Candidatos de la opo­sición para la Inten­dencia de Asunción buscan establecer consensos para enfrentar al aspirante colorado Óscar “Nenecho” Rodríguez, en las próximas elecciones generales muni­cipales, en medio de fuertes acusaciones y ataques, ven­tilando públicamente y sin pudor sus “trapos sucios”.

Tanto Eduardo Naka­yama, del Partido Libe­ral Radical Auténtico (PLRA); Sebastián Gar­cía, del Partido Patria Querida (PPQ), y Johanna Ortega, de Asunción Para Todos, hablan de acudir al diálogo como una herra­mienta democrática para impulsar la anhelada unidad opositora, pero, sin embargo, no evita­ron cuestionarse públi­camente.

Al respecto, durante la emisión del programa “El brunch”, emitido por el canal GEN, la mayor tensión se dio entre Ortega y García. La pri­mera volvió a exigirle al can­didato de PPQ que renuncie a su banca de diputado, men­cionando que se encuentra usando el dinero del contri­buyente asunceno para su campaña.

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“Tenemos que sentarnos los candidatos alrededor de una mesa, pero en igualdad de condiciones, por eso toda la semana estábamos exigiendo que Patria Querida pueda dar una muestra verdadera de transparencia y lucha contra la corrupción con la renun­cia del candidato Sebastián García a su banca de dipu­tado, para que la competen­cia pueda darse en igualdad de condiciones y sobre todo sin el uso del dinero público de los contribuyentes”, men­cionó Ortega.

“SE BUSCA CONFUNDIR AL ELECTORADO”

Por su parte, García rechazó las acusaciones, sosteniendo que Ortega cuenta con la intención de confundir a los asuncenos con un acto de mala fe, argumentando que no le parece correcto que haga alusión al uso del dinero público, ya que su trabajo se encuentra plenamente jus­tificado.

“Yo lo tomé como una cues­tión de aporte al diálogo, pero cuando ya se vuelve una mala fe y se busca con­fundir al electorado hay que ser muy claros, mi mayor carta de representación es mi excelente gestión como legislador y estoy orgu­lloso de eso. No me parece correcto pretender decir que es dinero público, ya que acá vale el trabajo remunerado, si es que un congresista gana mucho o poco es otra discu­sión que vamos a tenerla. Está confundiendo al elec­torado al decir que es por un salario”, sostuvo.

NAKAYAMA, EN DEFENSA DE ORTEGA

Ante las declaraciones de García, el liberal Nakayama salió en defensa de Ortega, al sostener que no se le puede coartar y tildar a sus afirma­ciones como un acto de mala fe, como lo manifestó el par­lamentario.

“Más allá de las diferencias que puedan tener, me gusta­ría que se mantenga el nivel de respeto a la opinión, así como uno puede opinar de una forma, tiene toda la libertad, no podemos coartar la opi­nión de la gente. Yo no creo que tenga que ser tildada de mala fe”, indicó.

“ÉTICA SELECTIVA”

García acusó a Ortega de mantener una ética selectiva, comentando que la misma tiene dentro de su equipo al concejal Rodrigo Buonger­mini, quien cuenta con causas judiciales en el marco del pro­ceso conocido como “Asado de fin de semana” y quien nueva­mente se postula para el cargo de edil, sin presentar aún su renuncia.

“Al decir que son fondos públicos, sí son de mala fe. La misma ética que se reclama, vos ayer te estabas sacando fotos con Buongermini, quien tiene causas judiciales y que es parte del modelo munici­pal que fracasó y que ahora se postula a concejal sin renun­ciar. Hay que ser claros, cuál es la ética selectiva. No soy ordenador de gastos, enton­ces no se puede decir que uso fondos públicos”, sentenció.

CAMBIO CADA TRES AÑOS

Ante dichas afirmaciones, Ortega dijo que Patria Que­rida cuestionó durante varios años a otras fuerzas políti­cas, en el sentido de utili­zar los recursos del Estado para las campañas políticas, razón por la cual solicitó a la nucleación mantener su línea y a García, honrar los votos de la ciudadanía que lo designó como diputado.

“Hoy es sábado y está bien, pero ayer en horario de ofi­cina estabas en las radios haciendo campaña mien­tras te pagábamos el salario. No es de mala fe, esto es un requerimiento político, tene­mos que poner todas las cues­tiones sobre la mesa y esa es una mala práctica en la polí­tica paraguaya. Uno no puede cada tres años cambiar lo que quiere ser, uno tiene que hon­rar el voto de la gente y justa­mente como es un legislador con capacidad de producción de leyes, como él dice, es que se tiene que quedar en ese puesto”, sostuvo.

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