Yoed Magen agradece el apoyo firme y claro del gobierno de Santiago Peña a Israel en todos los foros. Buscará ampliar los lazos comerciales y de cooperación entre paraguayos e israelíes.

  • Por Richard Moreira

La embajada israelí se reabre en Asunción luego de 5 años, en que la gestión de Mario Abdo con­geló los vínculos diplomáti­cos. Hoy el decidido apoyo del actual Gobierno abre una etapa de un gran potencial en el intercambio econó­mico y en la cooperación en distintos campos. Así lo destacó el embajador Yoed Magen en esta primera entrega de la larga entre­vista con Nación Media.

–¿Qué se espera en esta nueva etapa con la reaper­tura de la embajada israelí?

–Primero estamos muy con­tentos de estar en el proceso de reapertura de la Emba­jada. La semana pasada vino a Asunción una delegación de la Cancillería israelí para ver diferentes aspectos de esa reapertura y la idea es abrir las oficinas en julio o agosto y se espera mucho. Nuestra idea y la del Gobierno paraguayo es que retomemos la intensidad de las relaciones y la coopera­ción que existía hasta el año 2018. Por la realidad que esta­mos viviendo ahora en Israel (por la guerra) no va a ser tan fácil, pero la idea es un acer­camiento importante.

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–¿Cómo interpretan el gesto diplomático de tras­ladar la embajada para­guaya a Jerusalén?

–Para nosotros es muy signi­ficativo. No es solamente la capital del moderno Estado de Israel. Es la capital del pueblo judío. Ha sido nues­tra capital por tres mil años. Por eso, países que recono­cen a Jerusalén como nuestra capital hacen justicia a la his­toria y nosotros lo valoramos profundamente.

–Con el anterior gobierno se perdió mucho tiempo en la cooperación y el comercio bilateral, pero, ¿Cómo se revierte ese tiempo perdido?

–Primero hay que ser crea­tivo. Hay que encontrar áreas de cooperación y en el que Paraguay está interesado en desarrollar. Israel tiene esa capacidad tecnológica o de conocimiento. Una vez encon­tradas, y ya están identificadas algunas áreas, pues empeza­mos con eso, a capacitar. Israel, si bien tiene tecnología, y tiene mucho desarrollo económico, lo que sabemos hacer es trans­ferencia de conocimiento. Así, a través de expertos israelíes que vienen a Paraguay o profe­sionales paraguayos que van a Israel retomamos ese proceso de capacitar a los paraguayos. Creo que este es el núcleo de la cooperación entre los dos países.

–Salvo en el último quin­quenio, Paraguay ha sido un histórico aliado de Israel. Con el gobierno Peña –y más aún después del 7 de octubre–, el apoyo fue aún mayor. ¿Cómo toman esta posición que va más allá del punto de vista diplomático?

–Va mucho más allá. Yo creo que no son solo las votaciones, es el hecho que el presidente –esté donde esté–, dice con voz alta y clara: “Israel tiene el derecho a la autodefensa”. O “Israel condena a Hamas”. Es decir, apoya a Israel en todos los foros internacionales y lo dice en una voz clara, de manera que, aunque haya paí­ses que no están de acuerdo con la posición de Paraguay, la respetan. Para nosotros, se lo dije al canciller hace dos días, en todos estos meses de oscuridad, oscuridad por lo que hemos pasado desde el 7-O, hemos visto una luz cre­ciente, en el mundo, una luz clara, brillante llamada Para­guay. Hoy día, por la posición de Paraguay, por el hecho de que la dicen públicamente, Paraguay es mucho más conocido en Israel que antes. Estamos profundamente agradecidos al gobierno de Santiago Peña por su postura hacia Israel, hacia todo lo que pasó. Ha habido conversacio­nes entre el primer ministro Netanyahu y el presidente Peña, así como el presidente Herzog y el presidente Peña. Mantenemos un diálogo de alto nivel en este tiempo.

–Paraguay tomó partido. Y la opinión pública también lo hace, a veces más incli­nada hacia la causa pales­tina. ¿Por qué se produce esta diferencia?

–Cuando menciona el hecho casi siempre la balanza tiende hacia los palestinos, hay que recordar algo en la composi­ción de las fuerzas internacio­nales. En el mundo hay 22 o 23 países árabes que forman en su mayoría el grupo de los países islámicos que son 51 o 52. La mayoría están en el grupo de los no alineados, que el grupo dominante en la ONU. En esos países están todas las dictaduras, casual­mente, todos los países que no tienen relaciones con Israel y otros países que se consideran “democráticos” tal vez, pero si son autoritarios. Estos paí­ses en bloque siempre están contra Israel. Hay que tener en cuenta eso. Para nosotros es más importante tener el apoyo de los países que tie­nen moral, que compar­ten valores con Israel, valo­res democráticos, derechos humanos, valores liberales. Y en eso Paraguay no está solo, hay otros países en la región como Uruguay o Argentina o Ecuador y en Centroamérica también que también apoyan a Israel. La diferencia es que el gobierno de Santiago Peña ha sido muy firme en ese apoyo. Para nosotros es sumamente importante tener un aliado como Paraguay.

–Actualmente rige un TLC entre Mercosur e Israel, pero Paraguay ha sacado pocos beneficios a pesar de ser el mercado israelí una plaza clave para la carne paraguaya. ¡Qué puntos específicos buscarán pro­mover bajo su misión?

–Parte de mi visita acá es hacer precisamente eso: hablar de qué manera pode­mos fomentar el comer­cio bilateral. Actualmente Israel y el Mercosur están tratando de ampliar la lista de productos. Por separa­dos, se llegó primero a un acuerdo con Paraguay, luego con Argentina y Uruguay, y una vez que acordemos con Brasil vamos a anunciar la ampliación del acuerdo de libre comercio entre Israel y el Mercosur. Más allá de eso, yo me reuní hace dos días con el presidente de la Cámara de Comercio Paraguay-Is­rael y hablamos de eso, de identificar productos. El me preguntó que es lo que hace falta en Israel, porque Para­guay tiene de todo. Le dije que ese trabajo es precisamente de la Embajada paraguaya en Israel, identificar esas áreas y esos productos que hacen falta. El exporta carbón a Israel otros exportan carne, hace poco Israel dio los per­misos a Paraguay y a Uru­guay para exportar carne con hueso, hasta hace poco no se podía. El primer cargamento se fue de aquí hace un mes y aún así, el balance tiende a favor de Paraguay.

–Israel tiene mucho que ofrecer. Es un proveedor muy importante en cuanto a tecnología; ¿Qué pode­mos aprovechar y aumen­tar en los próximos años? ¿Qué productos están a la vista?

–Israel se especializa hoy día más que nada en lo que es innovación. En encon­trar soluciones a diferentes problemas o desafíos de la humanidad, como por ejem­plo el agua. Dimos una gran cantidad de soluciones que se han creado en Israel para la escasez de agua. Quizás, Paraguay no tenga ese desa­fío, pero otros países sí. Así vamos viendo área por área. En la agricultura, por ejem­plo. Los drones pueden medir la humedad del suelo o si el producto está maduro o se puede cosechar. Son solucio­nes tecnológicas a diferentes desafíos, es eso lo que ofrece hoy día el mercado israelí. De Paraguay, en Israel hace falta algunos los productos como madera. Paraguay es para mí es una potencia en cuanto a fabricar muebles de madera, que no hay en Israel, porque son muy costosos y lo que se trae de Europa no es alcan­zable para la mayoría de los habitantes. Hay más, pero mucho más, hay que hacer un estudio de mercado tanto en Israel como aquí en Paraguay como para identificar todas aquellas lagunas para ver que se puede vender a Israel o viceversa. Porque el poten­cial es grande.

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