“Le mando decir al presidente de la Repú­blica que es el culpable de lo que está pasando en Pedro Juan Caballero (PJC) y de lo que le ocurrió a mi her­mano. Mario Abdo Benítez, no tenés huevos, mi cuate”, dijo Ronald Acevedo, gober­nador de Amambay, cuando llegó al hospital para interio­rizarse del estado de salud de su hermano José Carlos Ace­vedo, víctima de un atentado en el transcurso de la tarde de ayer.

Visiblemente ofuscado, el gobernador de Amambay calificó de “lamentable” todo lo que está ocurriendo en la capital departamental, informó el corresponsal de La Nación/Nación Media, Éme­rson Dutra.

“Mario Abdo Benítez es el único responsable de todo lo que está ocurriendo en la ciudad”, manifestó. El titu­lar del ejecutivo departa­mental llegó hasta el centro asistencial donde se encuen­tra internado el intendente José Carlos Acevedo (PLRA). Según los datos, hasta el cie­rre de esta edición, el jefe comunal estaba muy grave y directamente fue ingre­sado al quirófano.

En conferencia, dijo que las autoridades deberían quedarse en Asunción y no viajar a Amambay, pues no cambiará mucho las cosas la presencia de las mismas. Aseguró que si llegan hasta el departamento, él como autoridad las va a recibir, pero que no les tiene con­fianza. “Mi hermano está semimuerto acá, ¿para qué la presencia de él? No hará nada”, dijo refiriéndose a Abdo Benítez, cuando recordó, asimismo, que han asesinado a su hija y no se ha hecho nada.

Tres personas dispararon al intendente de Pedro Juan Caballero, José Carlos Ace­vedo. El hecho ocurrió al cos­tado del Palacio de Justicia de dicha localidad. El jefe comunal fue trasladado de urgencia hasta un hospital de Pedro Juan Caballero y su estado de salud es delicado, informaron Ángel Flecha y Émerson Dutra, corres­ponsales del grupo Nación Media.

El atentado ocurrió a las 16:30 de ayer martes frente al predio de la municipali­dad de la terraza del país. De acuerdo a los datos, el inten­dente José Carlos Acevedo (PLRA) se retiraba del pre­dio municipal cuando fue interceptado por tres hom­bres encapuchados con armas de fuego, quienes dis­pararon contra la humani­dad del político.