Santiago Peña, candidato a pre­sidente de la República de cara a las elecciones de este año, confía en que con el man­datario brasileño que asumió hoy harán una relación productiva para ambos países y particu­larmente para Paraguay. El histórico líder pro­gresista brasileño Lula da Silva, quien asumió su tercer mandato, fue varias veces mencionado por Peña durante su pro­pio discurso de campaña, alentando esperanzas sobre una relación pro­ductiva que asegure ven­tajas para el Paraguay.

Santiago Peña dijo para La Nación/Nación Media que las relaciones bilate­rales deben basarse en el mutuo crecimiento y las ventajas recíprocas, y en este orden Paraguay debe sostener una diplomacia seria, que sea patriótica y que al mismo tiempo tenga calidad para debatir con altura con Itamarati.

Si bien en la agenda el tema de Itaipú figura como lo más resaltante y mediático, Peña men­cionó que la agenda con Brasil es mucho más amplia y pasa por todo lo que requiera reactivarse en materia de balanza comercial.

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MERCOSUR

“Considero que el debate sobre el futuro del Merco­sur será muy importante igualmente, figura supra­nacional que deberá for­talecerse desde un sen­tido pragmático”, dijo. Indicó que los ciudadanos deben sentir en su vida diaria cómo incide en ellos las relaciones con otras naciones. “Una diploma­cia solo dubitativa no nos sirve, tenemos que conso­lidar una diplomacia que produzca logros, que haga goles que nos produzcan beneficios”. Peña indicó que Brasil es fundamen­tal como aliado del Para­guay e imprescindible en la geopolítica hemisférica.

PRIMEROS CIEN DÍAS

El presidente brasi­leño, quien inicia su ter­cer período al frente del Ejecutivo del vecino país, tendrá desafíos inme­diatos mayores a los que enfrentó en sus otras dos presidencias, que dejó con una inusual popula­ridad del 87%.

Actualmente se estima que cerca de 30 millones de los 215 millones de bra­sileños pasan hambre y la economía a duras penas logra recuperarse tras el golpe de la pandemia.

“En los primeros 100 días deberá demostrar qué rumbo tomará el gobierno. La victoria electoral fue apretada y enfrentará un país dividido con una opo­sición aguerrida. Nece­sita liderar un gobierno de pacificación y unión nacional”, explicó Lean­dro Consentino, politó­logo del instituto Ins­per de San Pablo. Lula se impuso a Bolsonaro en el balotaje del 30 de octubre por 50,9% de los votos frente a 49,1%, un resultado que dio cuenta de una sociedad profun­damente polarizada.­

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