más contenido exclusivo del sitio.

Estreno reciente

Extravagancia en concierto

Extravagancia es un grupo de música con humor y elementos teatrales y literarios, que ha recorrido el circuito underground del microcentro asunceno, ganando cada vez mas seguidores y adeptos, por su estilo indefinible que mezcla rock, metal, cachaca, hip hop, jazz, electrónica y otros estilos inventados y fusionados con un humor sano, fresco, atrevido y absurdo. Disponible actualmente en este link. Costo: G. 20.000.





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