Aprovechando la invitación del presidente Nayib Bukele para el acto de asunción a su segundo mandato, el presidente de la República de Paraguay Santiago Peña y su esposa, la primera dama Leticia Ocampos, se hicieron de tiempo tras los actos oficiales para acudir este sábado al cementerio de San Salvador, en El Salvador, donde reposan los restos del insigne músico paraguayo Agustín Pío Barrios, “Mangoré”. El excelso guitarrista falleció en ese país el 7 de agosto de 1944.

“Durante nuestra visita a El Salvador, llegamos hasta el Cementerio de los Ilustres de San Salvador, donde rendimos homenaje a una figura ilustre de nuestra cultura como lo es el gran Mangoré. Su legado musical y su impacto en nuestra cultura nos llenan de orgullo; su influencia trasciende fronteras, siendo reconocido y admirado en toda América Latina”, escribió la primera dama Leticia Ocampos en un posteo de Instagram.

Santiago Peña y su esposa Leticia Ocampos asistieron hoy a la asunción presidencial de Nayib Bukele en El Salvador. Foto: Instagram

En su cuenta de redes sociales también escribió: “Llegamos a El Salvador para acompañar la asunción del presidente @nayibbukele. Celebramos la renovación de su mandato presidencial y reconocemos el valor de la solidaridad y el apoyo mutuo entre nuestros países”.

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El desafío de Bukele

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió a los salvadoreños tomar sin quejarse la “medicina amarga” que recetará en el segundo mandato que inicia este sábado, con el fin de mejorar la economía después de “sanar” al país del “cáncer” de las pandillas.

Desde el balcón del Palacio Nacional, tras prestar juramento, Bukele pidió a los salvadoreños “apoyo incondicional” al comparar a su país con un enfermo y a su gobierno con un médico, en su discurso ante miles de seguidores en la plaza del centro histórico de San Salvador.

“Ya arreglamos lo más urgente que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, dijo, con la banda presidencial cruzada sobre un traje oscuro de cuello y puños dorados.

Bukele advirtió que en “este nuevo tratamiento para sanar la economía quizás también haya que tomar medicina amarga”, pero, dijo, “el país ya se curó” del “cáncer” de las pandillas y ahora debe “curarse de la mala economía”.

Fuente: AFP

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