“Es una men­tirosa esta señora. Lo que yo pedí es que la invita­ción se haga por el conducto que corresponde”, indicó el ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid, ante las decla­raciones de la líder de la bancada democrática en el Senado, Esperanza Martínez, quien afirmó que el funciona­rio de Estado se negó a acu­dir a una convocatoria hecha por su sector. Los opositores pretenden que Rachid acuda a la bancada democrática para dar informaciones sobre las supuestas filtraciones en el marco de la causa A Ultranza Py, situación que dejó en des­cubierto la vinculación del supuesto narco Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, con la Secretaría Nacional Anti­drogas (Senad) en el tiempo en que Arnaldo Giuzzio lide­raba la institución.

“Yo jamás dije me niego a acudir. No tengo problema en asistir, pero que hagan por el conducto correspon­diente, el Senado así como otras instituciones tienen un reglamento interno. Yo pido que se cumpla ese regla­mento para que pueda asis­tir formalmente (que la con­vocatoria se haga mediante la presidencia de la Cámara Alta). Lo que ellos realiza­ron fue una invitación nada más”, mencionó al programa “Así son las cosas” de canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.

La citación se encontraba marcada para este último lunes. Desde la bancada democrática indicaron que insistirán próximamente en la comparecencia del alto funcionario. “Se tiene que respetar los procesos y las formas, que la convoca­toria se realice por los con­ductos correspondientes. Espero que así también como me convocan, lo hagan con otras personas. Acá no soy yo el responsable de todo esto”, sentenció Rachid.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

De acuerdo al Ministerio Público, las filtraciones de informaciones a la organiza­ción criminal de Tío Rico se concretaban desde la Direc­ción de Inteligencia Técnica de la Senad, encabezada en ese entonces por un hombre de confianza de Giuzzio.

La situación se sustenta en una serie de mensajes encrip­tados entre Tío Rico y el tam­bién narco uruguayo Sebas­tián Marset, donde Insfrán se jacta de su contacto en la Senad y de su amistad con “los de arriba” para zafar de los operativos antidrogas y de esa manera lograr la expor­tación de cocaína a Europa.

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