En una publicación realizada por el medio colombiano Semana se menciona que de acuerdo a una investigación transnacional los autores o los mandantes del asesinado del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, en Colombia, serían integrantes de grupos mafiosos de Brasil y Paraguay. Éstos habrían realizado “una vaquita”, juntando USD 1 millón para el pago a los sicarios que terminaron ejecutando al fiscal Pecci.
En principio, el plan sería asesinar al fiscal en Paraguay, sin embargo, terminaron ejecutando el plan en Colombia, donde Pecci se encontraba de luna de miel con su esposa Claudia Aguilera, en Cartagena el 10 de mayo de 2022.
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De acuerdo a este medio, “la investigación apunta a una alianza criminal de mafiosos de Paraguay y Brasil, que hicieron una vaca multimillonaria para matar a Pecci sin dejar un solo rastro”. Sin embargo, la Policía y la Fiscalía colombiana llegaron a los autores materiales que ya fueron condenados por la Justicia.
Esta teoría es la que se estaría manejando en la investigación transnacional que incluye a agencias de inteligencia de Colombia, Estados Unidos, Centroamérica, Paraguay y Brasil, países de origen de los grupos criminales que habrían ordenado el asesinato.
Se maneja la información que el acuerdo para la ejecución se dio en Brasil, entre los mafiosos, donde también se realizó la “vaquita” de USD 1 millón. El objetivo fue que los sicarios se desplacen hasta Asunción para realizar el crimen, sin embargo, terminaron siguiendo a Pecci y su esposa hasta Colombia, donde lo ejecutaron.
Siempre siguiendo con el relato del medio colombiano, se manejan los rastros y datos exactos de las reuniones que se realizaron y de quiénes participaron de la misma, de cómo se movió el dinero recaudado entre los mafiosos y de cómo los sicarios contratados vigilaron los movimientos del fiscal, en las oficinas judiciales, su oficina e incluso su casa, en Paraguay.
Aparentemente, el plan inicial, de ejecutarlo en Paraguay, no habría procedido por la seguridad con la que contaba Pecci, y el plan b se puso en marcha tras tener conocimiento, por parte de los ideólogos, sobre el viaje de la pareja a Colombia. Este plan b requirió de otra “vaquita” de la misma suma, USD 1 millón, para contratar la oficina de sicarios. Todos estos datos fueron publicados por el medio colombiano.
La publicación refiere que “la investigación apuntaría a narcos como Jarvis Chimenes Pavão (Brasil), Miguel Insfrán, alias Tío Rico (Paraguay), y Jaime Franco (Paraguay)”.
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