• Por Lourdes Torres
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A una semana de las elecciones internas partidarias simul­táneas, el analista político Hugo Duarte indicó que fue­ron unos comicios sin mayo­res sorpresas, ya que tanto en las internas del Partido Colo­rado como en las internas de la oposición, que se aglomeró bajo la figura de la Concer­tación, se dieron los resulta­dos que ya eran previstos en numerosas encuestas desde hace varios meses atrás.

En comunicación con el diario La Nación/Nación Media, indicó que lo que ya se venía mostrando en suce­sivas mediciones y sondeos a los cuales accedió de forma personal para su trabajo de medición mensual se veía que había un candidato que estaba bastante sólido en la posición de vanguardia.

Mientras que, señaló que al otro proyecto político le tocó vivir dos etapas, ya que una primera etapa estuvo con un candidato que tuvo que desembarcar justo cuando comenzaba a tener un impulso positivo; sin embargo, se vio obligado a bajar su candidatura cua­tro meses antes de las inter­nas. Indicó que desde ese momento, el nuevo can­didato tuvo que tomar la posta y volver a comenzar la campaña con una candi­datura que, manifestando de una manera generosa, no tuvo tiempo para desa­rrollarse.

“El resultado de estas inter­nas no arrojó ninguna sor­presa, tampoco el resultado en la Cámara de Senadores, desde un principio se presagiaba que en ese rubro iba a estar bastante peleado, tam­poco había margen para sor­presas. Aunque sí hubo algu­nos nombres que, si se analiza desde la estructura que lo sustentó, tampoco tiene sor­presa su ingreso en la lista del Senado, como el caso de Liza­rella Valiente, de Honor Colo­rado, que es un nombre nuevo dentro de la arena política”, indicó.

En cuanto a lo que ocurrió en la Junta de Gobierno, respecto a la elección de sus autoridades, Duarte señaló que una vez más quedó demostrado que cuando se presenta a un candidato que tiene más del 70% de rechazo, las chances que tiene de ganar son absolu­tamente mínimas. “Eso se confirmó con Mario Abdo Benítez, que desde el mes de enero de este año, desde la primera medición que hicimos en nuestro grupo, venía mostrando un margen superior al 70% de rechazo y nunca bajó de ahí. Con una candidatura así es muy difí­cil sopesar cualquier candi­datura que se plantee con la intención de ganar unas internas”, explicó.

Hugo Duarte aprovechó para reivindicar el resultado de todas las encuestas que se realizaron este año, al menos aquellas encuestas serias, sobre todo aquellas que no se publicaban, y que solo se utilizaban para realizar un análisis del humor social, y estudiar las estrategias que se tenían que hacer durante las campañas y se hacían con un interés meramente aca­démico, todas ellas siempre tuvieron la misma tendencia, que finalmente se vio refle­jada en las urnas durante las elecciones internas partida­rias simultáneas.

“Yo no discuto que pueden haber encuestas sesgadas para que luego se las utilice como propaganda electo­ral, pero eso también ocurre en todos lados. Pero las que nosotros como estudiosos tuvimos acceso de manera privada, y que nunca vio la luz en los medios de prensa, ni en ningún otro lado, en esas ninguna dio algún margen de sorpresa. Si ahora alguno quiere recurrir al archivo, en todos los programas y entre­vistas que me hicieron, una mesa antes de las elecciones, en todas ellas decíamos que Santiago Peña sería el gana­dor”, enfatizó.

Ahora bien, del otro lado de las internas, en la Concer­tación Nacional, tampoco hubo sorpresas con el resul­tado, ya que prácticamente estaba cantado desde 60 días antes. “Ha sido una campaña abúlica, fueron unas campa­ñas aburridas, en el sentido que demasiado rápido posi­cionó a los candidatos que ya se sabe quiénes son los gana­dores, muy arriba, y ya no se les pudo bajar más nunca durante la campaña”, indicó.

Agregó que desde los prime­ros pasos de la Concertación, la misma ya estaba construida a la medida de Efraín. “Fue un verdadero fiasco la convoca­toria de los partidos meno­res, que vuelve a ratificar que son simples partidos de male­tín, que están a disposición de algunas personas que quieren probar su cuerpo político y tie­nen algún remanente econó­mico que le permita ingresar al mundo de la política. El uso del Padrón Nacional, lo único que dio fue para hacer unas internas liberales ampliadas, esa es la verdad”, explicó.