Sebastián Basso, fiscal argentino jefe de la Unidad de investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) trabaja en coordinación con la Fiscalía de Brasil y Paraguay (Fiscalía de Asuntos Internacionales) para buscar y castigar a los responsables de este terrible atentado. A 28 años del atentado, el caso AMIA sigue doliendo a Latinoamérica, lo que hace que haya una sed de justicia. El fiscal accedió a dar una entrevista exclusiva a Nación Media.

Por Felipe Goroso S.

El primer ataque fue a la Embajada de Israel, en marzo de 1992, con la explosión de un coche bomba, 2 años antes del atentado a la sede de la AMIA. Este hecho dejó 22 muertos y 242 heridos. Sucedió el 17 de marzo y destruyó completamente la sede de la embajada y del consulado, ubicadas sobre la calle Arroyo en plena ciudad de Buenos Aires. El atentado fue investigado por la Corte Suprema de Justicia, sin identificar ningún sospechoso y sin que hasta 2022 se haya elevado la causa a juicio.

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Más adelante, el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) fue en julio de 1994 (en idénticas circunstancias, coche bomba) que dejó 85 muertos y 300 heridos. Fue un ataque terrorista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 18 de julio de 1994. Algunas fuentes lo consideran el mayor atentado terrorista de la historia en Argentina. Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos ubicados fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial. Ambos atentados, atribuidos en nivel de sospecha al Hezbollah.

En el 2004, el fallecido fiscal Alberto Nisman fue designado al frente de la causa AMIA por el presidente Néstor Kirchner, a través de la creación de una unidad especial para la investigación del atentado.

El domingo 18 de enero de 2015, horas antes de tener que presentarse ante el Congreso para informar sobre la denuncia presentada el miércoles anterior, y poco antes de iniciarse el juicio por encubrimiento (AMIA 2), Nisman fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires.

En 2018, la Cámara Criminal y Correccional Federal afirmó que se trató de un asesinato, sin elevar la causa a juicio. La muerte de Nisman, cuya investigación aún no había concluido seis años después, al iniciarse 2021, ha estado en el centro de una fuerte disputa política, incluso entre las víctimas del atentado. Hacia 2022, la causa aún había sido elevada a juicio y tiene un solo procesado, Diego Lagomarsino, subordinado de Nisman y propietario del arma que causó la muerte del fiscal.

FG: ¿Cómo se da la reapertura o reactivación de la causa AMIA que es tan importante para la Argentina y para la Triple Frontera?

SB: El caso AMIA es muy emblemático para mi país, la República Argentina. En el año 1992 mi país sufre un atentado terrorista con un coche bomba que afectó la sede de la embajada de Israel, donde hubo 22 muertos. Dos años después, en julio de 1994 otro atentado con coche bomba explotó contra la sede de un edificio donde funcionan varias asociaciones de nacionalidad judía, que se llama la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y también funcionaba la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en el mismo edificio.

Ese atentado fue mucho más violento que el anterior porque murieron 85 personas, hubo 300 heridos e innumerables daños materiales. Esos atentados marcaron mucho a la Argentina, a la ciudad de Buenos Aires, y a la comunidad judía en particular y se transformó en una razón de Estado, para tratar de saber qué pasó, cómo fue ese atentado y quienes fueron los responsables. A lo largo de estos 28 años se fue trabajando en el caso. Lamentablemente algunos de los funcionarios de la justicia, de la policía y de los organismos de inteligencia que pasaron por el caso fueron acusados de cometer delitos y hay una sentencia que así los condena. Todavía está recurrida, pero lamentablemente tenemos esa mancha en el caso.

Sin embargo, más allá de todo eso, se pudo avanzar en el caso, especialmente cuando en el 2004 se creó una unidad especial de la Fiscalía que se llama la Unidad AMIA, cuyo fiscal más emblemático fue el doctor Alberto Nismam que falleció en enero del 2015 en circunstancias bastante trágicas. El caso siempre se estuvo investigando, se pudo determinar que fue un atentado terrorista, que fue realizado por un coche bomba manejado por una persona que se inmoló, que falleció en el atentado.

Se sabe también que ese atentado es adjudicado a un grupo de personas vinculadas a una organización que se llama Hezbollah, el brazo armado de Hezbollah es para la Argentina el que realizó el atentado de la embajada de Israel y también el de la AMIA.

También se sabe que este grupo siempre trabajó bajo el amparo económico y las órdenes del régimen que gobierna la República Islámica de Irán, por eso es que desde hace más de diez años Argentina pidió la captura internacional de altos funcionarios del régimen iraní, para que den explicaciones porque hay suficientes evidencias en el expediente nuestro que indicarían que Irán fue el que decidió hacer este atentado, producto de la situación geopolítica de esa época y concretamente también producto de la situación argentina que tenía con el régimen iraní.

El caso más interesante también está en que se determinó en la Argentina, después de un análisis minucioso de comunicaciones y otros elementos, que hay un personaje que se llama Samuel Alreda, es una persona que parecería que es de origen libanés, pero que utilizaba un pasaporte falso colombiano y se radicó acá precisamente en la zona que se llama Triple Frontera (Foz de Iguasú, Ciudad del Este y Puerto Iguasú). El está casado con una ciudadana argentina cuya hermana era la secretaria privada del agregado cultural de la embajada de Irán en la Argentina, el mismo está acusado de participar en el atentado porque esta persona, que se llama Moshen Rabbani, en la Argentina se determinó que durante muchos años montó un servicio de espionaje ilegal para darle información al régimen iraní, entre esa información está los objetivos que después lamentablemente se transformaron en el atentado.

Foto: Gentileza.

La investigación siempre estuvo en curso, pero en el último tiempo y especialmente en el año 2019 cuando también Estados Unidos pide la captura internacional de esta persona que se llama Samuel Alreda, es que se empezó a buscar más evidencias y a recibir mucha más colaboración de la República del Paraguay y también de la República del Brasil, con base en esa coordinación es que estamos trabajando con la Fiscalía de Asuntos Internacionales de Paraguay y con Fiscalía de Brasil y también con fiscalías de Panamá y otras regiones, coordinando medidas que permitan avanzar sobre toda esta organización y las personas que permitieron que este personaje, Samuel Alreda o Samuel Salman, Raouf Salman, tenía distintas identidades para que pudiera desplazarse fácilmente por esta zona sin ser detectado, y precisamente uno de esos desplazamientos fue lo que permitió que en julio del 1994 estuviera en Buenos Aires coordinando el atentado. La función que tenemos con la Fiscalía es coordinar medidas porque las pruebas no están siempre en un país, entonces es importante la coordinación internacional.

FG: ¿Las expectativas respecto del trabajo que vienen haciendo en los últimos días en Ciudad del Este?

SB: Las medidas son más bien de carácter reservado, por eso no voy a hablar en específico, pero sí son medidas muy concretas que apuntan a identificar a las personas que habrían colaborado con este personaje Alreda en su estancia en la zona de Triple Frontera y Buenos Aires en la época del atentado a la AMIA.

FG: ¿Cómo se da esta colaboración al inicio con el Ministerio Público de Paraguay y Brasil, al punto de ofrecerles nuevos indicios o nuevas líneas de hipótesis de investigación respecto del atentado de la AMIA, y cuál sería la influencia de la Triple Frontera?

SB: Nosotros sabemos, está determinado que el atentado se coordinó tanto en Buenos Aires como en la Triple Frontera, hay intercambio de teléfonos que ubican a uno de los personajes más importantes en la Triple Frontera cuando se realizó el atentado, entonces, es imposible que Argentina con sus propios medios y con las pruebas que hay en la Argentina pueda avanzar, necesitamos sí o sí de la colaboración de los otros países.

Creo que los últimos años los Ministerios Públicos han hecho muchos trabajos de coordinación y de búsqueda de consensos comunes que permiten, no solo en este caso en sí mismo, sino en casos de crimen organizado, tener una visión mucho más global del asunto porque estas organizaciones no trabajan en un lugar ni viven en un solo lugar, se aprovechan precisamente de esta porosidad de las fronteras y del comercio global.

Entonces el trabajo conjunto es el único camino que podemos tener como para avanzar en estos casos y la verdad en estos últimos tiempos la Fiscalía de Paraguay ha colaborado mucho, no solo aportando datos para que nosotros podamos recibir declaraciones, sino también activamente pidiendo medidas dentro de Paraguay a los jueces paraguayos, que permiten tener esa visión global. No puedo decir en estos momentos los resultados de todo esto porque esto se va a dar en el transcurso del tiempo, pero es esencial la colaboración de Paraguay, sin la colaboración de la República del Paraguay lo que estamos haciendo sería vano. Si no fuera por Paraguay, esto no avanzaba.

FG: En algún momento de la charla usted mencionó que el atentado a la AMIA fue pensado y financiado por el régimen iraní. ¿Qué otras nacionalidades podrían haber estado involucradas o colaborado?

SB: El grupo Hezbollah es un grupo poliforme si se quiere, porque más allá de la lucha armada tienen otras actividades que les permiten tener otras operaciones, en el caso AMIA está probado que este grupo Hezbollah es de origen libanés y que la mayoría de sus integrantes son de ese origen, favorecidos por la diáspora libanesa.

FG: La causa AMIA lleva tanto tiempo siendo investigada con avances y tropiezos, incluso hay una segunda parte planteada sobre la responsabilidad de autoridades que dejaron pasar cosas de la investigación. ¿Cree que tiene que ver con las diferentes miradas de los diferentes gobiernos respecto a la causa de Israel o sobre el Líbano?

SB: Todo el tema del terrorismo y los conflictos geopolíticos van a ser abordados desde diferentes miradas y la política siempre va a tener miradas distintas. La Fiscalía, el Ministerio Público no tiene una mirada política del asunto, nosotros tenemos una mirada a la luz de la ley y de los Derechos Humanos y eso no cambia, pueden cambiar los políticos y sus miradas, pero la vigencia de los Derechos Humanos es fundamental y los muertos son muertos y el asesinato de personas es un delito que clama justicia universal y excede el marco de los tiempos y de la política y de los Estados. Por eso es importante asumir que esto no tiene que ver con la política, tiene que ver con la vigencia de los derechos fundamentales y nosotros los fiscales estamos para ser la voz de los que tienen voz, para ser los que tratamos de alguna manera de mantener vigentes esos derechos fundamentales en todo el mundo.

FG: Indudablemente, ese es el esfuerzo que hacen las Fiscalías de cada país; ahora, es indudable que a medida que pasan los gobiernos hay diferentes posiciones y más afinidad de un lado o de otro. Eso complica el avance de las investigaciones, trámites, procedimientos.

SB: Nosotros trabajamos en coordinación con los Poderes Ejecutivos de todos los países, son ellos quienes tienen a su cargo las fuerzas policiales, las autoridades migratorias, de todo lo que sea documentación y el tráfico comercial. Entonces, en la medida que los gobiernos colaboren más con nosotros obviamente se facilita la tarea, cuando ellos no tienen como prioridad estos temas o consideran que no son de derechos fundamentales sí se nos entorpece, pero nosotros estamos para coordinar y cooperar y no para criticar a la política.

FG: Usted mencionó un nombre en particular, Samuel Alreda, tal vez como el principal investigado o sindicado en el atentado a la AMIA, incluso con conexiones muy cercanas o familiares en el servicio diplomático iraní. Esta persona, ¿aún está en la Triple Frontera que se sabe de su actual situación?

SB: Esa persona está con alerta roja de INTERPOL desde el año 2009, no tenemos información certera de dónde se encuentra. Son personas que siempre logran tener identidades falsas en los distintos países donde circulan, entonces son muy difíciles de atrapar. Incluso Estados Unidos ha pedido la captura internacional. Hay una recompensa muy fuerte del Departamento de Estado de Estados Unidos para quien pueda aportar datos sobre esta persona y nosotros estamos alerta a cualquier información que pueda ser fidedigna y que nos permita acercarnos, por el momento, la información que estamos manejando lo ubicaría en Medio Oriente.

Foto: Gentileza.

FG: Un atentado de semejante envergadura debería implicar un altísimo grado de logística, de recursos. Uno creería que jamás podría haberlo hecho solo ¿En ese contexto de financiación también tiene relevancia la Triple Frontera y la investigación que están realizando?

SB: Exacto. Igual, hay medidas que son reservadas, no vamos a dar a conocer las medidas concretas, pero todo apunta a que para que estas personas hayan podido residir y circular por la zona Triple Frontera, por Argentina y toda América Latina, debieron tener soporte de personas que le permitieron disimular sus actividades en este continente y pasar desapercibidos para las autoridades, claramente.

FG: ¿El volumen de recursos que se habría usado para el atentado, vinculado a la Triple Frontera, sobre el presupuesto que se habría asignado?

SB: Estamos hablando, lamentablemente de un atentado terrorista, donde lo más importante es la capacidad de las personas que realizan ese atentado no es tanto la capacidad económica aunque sí hubo gastos. Y en ese sentido, parte de la acusación que se le hace a la República de Irán tiene que ver con eso, con el financiamiento, pero el recurso más importante son las personas que tienen que tener un alto profesionalismo en hacer maldades y esa profesionalidad está dada por la capacitación que hayan tenido a lo largo de su preparación tanto en su lugar de origen como en los distintos lugares donde fueron pasando. Este Alreda pasó por Colombia, pasó por la Triple Frontera, estuvo en Buenos Aires y todavía sigue dando vueltas por el mundo como un alto mando de la rama armada internacional que nosotros le decimos Hezbollah.

FG: ¿Podría hablarse de que también hay un trabajo coordinado del otro eje: sin duda alguna el régimen iraní, porque no mencionar a Siria, tal vez Libia en alguna medida.

SB: Soy prudente en hablar de cuestiones geopolíticas, los fiscales no trabajamos en Cancillerías y no tenemos miradas políticas, no soy persona autorizada para hablar de las cuestiones geopolíticas. Le puedo hablar de cuestiones, sabemos que este grupo opera y la base es la zona de la República del Líbano, sabemos que el régimen iraní está atrás, concretamente que el atentado a la AMIA se habría decidido en Irán un año antes. Sabemos que estas personas tenían vinculaciones en Triple Frontera, hay comunicaciones entre todos ellos, obviamente de esa época hay que recordar que estamos hablando de un atentado de hace 28 años. Todo eso lo sabemos, de la parte política no voy a hablar porque somos fiscales, no somos políticos.

FG: ¿Esta coordinación que usted mencionó se da entre Fiscalías de Argentina y Paraguay pasa por su mejor momento?

SB: Desde el punto de vista del caso AMIA, las relaciones son más que óptimas. Hay que reconocer que la coordinación que se da entre los Ministerios Públicos de Latinoamérica, hay una organización de fiscales que ha logrado vincular a todas las fiscalías y el apoyo mutuo. Lamentablemente, en todo el mundo, pero más en Latinoamérica, tenemos que investigar al poder, a la política, entonces muchas veces la política habla mal de nosotros y se manejan en distintos tiempos, la política es del minuto, del instante, de la noticia periodística. Los fiscales somos más de largo tiempo, lamentablemente tenemos que guardar silencio frente a las palabras que puede decir la política o la sociedad en general, porque nosotros tenemos que basarnos en la verdad que nos dan las pruebas, no en los comentarios o en las apreciaciones subjetivas.

Foto: Telam.

FG: ¿Usted creería que este modelo de integración entre Ministerios Públicos que mencionó, que en el caso AMIA es óptimo, podría replicarse en otras instancias o casos?

SB: Ojalá, la integración siempre sea mejor que el conflicto y la mirada sospechosa entre Estados. La única manera en que la humanidad pueda avanzar es aceptándonos con nuestras diferencias y caminando juntos y buscando las ventanas de acuerdo más que las puertas de los conflictos. Este modelo se viene desarrollando de una manera muy silenciosa porque no está muy mediatizado por parte de los fiscales, básicamente, las fiscalías de los distintos Estados y eso ha permitido mucha colaboración y hoy por hoy el que crea que se salva solo, el país que crea que todo está en su territorio, que no depende de otro país y mira con desprecio está condenado al fracaso. Es decir, la única manera que tenemos de caminar y seguir adelante es cooperando entre nosotros.

FG: Desde Argentina, ¿Qué le faltaría a la causa AMIA?

SB: A la causa AMIA le falta justicia. La sociedad argentina y las víctimas en particular piden que se identifiquen personas que sean llevadas ante los jueces y que eventualmente reciban una sanción si es que son considerados culpables. Todos los esfuerzos están enderezados en buscar justicia, a buscar a estos responsables, llevarlos ante los jueces y que respondan ante ellos con las evidencias que buscamos. Nosotros buscamos todas las evidencias posibles para que después estas personas, si son culpables, sean condenadas con una pena justa y adecuada basándonos en el grave daño causado a la comunidad.

FG: No se puede concluir esta entrevista sin recordar al fiscal Nisman, de hecho usted mismo lo mencionó en un inicio. Horas antes de presentar este informe al Congreso fue encontrado muerto en su departamento, aparentemente fue asesinado.

SB: Obviamente, la figura de Nisman es protagónica, ya que ha dado mucho de sí para la creación de la Unidad AMIA y para el avance del caso. Es indudable que la actividad de Nisman logrando el pedido de captura internacional de altos funcionarios del régimen iraní, pero también de este grupo armado vinculado a Hezbollah fue fundamental. Negar la preponderancia de Alberto Nisman en el caso AMIA es negar la realidad. La mochila ya es algo muy subjetivo y tendrá que ser evaluado por la comunidad, mi función es cumplir con el mandato que me dio el Estado argentino de hacer cumplir la ley y llevar el caso a lo máximo posible. Es decir, conseguir la mayor cantidad de claridad para que la verdad sea más evidente, preservar la memoria del caso y de todo lo que pasó y también buscar justicia, en el sentido de buscar a los responsables y tratar por todos los modos legales posibles de llevarlos a prisión y que cumplan una pena proporcional y adecuada al daño ocasionado.

FG: Queremos agradecerle la entrevista exclusiva para Nación Media y si quiere dejar un mensaje conclusivo este es el momento.

SB: Quiero agradecerle a todo el Estado paraguayo, en especial a la Fiscalía de Paraguay, que nos ha dado la posibilidad de avanzar y hacer medidas en territorio paraguayo, pero también agradecerles a ustedes la posibilidad de comunicar un poco el caso AMIA, es un caso que duele todavía en América Latina y estamos ávidos de justicia; entonces queremos que todos aquellos que quieran colaborar bienvenidos sean, que aporte información fidedigna y que hablen, no es bueno que gente que haya participado de un atentado terrorista en libertad sin haber pagado por el daño ocasionado.

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