La Mesa Directiva de la Cámara de Senadores fijó para el próximo 28 de julio la sesión para la interpela­ción al titular de la Comi­sión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), José Antonio Ortiz, por las supuestas irregularidades con juegos de tragamone­das y quiniela, que impli­carían un presunto nego­ciado que orilla los US$ 1 millón. En la sesión ordi­naria del pasado 15 de julio, el plenario aprobó por 39 votos el pedido de interpe­lación contra Ortiz, acu­sado de corrupción en el cargo que ocupa actual­mente.

Entre las denuncias con­tra el titular de la Conajzar, expuestas durante la sesión por la senadora Esperanza Martínez, se refieren a la concesión, control y explo­tación de las máquinas tra­gamonedas a una cuestio­nada empresa privada. Además, la legisladora se refirió en el momento a la protección de niños, niñas y adolescentes, que son los que más utilizan las máqui­nas tragamonedas.

En el proyecto de pedido de interpelación se men­cionaba que la Conaj­zar otorgó sin licitación ni ley nacional, como establece la Constitu­ción Nacional, la conce­sión del cobro de cáno­nes y explotación a una empresa privada que es cuestionada por su per­fil financiero y jurídico.

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El pedido de interpelación obedece a las respuestas inconsistentes de Cona­jzar ante la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta. Los proyectistas ale­gan que consideraron insu­ficiente e insatisfactoria la respuesta de Conajzar y así, consecuentemente, corres­ponde citar a su presidente.

INVESTIGACIÓN DEL GRUPO NACIÓN

El equipo periodístico del programa “Tierra de nadie”, del Grupo Nación, se hizo eco de las denun­cias, realizó una investiga­ción y constató que tanto el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) como la Conajzar permiten la explotación del negocio sin intervenir. Las publicacio­nes periodísticas demues­tran el nulo control de las instituciones estatales en la explotación de los juegos de azar, que permite la clan­destinidad de los proveedo­res de estas máquinas.

La investigación demostró que el ingreso al país de estas máquinas sería por parte de empresas grandes, cuyas actividades principales figu­ran como playas de autos, metalúrgicas, electrónica, etcétera. Aproximadamente son 20 empresas importa­doras que ingresaron estos componentes, según los registros de la Dirección Nacional de Aduanas del 2019.

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