Este domingo 15 de junio se recuerda el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, una fecha promovida por las Naciones Unidas mediante Resolución 66/127, a instancias de las organizaciones de personas mayores de distintos continentes, entre ellos América Latina y el Caribe.
En ese marco, la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, a través de la Pastoral de Adultos Mayores, manifestó: “Las personas mayores son un tesoro inestimable para nuestras sociedades, a lo largo de sus vidas, han acumulado una sabiduría profunda, experiencias ricas y un amor incondicional que pueden enriquecer a las generaciones más jóvenes. Sin embargo, tristemente, a menudo son objeto de abuso y maltrato, lo cual es una verdadera tragedia y una grave injusticia que clama al cielo y es tan trascendente que hubo que determinar un dio mundial para alertar a la humanidad sobre estos hechos”.
Lea más: Ante aumento de cuadros respiratorios habilitarán vacunatorios durante el feriado
“El respeto y la dignidad de las personas mayores son valores fundamentales que debemos promover y defender en nuestras familias, comunidades y desde las estructuras públicas. Es imperativo que no veamos a los mayores únicamente como personas que necesitan cuidado y asistencia, sino como individuos con derechos plenos, voz y participación activa en la sociedad. Ellos requieren que se vele con amor y dedicación por su bienestar y existencia”, agrega la institución religiosa.
“Como sociedad y como individuos, tenemos el deber de asegurar que nuestros mayores sean tratados con el respeto, el amor y la ternura que merecen. Debemos proporcionarles un entorno seguro y acogedor, donde se sientan valorados y cuidados. Esto incluye garantizar su acceso a servicios de salud adecuados, seguridad económica, apoyo emocional, oportunidades recreativas y una vida digna en su totalidad”, continúa el mensaje.
Lea también: A 9 años del impactante atentado contra Jorge Rafaat en PJC
Además, es esencial fomentar una cultura de respeto intergeneracional, promoviendo el diálogo y la comprensión mutua entre los jóvenes y los adultos mayores. No olvidemos que todos nosotros envejeceremos algún día, y el trato que damos a los mayores hoy, será el reflejo de cómo seremos tratados en nuestra propia vejez.
El abuso y maltrato hacia las personas mayores no debe ser tolerado ni ignorado. Como comunidad, debemos estar atentos y denunciar cualquier forma de abuso, ya sea físico, emocional o financiero, que se perpetre contra ellos. Es crucial que se establezcan sistemas de protección y apoyo para aquellas personas mayores que sufren abusos, y que se brinden los recursos necesarios para su recuperación y justicia, implementando políticas públicas que realmente las consideren y protejan.