El cardenal Adalberto Martínez, arzobispo de Asunción, durante su homilía en el te deum en conmemoración de los 212 años de independencia de la República del Paraguay, instó este domingo a los principales actores políticos a que se genere un trabajo mancomunado por la paz y la reconciliación entre paraguayos, asegurando que la única manera de que exista paz en el país es por medio de la generación de justicia.
Martínez llamó a ser justos a los gobernantes por medio de una administración de la economía que distribuya la riqueza y los bienes tangibles e intangibles con equidad y sentido de igualdad, de manera de eliminar las enormes desigualdades e inequidades que originan la pobreza de casi dos millones de compatriotas. “Mientras exista este estado de desigualdad no habrá verdadera paz en nuestra República”, expresó.
“Necesitamos promover la transparencia absoluta del proceso electoral. Los obispos señalamos que esta es una condición indispensable para la legitimidad de origen de las nuevas autoridades y que posibilitará la gobernabilidad y la paz social. En ese sentido, exhortamos a los organismos competentes que provean y expongan todas las informaciones que permita generar confianza y tranquilidad sobre la limpieza del proceso eleccionario y que despejen toda duda”, indicó en otro momento el cardenal.
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Reformas estructurales
El representante de la Iglesia católica remarcó que la patria necesita una profunda transformación moral, ya que, según manifestó, la corrupción la inmoralidad y el crimen organizado corrompe nuestras instituciones y debilita el sistema democrático, impidiendo la relación del bien común, y que para lograr este objetivo es necesario de manera urgente fortalecer las instituciones y garantizar la independencia de los poderes del Estado.
“Subrayamos que es ineludible transparentar todos los actos públicos y asegurar el derecho al acceso a la información pública, son impostergables las reformas estructurales para enfrentar con eficiencia y eficacia la inequidad social y económica. El objetivo es que la población pueda acceder a servicios básicos de salud, educación e infraestructura, entre otros, y a mejores condiciones y oportunidades para una vida digna y plena”, comentó Adalberto Martínez.
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En otro momento, el arzobispo hizo hincapié en la problemática de la tierra y el acceso a la misma en nuestro país, asegurando que uno de los motivos por el cual se agudizan las necesidades del pueblo y crecen los cinturones de pobreza es por la falta de gestión del Estado en un mecanismo de catastro trasparente que garantice la tenencia legal de las propiedades.
“Desarrollo es el nuevo nombre de la paz, decía san Pablo VI, es urgente e ineludible un pacto social, político y económico sobre una agenda básica que favorezca y posibilite el desarrollo del país y el desarrollo humano integral”, sentenció el cardenal, invitando así a todos los sectores de la sociedad, en especial el político, a poner su mayor empeño para que en nuestra patria reinen la justicia y la equidad.