El gerente de Salud del Instituto de Previsión Social, Carlos Morínigo, lamentó la grave situación por la que está atravesando la previsional, reconociendo que se encuentra en su peor momento. Indicó que la falta de presupuesto y una deuda enorme dejada por la administración anterior generan la carencia de medicamentos y equipos médicos fuera de servicio. El médico fue consultado por la radio 1020 AM, y comentó que las multimillonarias deudas del IPS, que incluso actualmente están siendo investigadas, comprometen varios medicamentos e insumos, por lo que analizan cómo subsanar la problemática.
“Esto hace que nosotros tengamos hoy un desbalance financiero gigantesco en el IPS, que nos obliga a tener un tablero en el que marcamos qué se compra y qué no se compra, o qué se va a priorizar y qué no, porque no podemos comprar otras cosas. Estamos con equipos caídos, con falta de medicamentos, y estamos haciendo malabarismo con lo poco que tenemos. Creo que este es el peor momento del IPS, financieramente hablando”, reconoció.
REMANDO
Al respecto, confirmó que la deuda total que dejó la administración de Vicente Battaglia asciende a USD 800 millones, de los cuales, más de USD 400 millones es solo deuda con las farmacéuticas, lo que hace una situación muy complicada y que se está “remando” con lo que se dispone. Indicó que se está buscando la forma de subsanar la falta de insumos y medicamentos, ya que hay procesos licitatorios que están parados o que no salen por falta de disponibilidad presupuestaria. Mencionó que están aguardando la aprobación del plan financiero para saber qué decisión tomar.
“Nuestra preocupación es eso, tenemos equipos, por ejemplo ecocardio pediátrica que tiene más de 10 años que está caído y no se puede reparar más porque está obsoleto. Ahora conseguimos que nos den una mano una empresa tercerizada para que nos hagan, y así estamos arañando por todos lados”, expresó.
Insistió que la situación que actualmente está atravesando el IPS financieramente no es la mejor, ni la más adecuada para que cumpla con su misión. No obstante, reconoció que pese a todo esto se está cubriendo lo que se pueda y se está buscando la forma de hacer simbiosis con el Ministerio de Salud Pública, a fin de “hacer lo que se pueda”, remarcó el gerente de Salud.
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Médicos del IPS exigen cumplimiento de la ley que regula la carga horaria
Los médicos del Instituto de Previsión Social (IPS) debaten este sábado en asamblea las medidas que implementarán para exigir la equiparación de la carga horaria al sistema de trabajo que cumplen sus colegas del Ministerio de Salud Pública.
El presidente de la Asociación Médica, doctor Elías Rolón habló de la falta de cumplimiento de la Ley 7.137, que alude a la carga horaria del sector. El Ministerio de Salud Pública ya realizó los ajustes, pero en el IPS se mantiene la carga horaria de 24 horas semanales que debería ser de 12 horas.
“Estamos nosotros en una serie de reuniones con la administración. Presentamos el borrador de la reingeniería de reorganización de movilidad de los recursos humanos para que no se vea afectada la atención del asegurado y que tampoco tenga un impacto en el presupuesto”, señaló a la 1020 AM.
Rolón informó que en total son 5.000 médicos, de los cuales 3.000 son contratados. “Hay una gran asimetría en cuanto al salario y en el Ministerio de Salud están trabajando 12 horas semanales y están ganando G. 5.500.000. Nosotros estamos trabajando 24 horas semanales y se paga G. 3.800.000 descontando la jubilación”, expresó.
Recordó que la legislación fue promulgada el año pasado y hasta ahora no se cumple en el IPS. “Nosotros estamos haciendo negociaciones y conversaciones con la patronal desde octubre del año pasado y hasta mayo que tenía que haber salido y no salió. Entonces, ahora la masa societaria se convocó y estamos hoy en asamblea extraordinaria para tratar este tema”, indicó.
El gremialista cuestionó que toda la salud pública esté precaria, no solamente la cobertura de la seguridad social. “Estamos hablando de Salud Pública, estamos hablando del IPS, no se priorizó nunca el sector salud, siempre se priorizan otros temas”, lamentó.
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Corte IDH: “Me dediqué a formarme durante 28 años para este cargo”, dijo juez Diego Moreno
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
El electo juez paraguayo Diego Moreno indicó que su prioridad será proteger a las víctimas y fortalecer el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos. Aseguró que siente una enorme responsabilidad de hacer un buen papel ya que para esto se ha preparado.
¿Esperaba usted este resultado de la votación, logrando incluso el primer lugar entre los electos?
La verdad fue increíble, pero trabajamos muchísimo para este resultado. Imagínense un país chico, en puja con algunas de las más grandes potencias diplomáticas de la región. En ese sentido, quiero reconocer el trabajo enorme del presidente de la República Santiago Peña y del canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano. Armaron un equipo extraordinario, con el viceministro Víctor Verdún, junto con Raúl Martínez y Fabián Ybarra, además de varios otros funcionarios y funcionarias del ministerio, que son excelentes y muy comprometidos con su trabajo y que no siempre son reconocidos. Lo que conseguimos es histórico.
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¿Qué le motivó a aceptar la propuesta y cómo se siente con este cargo?
Me siento muy feliz y estoy disfrutando con mi familia y amigos. Pero aquí lo importante es proteger a las víctimas y a las personas más vulnerables de la región y fortalecer el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos. Eso no hay que perder de vista. Y eso fue justamente lo que motivó a aceptar la propuesta que recibí de Cancillería. Pero más allá de eso, creo que era una excelente oportunidad para demostrar al mundo que una persona de Paraguay podía perfectamente integrar la Corte, así como históricamente lo han hecho nacionales de otros Estados.
¿Cómo fue la campaña para que se concretara esta elección?
Fue una campaña hecha a base de garra y corazón, creo que eso nos caracteriza a los paraguayos y paraguayas. No teníamos los recursos de otros países que presentaron candidatos. Afronté todos mis gastos de campaña (viajes, brochures) a título personal y con mucho sacrificio. Pero el compromiso del presidente de la República y de Cancillería fue enorme. Y el apoyo de la gente de Paraguay y de amigos y amigas del extranjero fue extraordinario.
Aparte de eso, creo que a los Estados les gustó el perfil del candidato presentado por Paraguay, alguien que conocía el Sistema desde adentro, por haber trabajado 6 años temas de derechos humanos de la OEA, que tenía un perfil muy equilibrado, que era independiente, que tenía experiencia y formación y que se mostraba sensible ante el pluralismo jurídico existente en la región.
Recibió apoyo de varios sectores, político, y del Gobierno, ¿cómo se sintió usted en este proceso?
Me sentí muy conmovido al recibir el apoyo, los consejos y/o la orientación de personas de las más diversas extracciones políticas e ideológicas, actores relevantes de la sociedad civil, académicos, universidades, especialistas, activistas, etc. Fue algo increíble. Este es un país maravilloso con demasiada gente talentosa y en cierta forma, quería que esto se reflejara en la campaña, sin perder de vista que aquí lo importante es la protección de las víctimas, cuyos derechos han sido vulnerados. Pero estamos preparados para tratar de hacer un buen papel. Me dediqué a formarme durante 28 años para este cargo.
A pesar del apoyo de mucha gente, también hubo opiniones contrarias a su persona, ¿qué opina sobre esta situación cuando era el único candidato de Paraguay?
Yo respeto todas las posiciones y las críticas. Trato de aprender de ellas si son justas y merecidas y en estos casos trato de corregir, enmendar y mejorar. Pero si son injustas o mal intencionadas, las ignoro, como decía Séneca. Así es que valoro mucho todas las críticas constructivas. Trataré de mejorar siempre y de escuchar a todas las personas. Ahora bien, hay que decir que hubo algunas personas que solo criticaban al candidato paraguayo, pero no decían absolutamente nada de los otros cuatro candidatos de otras nacionalidades. Eso me llamó mucho la atención. Pero lo cierto es que el apoyo mayoritario de la gente fue impresionante.
¿Qué significado tiene que Paraguay integre por primera vez esta instancia jurídica del organismo como la OEA?
Es muy importante. No hay que olvidar que fuimos los más votados. Un juez de Paraguay puede aportar una visión propia, nueva, diferente y enriquecer el Sistema con su propia perspectiva, aportando diversidad y pluralismo jurídico. La Asamblea General de la OEA desde hace años viene pidiendo representatividad geográfica equitativa en la composición de los órganos del Sistema y eso es muy importante.
Recordemos que estamos hablando de un órgano colegiado integrado por 7 jueces y juezas, donde el intercambio de opiniones puede tener un valor epistémico enorme para mejorar las decisiones de la Corte. El sistema no tiene que ser autorreferencial. Hay que escuchar las voces jurídicas de todos los países, sean chicos o grandes.
Cada uno de ellos tiene sus propios problemas en materia de protección de derechos y debemos trabajar juntos para resolverlos. Tampoco debemos olvidar que un juez paraguayo puede contribuir a generar mayor conciencia a nivel local sobre la importancia de la implementación eficaz de todos los tratados en materia de derechos humanos del Sistema.
¿Cuándo estará integrando la Corte IDH?
El juramento será en enero de 2025.
¿En qué consistirán las responsabilidades de su cargo?
La Corte Interamericana no es un órgano permanente, de modo que tendré que viajar a Costa Rica para los periodos de sesiones de la Corte y probablemente también a otros países. La Corte tiene competencia contenciosa y consultiva y también emite medidas provisionales y supervisa el cumplimiento de sentencias. Es mucho trabajo, pero lo vamos a encarar con sentido de compromiso y responsabilidad. Deseo mencionar que, como juez paraguayo, no puedo entender en ningún caso en contra del Estado paraguayo, eso es muy importante de aclarar, el Sistema Interamericano funciona así, a diferencia del europeo.
¿Cuáles son los puntos de su interés en lo que le gustaría trabajar como juez de la Corte?
Hay muchos desafíos por delante en materia de protección de derechos. Por citar algunos, la protección de los derechos de las mujeres, que continúan víctimas de violencia y discriminación; la pobreza, la exclusión, la desigualdad; la discriminación; el cuidado del medio ambiente, etc.
Todo ello en un contexto de erosión democrática y degradación institucional. Pero más allá de estas y otras cuestiones sustantivas, hay muchos otros asuntos en los cuales me gustaría trabajar para fortalecer el sistema, por ejemplo, en materia de financiamiento de la Corte, transparencia, eficiencia en la gestión, trabajar coordinadamente con la Comisión, sociedad civil, Estados y otros actores, siempre teniendo presente la centralidad de las víctimas que han sufrido violaciones a sus derechos. También es importante tratar de lograr un acercamiento con la mayor cantidad de países, así como integrar al Sistema a los Estados que aún no son partes de la Convención Americana (y otros tratados del Sistema).
¿Cuál es su opinión sobre lo que fue la asamblea general de la OEA en Asunción?
Estuve presente en toda la Asamblea y conversé con muchísimas delegaciones. La organización fue extraordinaria y solamente escuché comentarios positivos. Debo felicitar a la Cancillería por el trabajo enorme que ha realizado. Además, como los paraguayos y paraguayas somos hospitalarios por naturaleza, eso siempre ayuda a que la gente se sienta bien aquí.
En el plano personal, ¿cómo empezó su pasión por la justicia y qué obstáculos tuvo durante su formación?
Siempre me sentí atraído hacia el derecho, creo que era algo me nació naturalmente, habrá sido quizá la tradición familiar (por vía materna y paterna). Los obstáculos fueron enormes, porque uno se desmotiva mucho en un país en el que no se reconocen los méritos. Pero a mis alumnos y alumnas les digo siempre que nunca dejen de soñar con un país mejor. Se lo debemos a nuestros hijos. Y el derecho, como decía el historiador inglés E.P. Thompson ante las críticas marxistas, es un valor humano incondicional. Bien utilizado, se puede hacer mucho bien a través del derecho.
¿Cuáles considera como principales experiencias profesionales que lo capacitaron para asumir este objetivo de la CIDH?
Trabajé durante 6 años en el Departamento de Derecho Internacional de la Secretaría de Asuntos Jurídicos de la OEA. Ahí llevábamos todos los temas que hacen a la agenda de derechos humanos de la Organización. Trabajé como asesor en las dos convenciones interamericanas contra al racismo y la discriminación, así como en una parte de la Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas, y apoyamos la labor del Comité para la Eliminación de Todas las formas de Discriminación en Contra de las Personas con Discapacidad. También trabajé en temas de refugiados, desplazados internos, apátridas y varios otros. Conozco distintos sistemas y tradiciones jurídicas. Me gradué con honores de la Universidad Católica de Asunción, hice una Maestría en Derecho en la Universidad Columbia de Nueva York, y me doctoré en derecho constitucional y derechos fundamentales por la Universidad de Salamanca. Volví a Paraguay para tratar de aportar algo a mi país. Desde hace 10 años ejerzo la docencia y la profesión de abogado en Paraguay. Además, he trabajado en la formación de futuros jueces y juezas en la Escuela Judicial del Paraguay durante varios años.
¿Qué sabe de sus colegas electos para integrar la misma Corte?
Tengo la mejor opinión de todos los jueces y juezas que integran la Corte. Sé que son personas sumamente solventes intelectualmente y muy comprometidas. Ya estuve en contacto con casi todos los jueces y juezas (algunos estuvieron en la asamblea), así como el secretario de la Corte, el Dr. Pablo Saavedra, una persona extraordinaria que es la memoria institucional de la Corte IDH. También he hablado con exjueces y excomisionados y comisionadas. Una de ellas es la Sra. Rosa María Ortiz, una gran mujer paraguaya que dejó una vara muy alta en la Comisión.
¿A quiénes considera como sus principales influencias y/o mentores en su carrera profesional?
He tenido muchas influencias, a nivel local a nivel internacional. Por fortuna, he tenido grandes maestros en Paraguay, en Estados Unidos y en Europa; así como en distintos ámbitos académicos en los que me muevo. Nombrar a unos y no a otros sería injusto, pero ciertamente, Augusto Martín de la Vega fue mi director de tesis, un gran jurista español. Además, debo mencionar que hubo grandes jueces y juezas de la Corte Interamericana que han hecho historia. La responsabilidad de hacer un buen papel es enorme, pero me he preparado para eso.
Por último, ¿alguna evaluación sobre la Justicia paraguaya, la situación regional que le tocará abarcar a través de esta Corte, en el ámbito de los DD. HH.?
Es importante recordar que yo no podré entender en casos contra el Estado paraguayo. Dicho esto, no sería correcto que yo emita opiniones sobre la justicia paraguaya, pero suelo hablar mucho del tema en mis clases. Sí deseo rescatar que, más allá de los problemas que tenemos y que son obvios, hay jueces y juezas muy comprometidos con el derecho y la justicia. He hablado con muchas de estas personas durante la campaña. Les he dicho a todos que ellos son más importantes que cualquier juez interamericano, porque tienen justamente la función de hacer justicia a nivel local y evitar que los casos lleguen al Sistema Interamericano. Los derechos se tienen que proteger y respetar, ante todo, a nivel local, es decir, aquí en Paraguay. Hacia eso tenemos que apuntar.
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Red Integral de Diabetes atendió a 32.000 pacientes
Desde el Instituto de Previsión Social (IPS), desde el año 2018 vienen trabajando con la Red Integral de Diabetes, donde capacitan a los profesionales para tratar la enfermedad para que el mensaje sea igual para todos. En lo que va del año ya llegaron a más 32.000 pacientes con esta enfermedad.
Según la doctora Elizabeth Valinotti Delmás, jefa del servicio de Endocrinología y coordinadora de la Red Integral Diabetes del IPS, antes del 2018, a nivel país, se contaba con muy pocos especialistas que podrían atender a los pacientes con diabetes y el servicio de la previsional creó un posgrados de Diabetología con la Universidad Católica.
“A partir de este posgrado salen los primeros 120 profesionales que trabajan en la red como especialistas reales. En Paraguay hay pocos endocrinólogos, se reciben tres por año, como directora de posgrado de una universidad tengo a mi cargo un solo residente y en el Hospital de Clínicas se reciben dos”, explicó Valinotti en entrevista con La Nación/Nación Media.
Resaltó que la diabetes es una enfermedad invalidante si no es tratada correctamente, por eso entrenan a los especialistas de medicina familiar e interna para llegar a todo el país con la atención protocolizada. “Desde la creación de la red en el 2018 tenemos un registro único de pacientes con diabetes en el IPS”, aseguró.
Afirmó que en una primera etapa atendían a 18.000 pacientes, entonces desde el año pasado se amplió la red. “Ahora de enero a junio llegamos a más de 32.000 pacientes individuales lo que sugiere que vamos a llegar a 64.000 pacientes este año, con capacidad de atención y multidisciplinaria”, señaló.
MÁS DE 250.000 CONSULTAS
La profesional indicó que esta red es el resultado del trabajo que se viene realizando desde el 2012, año en el que empezaron a preparar a los profesionales. El año pasado llegaron a más de 57.000 pacientes equivalente a 250.000 consultas médicas con tratamiento y medicaciones. “La proyección de cantidad de diabéticos asegurados en el IPS es de 100.000 y queremos llegar a todos desde la red integral”, confirmó.
“Agrandamos la red con el entrenamiento de los médicos distribuidos en los 16 departamentos y diferentes núcleos de atención a la diabetes, llegando a 57.649 pacientes el año pasado, ofreciendo las mejores medicaciones dentro de los protocolos internacionales, pero tenemos un problema financiero y a veces no hay”, señaló a LN.
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Presos de invisibles límites mentales
Para entender que no debe meter el dedo en el enchufe, desgraciadamente la mayoría de las veces las personas primero reciben “la patada” y solo después se cuidan de no volver a cometer el mismo error.
Aunque dolorosa, la lección es tan valiosa que no solo le servirá por el resto de su vida, sino que además intentará transmitirla a sus seres queridos para protegerlos en el futuro. Fue de esa manera que los clanes de la edad de piedra evolucionaron y de ser sus integrantes meros recolectores y cazadores, con el tiempo se convirtieron en agricultores, luego en industriales, y luego seres tecnológicos que pueden viajar por el espacio.
Esa lección, esa experiencia, permite al hombre darse cuenta de qué es mejor y cambiar sus hábitos para hacer de la sociedad un conjunto de individuos más felices y prósperos. Es tan vital que si no ocurriera ese despertar, los humanos seguirían escondidos en cavernas con palos y lanzas con punta de piedras.
El secreto es darse cuenta. Es hacer clic, es como una chispa en la oscuridad que en una décima de segundo ilumina la razón para que se produzca la luz y con ella el cambio.
La sociedad paraguaya sufre de esa falta de experiencia que podría elevarla, por eso es importante reflexionar sobre lo que se puede mejorar.
La semana pasada, por ejemplo, presentábamos el calvario que deben padecer los asegurados de IPS para conseguir un turno a través del call center, en el que la respuesta habitual es “llame de nuevo mañana desde las 7:00″. ¿A quién debería hacerle el clic para que el servicio por el que se paga sea eficiente? Miles de pacientes que necesitan atención médica quedan frustrados porque no consiguen turno o deben recurrir al sector privado para encontrar una solución, produciéndoles perjuicio económico.
Ir hasta el hospital no es una opción mucho mejor. La semana pasada fui testigo de cómo los que atendían en las ventanillas repetían una y otra vez la misma frase: ”Tenemos turno para agosto”. ¡Para agosto, faltando más de un mes! Los asegurados, después de madrugar, después de gastar en pasaje, combustible o Bolt, se encuentran ante la pared insensible de personas que fingen interés detrás de un vidrio. Con “pesar” explican que solo hay dos turnos o que el médico atiende hasta las 10:00 o que solo hay dos especialistas (fueron las razones expuestas el día que fui a IPS).
A ninguno de esos funcionarios les hizo clic para entender que lo que estaban haciendo está mal. Van “a trabajar” y repiten las mismas excusas día tras día y los pacientes regresan a su casa desilusionados. Esos funcionarios nos atan a su límite mental porque a ninguno se le pasa por la cabeza entender que lo que hacen es un perjuicio enorme a todos los que les pagan el sueldo.
Ese es un ejemplo. Otro caso igual pudo apreciarse el 30 de junio con el vencimiento de las habilitaciones. Es inaceptable ver filas y filas de conductores que son tratados como ganado y que pierden toda una mañana para gestionar un simple permiso. Menos en esta época en la que cualquiera pide una tarjeta de crédito y la recibe por courrier. ¿Por qué tanto límite mental por parte de los funcionarios municipales? Solo son nuestros empleados.
Antes de finalizar esta reflexión, no estaría mal recordar las palabras del presidente Santiago Peña en su informe dado el lunes ante el Congreso. Casi al final decía: “Quiero un Paraguay en el que no seamos prisioneros de nuestros propios límites mentales: lo único que impide a nuestro país ser el más grande del mundo muchas veces es nuestra propia mente, somos nosotros mismos, cuando nos autoflagelamos y nos lamentamos de ser mediterráneos o un país pequeño; cuando nos hacemos daño entre hermanos; cuando nos menospreciamos; cuando nos dejamos convencer por los de afuera o los pesimistas de adentro de que no estamos destinados a la grandeza. Cuando dejemos atrás estas ataduras mentales, llegaremos a nuestro verdadero potencial como nación”.
Si nos damos tiempo y pensamos, podemos darnos cuenta de que los paraguayos vivimos prisioneros de esos límites mentales, invisibles, que nacen unos por la ignorancia de los ciudadanos al no darse cuenta y no protestar por lo que no reciben y que les corresponde. Pero también están los límites mentales impuestos porque a algún sector le conviene que nada cambie.