El diputado Carlos Rejala, de la ban­cada Hagamos, reco­noció que tuvo que darse un muy amargo trago de saliva cuando el minis­tro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, anunciaba que este jueves llegarían las primeras 4.000 dosis de vacunas contra el covid-19. Lamentó que sea un des­propósito para la ciudada­nía y un total desacierto en comunicación que nueva­mente el actual gobierno vuelve a cometer.

El legislador opositor que estuvo como invitado ayer en el programa “Fuego cru­zado” que se emite por el canal GEN recordó que días atrás el propio Maz­zoleni informaba ante la misma Comisión Perma­nente del Congreso que no sabía ni cómo, ni cuánto, ni cuándo iban a llegar las dosis de las vacunas. “Con este anuncio nos demues­tra a ciencia cierta que él (Julio Mazzoleni) no está en conocimiento de lo que está pasando con su país en materia fitosanitaria, mucho menos lo que es la parte de vacunación. Para mí esto es una improvi­sación total, una más, del Estado paraguayo”, lamentó Rejala.

NO CAMBIARON LAS FICHAS

El diputado sostuvo que el sistema sanitario sigue siendo manejado por las mismas personas que esta­ban al frente del Minis­terio de Salud cuando el año pasado se destapó la olla de la corrupción en el negociado de compra de medicamentos e insu­mos durante la pandemia. Indicó que apenas fueron apartados de sus cargos aquellos que estaban en la quinta línea de la cadena. Pero el primer anillo sigue aún intacto, son las mis­mas fichas. “Estamos casi un año de la pandemia, prácticamente ciegos con lo que es la parte de vacu­nación, yo puedo asegu­rar que la lógica simbólica tiene nombre y apellido, que es Julio Mazzoleni”, sentenció.

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Sostuvo que en tema de salud pública se “está tocando de oído y reactivo”, y que jamás el Ministerio de Salud accionó para algo. Si bien, las acciones sani­tarias al principio se pre­sentaron en forma correcta con la cuarentena y el aisla­miento social, lamentable­mente la cartera sanitaria quedó en brazos cruzados a partir de ese hecho.

El diputado Rejala señaló que ante los cuestiona­mientos por la tardanza en la compra de insumos y ahora las vacunas, desde el Gobierno se argumentaban que era muy difícil hacer las compras a nivel mun­dial, pero con los hechos de corrupción se les cerra­ron las puertas, porque querían meter mano a los fondos, esto les obligó a pisar el freno. “Cuando la ciudadanía comenzó a ser un auditor y controlador, entonces ellos se encon­traron entre la espada y la pared, y no sabían cómo hacer para manejar tanto dinero directamente, sin tanto control. Ellos que­rían saquear al Estado, pero se dieron cuenta de que la ciudadanía estaba atenta”, comentó.

APOYO DEL SECTOR PRIVADO

Ante las falencias ya observadas del Gobierno, para organizar el plan de vacunación el diputado Rejala considera que esto debe abrirse al sector pri­vado, para que sea este el que organice la logística, distribución. Porque, pese a que puede sacar cierto margen de rédito econó­mico, es el que puede lle­var de buena manera los biológicos, porque aquí en el fondo se busca evitar la pérdida de vidas, no pér­dida de dinero.

SITUACIÓN DE LA OPOSICIÓN

El diputado de Hagamos reconoció que actual­mente la oposición está aprovechando para “lle­var agua a su molino”, es por eso que existen cam­bios constantes en la pos­tura de los miembros de la oposición. Sostuvo que la oposición en ambas cáma­ras del Congreso se siente presa de “una propiciosa inestabilidad de la ciuda­danía, no quiere ser reac­cionaria, no quiere propo­ner, quiere esperar a ver qué sucede, por el miedo que tienen todos los polí­ticos al linchamiento”. Es por eso que se ve “una oposición dormida, que da pie a entender muchas cosas”.

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