El camino hacia las internas coloradas estuvo siempre apa­ratosamente relacionado con esa condición que tiene la ANR de constituirse en oposición y oficialismo al mismo tiempo, en un país en el que la oposición, si no está colgada de las tetas del Gobierno (PDP, por citar), está salpicada de la corrup­ción que debería ser el dis­curso de lucha (Alegre, por citar). Vale citar que las elecciones del 2023 son una oportunidad de renovación para la oferta electoral de la oposición y no faltan postu­lantes novedosos.

En este marco, todos los faroles están enfocados como siempre en las inter­nas de la ANR, que es como el estadio donde siempre se juega la final entre los dos más tradicionales rivales de la política paraguaya: el colorado oficialista vs el colorado disidente.

Si bien la constante ha sido, en todo el recorrido de la transición, la incapacidad del oficialismo para ganar internas por la candidatura presidencial, en el caso del “Toro” Velázquez hay un ele­mento aún más llamativo: no existe una sola encues­tadora, por más mentirosa que pueda llegar a ser, que se atreva siquiera a darle una derrota decorosa y, por cierto, las distancias no hacen sino ensancharse cada día más. (Ante esta situación, el propio cartismo ha dejado de citarlo en sus discursos de campaña).

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Pero, ¿cuál es la razón de la obstinación por Velázquez contando el oficialismo con otras figuras que podrían tener un mejor perfil? Se pueden ensa­yar varias razones:

  1. Velázquez vendió ante MAB la historia de ser el peor enemigo de HC. Podría ser una alternativa, aunque bastante endeble mirada desde lo objetivo porque al manejar varias encuestas, en Honor Colo­rado, en rigor, no lo consi­deran “un enemigo”, casi se diría que, al contrario.
  2. Velázquez satis­face a MAB en su impeni­tente e insaciable apeten­cia por conseguir que alguno de los suyos “pegue” todo el tiempo a HC.
  3. Un dato no menor: Velázquez, por sus antiguos “vínculos”, está mejor posi­cionado para obtener recur­sos para la campaña.
  4. También puede suceder que el Vice se tragara ciertas historias sobre el protagonismo del grupo Abc acompa­ñando campañas y ha “vendido” tal apuesta como un hecho determi­nante que lo sostiene a él. De hecho, hicieron gran­des esfuerzos mediáticos para que todos se ente­ren que usaban el avión de la dueña del medio para su campaña. Pero la verdadera historia es al revés, Abc apoyó cam­pañas cuando estas ya estaban definidas para uno u otro candidato. Lo que sucede ahora es que el diario encuentra en HV el mastín que ladre y muestre los dientes contra HC, lo cual le simpa­tiza de sobrema­nera. Obviamente, así como ahora están acomodadas las cartas, en las generales apoya­rán a una apuesta de la oposición.
  5. En este mismo “paquete”, el oficialismo ha logrado que los grandes mul­timedios anticartistas (Vierci y Abc) olvidaran el pasado oscuro de Velázquez, primero con relación a vínculos con per­sonajes investigados interna­cionalmente y que también olvidaran su lamentable epi­sodio entreguista en el marco de las negociaciones por Itaipú con el Brasil. Probablemente, esta ventaja que le ofrecen al oficialismo los medios “ami­gos” es otra de las motivacio­nes de la permanencia pese a tan alicaídos números.

¿ES TARDE PARA CAMBIAR?

Definitivamente sí. Que MAB desmonte a Velázquez en este momento sería un gesto de debilidad que se suma a la ausencia de una mirada estra­tégica de cara al futuro.

Hay que tener en cuenta, en este orden, que la mayor parte –si no todos– los pilotos de tormenta que lograron la victoria del abdismo en el 2017 se encuen­tran hoy acompañando la cam­paña de “Santi” Peña.

Y mirando desde la otra ori­lla, no quedan dudas que –al menos en lo que se han visto en los números hasta hoy– el rival más funcional a los inte­reses de Peña es el ex fiscal de CDE, hoy vicepresidente.

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