Emerson Dutra, corresponsal

El sangriento suceso se registró a las 15:00, aproximadamente, en la fracción San José del barrio General Genes de la capital departamental.

Los datos preliminares revelan que Fabiola Beatriz Valdez Villamayor y César Ramón Morel Cabrera fueron acribillados en el interior de un vehículo de la marca Toyota, color blanco, por sicarios fuertemente armados.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Según relatos de testigos, la pareja fue sorprendida por los marginales cuando llegaban a la casa donde residían. Ambos recibieron varios impactos de bala de pistolas automáticas calibre 9 milímetros con alto poder de destrucción.

Los primeros informes revelan que César Ramón era el blanco de los sicarios. Su pareja, Fabiola Beatriz, habría recibido impactos de bala de manera accidental durante el atentado. “Morel Cabrera estuvo preso por un caso de hurto y hace aproximadamente seis meses recuperó su libertad”, señaló el oficial Vicente Toledo, de la Policía Nacional.

Testigos relataron a los uniformados que los sicarios se desplazaban en una motocicleta y que, tras cometer el crimen, abandonaron el lugar raudamente con rumbo desconocido.

Por la violenta forma en que se cometió el atentado, la policía sospecha que se trataría de un ajuste de cuentas, común en esta zona del país.

Sorprenden a dos “mulas”

También cerca de Pedro Juan Caballero, Severo Núñez Portillo (38) y Mario Mazacote Cubilla (34) fueron sorprendidos por agentes de la oficina regional Antinarcóticos transportando 450 kilos de marihuana prensada de alta calidad en un camión de gran porte, sobre la ruta PY-05, cerca de la colonia Santa Clara, a pocos kilómetros de la terraza del país.

Datos revelan que los uniformados se encontraban realizando control de rutina cuando pasó por la zona el pesado vehículo. Al inspeccionarlo, encontraron 516 pequeños paquetes de hierba maldita que, una vez pesada, totalizaron casi media tonelada.

Ante la descubierta, procedieron a detener a Severo y Mario. Ambos ya fueron puestos a cargo de la justicia ordinaria.

Déjanos tus comentarios en Voiz