El director del Ins­tituto Republicano de Políticas Estra­tégicas (IRPE) del Par­tido Colorado, José Ocam­pos, lamentó que hoy en día los valores de honestidad y transparencia del Gobierno están entredicho y bajo crí­tica porque los vicios de la corrupción se han apode­rado de la creencia popu­lar y de la consideración que la sociedad le tiene al Gobierno. En un análisis por los 210 años de la Inde­pendencia del Paraguay, el profesional señaló que las autoridades naciona­les deben recuperar esos valores morales que deja­ron como legado los héroes de la independencia patria.

En ese sentido, Ocampos sostuvo que hoy más que nunca la nación se debe afe­rrar a los principios mora­les que rigieron a los próce­res y, sobre todo, al primer gobierno independiente de la República del Paraguay, que fue presidido por José Gas­par Rodríguez de Francia. Al respecto, indicó que muchas cosas se pueden cuestio­nar de su gobierno, pero su honestidad fue a toda prueba.

“El aniversario de la inde­pendencia nos debe llevar a la reflexión sobre cuáles fue­ron esos valores que motiva­ron a los próceres a tomar la decisión de exponer sus vidas en favor de la indepen­dencia. Ellos lo hicieron con una honestidad y un patrio­tismo que no tiene compara­ción. En la actualidad vemos que la administración de gobierno lastimosamente la honestidad está entredi­cha y está en discusión por culpa del vicio de la corrup­ción”, manifestó en comuni­cación con La Nación.

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Asimismo, señaló que este es el momento en que el pueblo está reclamando a sus gober­nantes que resuciten una palabra que está olvidada, que es la moral en el ejerci­cio de la función pública. Así como que los mandantes den ejemplo de la austeridad y la sencillez en los actos de gobierno. “Consecuencia de estas carencias es que la gente ya no confía, ha per­dido el respeto y la conside­ración popular”, acotó.

A esto el analista Ocam­pos indicó como ejemplo la necesidad del manejo trans­parente del patrimonio del Estado en las binacionales. En ese sentido, indicó que es una obligación de los entes binacionales transparentar la gestión, sobre todo en los llamados presupuestos de gastos sociales.

Ocampos indicó que el manejo transparente de los fondos socioambientales no puede estar supeditado a la simpatía del director de turno de la binacional, a favor de una parroquia, aso­ciación religiosa o un club determinado de fútbol. “Se debe transparentar y el pue­blo tiene que saber qué se hace con los ingresos que genera el Estado paraguayo. Es una obligación que cae de maduro y no resiste el más mínimo análisis, y no es nin­guna excusa el hecho de que otros gobiernos no lo hicie­ron para no trasparentar la administración. El pueblo tiene el derecho de saber qué se está haciendo con su dinero”, concluyó.

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Espera una segunda independencia

El historiador y político liberal Eduardo Naka­yama espera que se llegue a una segunda independencia para lograr una verdadera democracia, cuando lleguen los vientos de cambio, la cual debe comenzar con la pacifi­cación de todos los elementos que compo­nen el país, sin que tenga un tinte partidario y revanchista.

En ese sentido, indicó que durante estos 210 años de independencia la política paraguaya se ha caracterizado por las constantes peleas y revanchas al adversario político. “Esto ha perjudicado enormemente a la estabilidad política, la economía y, por ende, a la socie­dad en general. Por eso debemos traba­jar todos juntos, sin exclusión, hacia el país que todos soñamos y esa será la verdadera segunda independencia que vamos a poder celebrar”, comentó a La Nación.

Nakayama señaló que este periodo de tran­sición a la democracia se está encaminando como el periodo democrático más largo de nuestra historia independiente de 210 años. Aun así, el gobierno actual sigue respondiendo a la misma línea de pensamiento de la época estronista, pero limitado en sus actuaciones gracias a la vigencia de la Constitución y las leyes. “Lastimosamente no se termina de ir ese pensamiento de que ellos son los dueños y señores de este país, y de quien gobierna y es autoridad, se creen patrones de estancia y no mandatario de un pueblo civilizado. Esa forma de hacer política está llegando a su fin”, expresó.

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