El experto en terrorismo y miembro principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington DC, Emanuele Ottolenghi, ya había advertido sobre el ingreso y permanencia del avión carguero venezolano con tripulación iraní en Paraguay a principios de junio de este año. Ottolenghi se refería en ese momento sobre la “filtración” de datos de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) sobre Tabacalera del Este SA (Tabesa).

En ese momento, cuatro días antes de que la aeronave fuera demorada en Argentina, el experto en terrorismo había manifestado que le llamaba la atención que se dé esa filtración de datos, cuando las autoridades de seguridad debían haberse enfocado en investigar cuál era el objetivo de la llegada del avión venezolano a territorio paraguayo, en mayo pasado. El Gobierno alertó a las naciones vecinas sobre este avión recién tres semanas después de su estadía en un área estratégica de la Triple Frontera.

“Me llama la atención, sobre todo porque ya vimos, desde hace unas semanas, otra filtración, de tamaño puede ser más pequeño, del avión carguero venezolano con tripulación iraní con vínculos a la guardia revolucionaria iraníes que llegan a Ciudad del Este”, expresó Ottolenghi, el pasado 2 de junio, en una entrevista a la 1080 AM, al comparar con el escándalo que produjo la entrega del informe preliminar de Seprelad a sectores adversos al expresidente Horacio Cartes.

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Mucho antes, Ottolenghi había retuiteado una entrevista del 18 de mayo en un medio a Douglas Cubilla, director de Aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), que confirmaba el paso del Boeing 747 con matrícula venezolana. “Emtrasur, el carguero subsidiario de Conviasa operado por una tripulación iraní de Mahan Air & Fars Air Qeshm, regresa a Irán, luego de una visita sin precedentes al área de la Triple Frontera y Nicaragua. Para tener en cuenta”, tuiteó el 21 de mayo, mostrando un mapa de la llamativa trayectoria de vuelo en pocos días.

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Emanuele Ottolenghi, politólogo de la Fundación para la Defensa de las Democracias. Foto: Archivo.

En este contexto, refirió que llamaba la atención que no se haya investigado del por qué una tripulación asociada a dos naciones controvertidas se encontraba en territorio paraguayo, sin ningún tipo de cuestionamiento, entre el 13 y 16 de mayo, en el aeropuerto Guaraní de Minga Guazú.

“Sale después de dos días y medio, supuestamente sin que haya una investigación de por qué llega un carguero venezolano, del por qué está una tripulación iraní en Ciudad del Este, dos días y medio, y en lugar de investigar y recoger inteligencia, lo que se hace es filtrar la información en un momento delicado, muy sensible del proceso político de vuestro país”, advertía.

“¿Con quién se encontraron? Nadie en Paraguay armó trabajo básico de inteligencia. El avión llegó ahí tres días después del asesinato de Marcelo Pecci. ¿Por qué no llamó la atención la llegada de un miembro del régimen iraní en ese centro operacional del Hezbolá?”, cuestionó posteriormente, el 13 de junio, el especialista a través de un tuit, en debate con Andrei Serbin Pont, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (Cries), al opinar: “Nadie carga un 747 con USD 750.000 de puchos y tripulación de 19 y logra sacarle un margen económico… el vuelo de YV3531 a Ciudad del Este tuvo otro propósito. ¿Qué movieron desde la triple frontera?”.

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El 20 de junio, Ottolenghi respondió: “El vuelo iraní llegó a CDE tres días detrás el asesinato del fiscal Marcelo Pecci y unos días antes esta revelación. ¿Casualidad o causalidad? Una pista que merece ser investigada”, al tuit del periodista venezolano Gabriel Bastidas, que reportaba: “En medio del escándalo del avión venezolano-iraní, se revela que Hezbolá estaría planteando un atentado terrorista contra el académico y periodista argentino George Chaya”. Recordemos que Ottolenghi sostenía la hipótesis de que el grupo extremista pudo haber participado en el crimen del fiscal paraguayo en Colombia, posiblemente en asociación con otros grupos criminales internacionales.

El avión iraní-venezolano fue demorado en Buenos Aires, el 6 de junio, y, según informaciones, contó el pasado 5 de mayo con la autorización de la Direccion Nacional de Aeronautica Civil (Dinac) para su ingreso al Paraguay. El carguero, que posee la matrícula YV3531, también transportaba autopartes, y que luego de continuar con diversos vuelos desde su salida del aeropuerto de Minga Guazú, a inicios de junio quedó sin combustible en la capital argentina, tras ser negado el pedido de ingreso en Uruguay. De acuerdo a las informaciones, entre las sospechas figuran que sus tripulantes forman parte de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.


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