El exministro de Hacienda y economista Santiago Peña, en comunicación con LN Live, consideró imprudente la postura del Ejecutivo de no acatar los límites de déficit fiscal alegando la crisis económica y la pandemia. Consideró además que los últimos paquetes de préstamos aprobados en el Senado responden a un pacto político coyuntural entre 26 senadores que va en sentido contrario a los intereses nacionales a largo plazo.

Estamos llegando a un déficit fiscal del 6-7% del PIB y una deuda pública que alcanza el 32% del PIB. “Este gobierno deja un antecedente nefasto para los demás administradores”, expresó respecto a no respetar la Ley de Responsabilidad Fiscal. “Esta ambulancia que lleva el paciente ya ha pasado todas las luces en amarillo y ahora se están pasando algunas luces en rojo”, dijo respecto a la conducción económica de Abdo.

“Yo creo que es un poco imprudente y obviamente siempre invertir en programas sociales e infraestructura es siempre deseable, pero ahí tenemos que tener cuidado de que la medicina finalmente no termine perjudicando al paciente”, dijo Peña respecto a los 4 proyectos de préstamos. Hizo énfasis en que el Gobierno ya tiene aprobado un plan de US$ 2.000 millones más los US$ 13.000 millones del Presupuesto General de la Nación.

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Sector público y privado

“El sector público es importante, pero realmente quién mueve la economía es el sector privado. En un muy buen año el sector público invierte US$ 1.000 millones y el sector privado invierte cada año cerca de US$ 5.000 millones”, sostuvo para aclarar la dinámica económica nacional. “Lo que necesitamos es generar la confianza, la credibilidad, para que el sector privado salga a invertir”, expresó Peña respecto al ambiente de inversiones sustentables.

Ley de administración de pasivos

Consultado acerca de su opinión sobre la ley de administración de pasivos, indicó que fue una ley muy discutida y debatida y que no implica la autorización de nuevo endeudamiento. “Aquí no se quita ninguna prerrogativa al Poder Legislativo. Esto es simplemente una herramienta que le permite gestionar la deuda pública que ya ha sido aprobada, que ha sido autorizada por el Parlamento y que con base en las condiciones del mercado, las modificaciones sean favorables al Estado paraguayo”, dijo.

“Yo personalmente acompañé la aprobación de esta ley. No hay autorización de nueva deuda, no hay cercenamiento de ninguna facultad al Congreso. Los mecanismos de reporte y de control siguen estando ahí y creo que nuestro principal problema no pasa a través de gestión de pasivos. Nuestro problema pasa por las nuevas autorizaciones de deuda que se están dando ya por encima de los niveles que son aceptables”, aseveró.

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