Investigadoras paraguayas redescubren una especie de hongo desaparecido hace más de un siglo
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Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) informó sobre un importante hallazgo que lograron las investigadoras paraguayas Michelle Campi, Yanine Maubet, y Brenda Veloso, tras una jornada de campo en la granja ecológica Ñandu’a, Itá, situada en el departamento Central.
Allí han reencontrado una especie de hongo que se tenía como desaparecido hace más de un siglo y considerado como una leyenda en los círculos de la micología paraguaya. Se trata del hongo denominado “Rickiella edulis”.
El redescubrimiento de esta especie se dio este miércoles, 10 de abril de 2024, tras 127 años de la última vez que se ha registrado su hallazgo. En conversación con La Nación/Nación Media, MSc. Michelle Campi comentó que este hongo había sido descubierto por primera vez en Paraguay por Carolo Spegazzini.
Su descubrimiento se había registrado en 1897 en la compañía Guarapí, del distrito de Yaguarón, en el departamento de Paraguarí. Tiempo después, no se volvieron a reportar otros hallazgos. Spegazzini es considerado el padre de la micología de Paraguay y Argentina.
Tras más de un siglo, tiempo en el que se consideró desaparecido del radar científico paraguayo, el hallazgo de estas investigadoras categorizadas en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Conacyt resulta sumamente importante.
Michelle Campi explicó que Spegazzini lo llamó “Rickiella edulis”. Edulis significa comestible. “Desde esa vez en Paraguay nunca más se reportó, mientras que, en Argentina y Brasil, recientemente hablaron de que se creía extinta a esta especie”, explicó.
En Brasil hubo poquísimos registros y lo mismo en la Argentina, donde se lo catalogó como una especie en peligro de extinción. Además de que el factor más determinante para eso, es que no se tiene más el hábitat, por lo que se estima que hay como unos 2000 individuos, que es recontra poco para la ciencia”, indicó.
Las investigadoras paraguayas (izq a der) Yanine Maubet y Brenda Veloso y Michelle Campi, que hallaron el hongo que está en peligro de extinción. Foto: Gentileza
Ante esta situación, Campi explicó que sus colegas de Brasil le alentaron a llevar adelante una investigación, así que con el apoyo de la doctora Larissa Trierveiler Pereira, junto con su equipo brasileño, y en colaboración con su equipo paraguayo, iniciaron la tarea. El proyecto fue denominado “Estudio poblacional, caracterización molecular y conservación ex situ de especies de hongos comestibles sudamericanos en peligro de extinción Rickiella edulis”.
“En el marco de este proyecto, yo no sabía cómo empezar a buscar el hongo, entonces fuimos hasta el Brasil, estuvimos en febrero, donde nos mostraron cómo es y cómo buscarlo. Volvimos a Paraguay, comenzamos la búsqueda por el Alto Paraná, Ybycu’i, (Paraguarí) y Central, pero no encontramos nada por la sequía que tuvimos”, relató.
Este equipo de investigadoras trabaja en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), que aprovechando el paro universitario decidió viajar hasta la granja ecológica Ñandu’a , ubicada en Itá, departamento Central. Allí, este miércoles 10 de abril del 2024, lograron registrar el hallazgo de la especie del hongo Rickiella edulis, tras 127 años de su último registró.
Este hongo ahora recibe el nombre popular de “Quesito Suizo”, que le puso la investigadora brasileña Larissa Trierveiler, por su aspecto al queso gruyere, explicó la profesional paraguaya.
Siguiente paso de la investigación
“Capaz ahora tengamos que ampliar la recategorización, el grado de amenaza de la especie, porque ahora ampliamos la distribución y eso es algo sumamente importante para todas las personas que trabajamos con la lista roja en el neotrópico”, comentó la investigadora.
Agregó, que además, “esto motivará al propietario del lugar a conservar el lugar, diciendo que en el lugar hay una especie en peligro de extinción. De ahora en más nos tocará aislar la cepa, estudiar al hongo vivo que servirá como reservorio genético, que nos servirá en el laboratorio para reproducir”, precisó.
La doctora Larissa Trierveiler Pereira, investigadora brasileña llama de manera coloquial a esta especie "Honguito Suizo", por su forma parecido al queso gruyere. Foto: Gentileza
Este importante hallazgo no solo revive la leyenda de un hongo perdido, sino también impulsa la cooperación internacional en la conservación de especies nativas y el estudio de los hongos en regiones no exploradas. Además, el proyecto contempla la conservación ex situ, el cultivo, el estudio morfológico y análisis molecular para su correcta clasificación taxonómica.
“El redescubrimiento, sin duda alguna, es un aporte al conocimiento de distribución de la Rickiella edulis que durante tanto tiempo fue considerada extinta en Paraguay. Los esfuerzos cooperativos internacionales entre micólogos del neotrópico, afianzan las estrategias de conservación de especies nativas y ayudan al desarrollo del estudio de los hongos en regiones antes no exploradas”, concluyó.
Las claves
*Tres investigadoras paraguayas redescubren una especie de hongo que se tenía por desaparecido en Paraguay.
*La investigación se llevó a cabo por aliento de colegas brasileños encabezado por la Dra. Larissa Trierveiler Pereira.
*El hallazgo permitirá ampliar la recategorización del grado de amenaza de la especie, lo que motivará a los propietarios de reservas naturales privadas contar con mayor apoyo para la conservación del lugar.
*La cooperación en la investigación a nivel internacional, afianzan las estrategias de conservación de especies nativas.
El hallazgo se registró en la granja ecológica Ñandu'a, Itá, Departamento Central, donde este miércoles 10 de abril del 2024. Foto: Gentileza
Mauricio Bejarano: “Paraguay va a ser un hub de comercialización energética”
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Por Rodolfo Sosa
Paraguay se encuentra en un momento de su historia en la que tiene la oportunidad de convertirse en el eje energético de la región debido a su potencial de generación y sus recursos aún por explorar y explotar.
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, afirmó que busca con el presidente Santiago Peña encarar este desafío, en medio de proyecciones que vaticinan un déficit energético para el 2030, por lo que van contrarreloj.
En una entrevista con La Nación/Nación Media para Hacedores LN, Bejarano expuso su meta de modernizar la infraestructura existente e introducir nuevos energéticos como el gas natural y comenzar a trazar las bases para a mediano plazo desarrollar energía nuclear.
En suma, si se logra concretar la ambiciosa política energética nacional, Paraguay se establecería en la región como un verdadero hub energético aprovechando su ubicación estratégica.
El viceministro Mauricio Bejarano lidera el Viceministerio de Minas y Energías con la ambición de encarar el cambio que Paraguay requiere en su sistema energético. Foto: Mariana Díaz
- ¿Qué motivaciones personales lo impulsaron a hacerse cargo del Viceministerio de Minas y Energía?
Son varias las motivaciones, principalmente lo que nosotros estamos viviendo a nivel país, es que este país tiene que tener una evolución en todo el sistema energético, tanto en el eléctrico como en los demás hidrocarburos, en bioenergía.
Yo considero que puedo ser ese factor de cambio, de disrupción, como para que Paraguay no pierda la condición excepcional que tiene el día de hoy de excedente energía, de poder tener una reproducción optimista de energía y que pueda tener casi el abastecimiento total de esa biomasa, de ir buscando movilidad sustentable, de ir buscando un mayor mercado y exploración para nuestros hidrocarburos.
- ¿Cuáles son los ejes de la política energética del Paraguay?
Tenemos tres grandes ejes de consumo, llamados tres energéticos dentro de una matriz de consumo. Uno es la energía eléctrica, que tiene un rol muy importante, y que va ganando mayor rol preponderante en detrimento de estos dos otros energéticos.
Esa energía eléctrica, que es lo que llamamos o denominamos la transición energética, busca justamente la permeabilidad de la energía eléctrica en todos los otros sectores.
Buscamos que esta energía renovable que hoy tenemos, proveniente de las fuentes hídricas, aumente su capacidad de generación, tenga una fortaleza en la infraestructura, para que justamente acompañe ese mayor consumo de energía eléctrica.
Por otro lado, buscamos la sostenibilidad de los biocombustibles, de la bioenergía, como para que toda la bioenergía utilizada, biomasa particular y otras biomasas que se queman hoy en la industria, para calor esencialmente, puedan tener una trazabilidad de reforestación con fines energéticos. Entonces, lo que pretendemos es buscar el desarrollo sustentable a partir de la bioenergía.
En lo que respecta a hidrocarburos, tenemos el gran desafío de explorar y obtener nuestros hidrocarburos, por eso le ponemos mucho foco a uno de los íconos del proyecto que tenemos, que es nuestro gasoducto bioceánico, en donde va a generar un mercado posible para que podamos incentivar la exploración y podamos tener el gas natural paraguayo.
Lo que buscamos nosotros con ese gasoducto es generar mercado, generar consumo interno, introducir dentro de la matriz un nuevo energético, que ya a esta altura es llamado de la transición. Pero en esencia lo que nosotros buscamos es el desarrollo sustentable a partir de la energía.
El viceministro manifestó que la introducción del gas natural a la matriz energética del país es clave para apuntar a la industrialización. Foto: Mariana Díaz
- ¿Cómo se posicionaría Paraguay en el plano internacional de cumplirse nuestra política energética?
Si cumplimos lo que es la política energética nacional, que tiene objetivo a corto y mediano plazo, Paraguay va a ser un hub de comercialización energético por el potencial de desarrollo.
Si nosotros desarrollamos todos los ríos internos, si hacemos un aprovechamiento integral del sol, de los vientos que tenemos, de la bioenergía, tanto biogás como de masa, y encima le sumamos la natural podemos convertirnos en un centro de comercialización de energía eléctrica por nuestra posición geográfica.
Nosotros tenemos que propugnar la integración energética, desarrollar infraestructura, desarrollar todos los puntos de generación, diversificar la matriz de generación y ser el gran jugador de la zona y con esto tener la posibilidad no solamente de vender energía como tradicionalmente lo hicimos, sino recepcionar esos grandes demandantes de energía que están ya en el mundo.
El desarrollo de los data center y la inteligencia artificial pueden encontrar en Paraguay un importante sitio de desarrollo con el potencial energético del país, según el viceministro. Foto: Mariana Díaz
Hoy el data center ya está en el mundo, la inteligencia artificial no hay manera que vuelva atrás y la manera de atender eso es con energía y conectividad.
La inteligencia artificial con los datos se posiciona en el mundo como cuarto mayor consumidor detrás de China, Estados Unidos e India. Estos datos van a necesitar energía y eso es lo que nosotros tenemos que proyectar para que esto también genera un círculo virtuoso y podamos tener programadores, gente especializada.
El propio gobierno norteamericano indica a nuestro país para que esas tecnologías se puedan desarrollar aquí. Ese aprovechamiento tenemos que hacerlo y no solamente vender nuestra energía sino darle un valor agregado que la energía sea un medio para un fin que es industrializar.
Esa es la visión del presidente Santiago Peña y en ese pensamiento estamos y creemos firmemente que si esto se desarrolla vamos a tener un futuro muy promisorio con la energía.
- ¿Para el 2030 podríamos conciliar la demanda interna con la demanda industrial, que preocupa al sector industrial?
Y el desafío más grande que tenemos es ese. La razón por la cual le ponemos tanto foco al gasoducto bioceánico es porque podemos tener una respuesta muy rápida con gas natural y de un círculo combinado, o otra tecnología que genera energía eléctrica, para tener esas dos puntas muy marcadas.
La punta del mediodía la podemos cubrir con solar fotovoltaica, pero a la noche, donde no tenemos sol, lo más probable es que tengamos gas natural.
Entonces, el mayor desafío que tenemos nosotros hoy, y por eso el proyecto emblemático de gasoducto bioceánico, es poder tener gas natural disponible para convertir esas moléculas en electrones y poder atender esa demanda.
Y luego, toda la demás energía que vaya sumándose va a hacer que podamos atender esa necesidad imperiosa de 300 o 400 megavatios por año que nosotros necesitamos.
- ¿Qué tan lejano se encuentra Paraguay de tener una central nuclear y qué pasos se tienen que dar antes?
Se está trabajando desde hace muchos años con la Organización de Energía Atómica. Esta institución trabaja muy de cerca con ellos desde hace mucho tiempo, por varias razones. Una de ellas es porque tenemos nosotros a bien proyectar el futuro.
Una de las funciones principales de este Viceministerio es tener las perspectivas energéticas, hablar de las políticas energéticas, es dibujar diferentes escenarios y principalmente por el mineral crítico, denominado uranio, que tenemos ya un recurso aprobado de 8 millones de toneladas en Yuty, Caazapá.
Eso es así y tenemos que aprender las mejores prácticas, de hecho firmamos un memorándum de entendimiento para que esas prácticas extractivas sean de la mejor manera.
A partir de todo lo que se trabajó es que Paraguay se convierta en un país con la posibilidad de tener un reactor, de generar energía nuclear en su país. Eso tiene una larga lista, y una de las cosas que se nos requiere es que el recurso humano esté formado. La realidad es que nosotros en Paraguay no tenemos ningún ingeniero nuclear formado.
Tenemos que mandar hoy jóvenes a hacer una formación muy dirigida y que tengan la experiencia laboral para poder llegar a tener reactores en nuestro país, sin contar todo lo demás que exige ese organismo internacional para que este país esté en condiciones. Por eso decía yo, de esa generación de energía nuclear nos separa por lo menos 15 años.
Perfil
Abogado por la Universidad Nacional de Asunción
Magíster en Derecho Privado por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Magíster en Negocios y Derecho de la Energía por la Universidad Complutense de Madrid
Especialista en economía de gas y petróleo por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, Argentina
Fue asesor externo del Viceministerio de Minas y Energía
Fue asesor externo de la Comisión de Energía, Minas e Hidrocarburos de la Cámara de Diputados
“Mi hanno rubato la vita”, dice ahogado en llanto el periodista Roberto Saviano, luego de saber que el Tribunal de Apelaciones de Roma condenó a , capo de la Camorra napolitana y a su abogado, Michele Santonastaso, por amenazarlo de muerte en 2008. Saviano, desde entonces, vive escondido y custodiado
Roberto y Rosaria, periodistas: investigaron a la Camorra que los condenó a muerte
Ricardo Rivas
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Ricardo Rivas
Periodista
Twitter: @RtrivasRivas
Roberto Saviano (45) –colega periodista y escritor italiano– estalló en llanto un puñado de días atrás en el recinto de la Corte de Apelaciones de Roma, Italia. Sobre el hombro de Antonio Nobile, su abogado, sus lágrimas mojan la tradicional toga negra que sobre sus ropas que viste el profesional que solo lo abraza, escucha y contiene. “Mi hanno rubato la vita”, dice entre sollozos.
Esas cinco palabras son las que encontró para sintetizar públicamente las angustias que asume y acumula en privado desde que tuvo 29 años.
Minutos antes ese tribunal colegiado condenó a Francesco Bidognetti (75) –capo de los Casalesi, famiglia mafiosa de Nápoles– a un año y medio de prisión (que se añaden a la prisión perpetua que cumple); y, a un año y cuatro meses a Michele Santonastaso, su abogado, que el 13 de marzo de 2008, por orden del jefe del clan, durante el desarrollo del proceso llamado Spartacus contra un total de 115 integrantes de la Camorra y los jefes de los Casalesi, leyó en alta voz un texto amenazante directo contra Saviano y la experiodista Rosaria Capacchione, a los que señaló por ser los “responsables” de que su cliente y cómplices fueran condenados, como finalmente sucedió.
Inmediatamente después de aquella intimidación –con la convicción de que el sicariato se organizaba para silenciarlos y condicionar al Poder Judicial italiano– a Saviano un contingente policial fuertemente armado lo obligó a salir de su casa y –como sucedía desde dos años antes– un equipo de custodios lo rodeó y no deja de hacerlo.
Experiodista Rosaria Capacchinone, condenada a muerte por la Camorra junto con Saviano
Ese equipo de agente del ministerio del Interior camina, duerme, desayuna, almuerza y cena con él. Lo rodean. Lo escoltan. Pero... ¿Qué hicieron Roberto y Rosaria para que tengan que vivir así? Trabajaron de periodistas. Ejercieron el oficio con calidad y excelencia.
Saviano publicó “Gomorra”, un libro tan esclarecedor como fascinante; y, Capacchione es autora de “El oro de la Camorra”. Leí Gomorra. Vi –hasta antes del 15 de mayo de 2020, cuando inesperadamente la retiraron del catálogo– todos los episodios que produjo Netflix que adaptó y realizó con aquel texto que devino en contenido audiovisual. Con esos capítulos sobre las actividades delictivas de la Camorra, aprendí y supe más de lo que sabía, intuía, suponía o imaginaba. Millones, tal vez, pueden sentir lo mismo que siento y destaco. ¡Vero capo lavoro!
Otros, seguramente, les pudo haber pasado lo mismo e incluso lo agradezcan porque, desde los resultados de esos trabajos periodísticos que los afectan pudieron verificar que no solo jueces, fiscales y policías son parte de las hipótesis de graves conflictos que deben prevenir para no ser atrapados esos definitivamente “malos” por los presuntos “buenos”, como allá lejos y hace tiempo imaginábamos con simpleza a las sociedades de antaño, aunque no todos ni todas lo eran.
Con las audiencias pasa lo mismo. Se constituyen transversalmente y en la diversidad con presuntos buenos y buenas, a la vez que con presuntas malas y malos, hasta que demuestren lo contrario.
DE PELÍCULA
En ese contexto, el profe Carlos Vallina, en tiempos que maestrábamos en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (FPyCS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), con enorme precisión nos enseñó que lo audiovisual se compone de “lo visible” (las imágenes); lo invisible (la música, por ejemplo); y, lo que cada persona ve, en línea con su cultura. De allí que no todos ni todas cuando vemos lo mismo, miramos ni comprendemos lo mismo. Por nuestros habitus, tal vez, diría Pierre Bordieu. T
oda acción comunicacional produce sentido. De allí que dos años antes de recibir el Premio Nobel de Literatura –galardón que le fue conferido el 7 de octubre de 2010– Mario Vargas Llosa, luego de leer el libro de Saviano y apoyándose en él, escribió en un potente texto de opinión que “los grandes capitostes de la Camorra napolitana, y sus pistoleros y amanuenses, abandonan sus viejas costumbres y jergas para adoptar las que las películas de Hollywood les atribuyen.
Por ejemplo, en Casal di Principe, el jefe de familia, Walter Schiavone, hizo que los arquitectos le construyeran una suntuosa vivienda imitada milimétricamente de la que habita, en ‘Scarface’, Tony Montana (Al Pacino).
“Saviano (...) ha vivido en los pueblos y barrios donde la Camorra representa el verdadero poder (...) y es la fuente (...) de violencias terribles”, puntualiza Mario Vargas Llosa, después de leer “Gomorra”.
Hasta la aparición de la película de Coppola ‘El padrino’, los camorristas jamás habían llamado de este modo a los capofamiglie, pero desde entonces, aquel apelativo se ha generalizado, y no solo en Campania, también en Calabria, Sicilia y otras regiones de Italia”. Claramente impresionado por la obra puntualizó que “las esposas de los camorristas, desde hace algunos años, se visten como Uma Thurman en Kill Bill, con rubias pelucas y de amarillo fosforescente.
Y un veterano policía explicó, ante un tribunal que, desde que vieron las películas de Tarantino, los killers de las distintas ‘familias) napolitanas asesinan como esos personajes de celuloide: disparando al bajo vientre, a la ingle, a las piernas, hiriendo gravemente para que la muerte tarde, y rematando a las víctimas por fin con un tiro en la nuca”. A Roberto “Saviano (lo describió como) un periodista muy joven, pero, sobre todo, es napolitano, de origen humilde. (Que) Ha vivido en los pueblos y barrios donde la Camorra representa el verdadero poder y es la fuente, por un lado, de trabajo y oportunidades de supervivencia para los pobres, y, por otro, de violencias terribles que en las páginas de su libro están documentadas con nombres, fechas y precisiones”.
Es palabra de Vargas Llosa. Roberto Saviano y Rosaria Capacchione hicieron grandes trabajos periodísticos. ¿Triunfaron y se condenaron?
“ME HAN ROBADO LA VIDA”
En lo personal y profesional tengo la convicción de que no debo mirarlo así, pero... sé que en el colectivo podrían no escasear quienes piensen diferente o, en sentido opuesto y que, por ello, (aunque discretamente o con excusas banales y hasta temerarias) –por temor de que les pase lo que a otros y otras– dejen ganar espacio a sus sentires incontrolables hasta el punto negativo de atentar contra su propia libertad de expresión y optar por no informar lo que se propusieron saber. Autocensura, en defensa propia. Admitámoslo, el miedo, también es un sentimiento y es parte de la condición humana.
“Mi hanno rubato la vita e io ho lasciato che me la rubassero (Me han robado la vida y me la he dejado robar)”, dijo Saviano ante sus colegas periodistas, comunicadoras y comunicadores cuando consiguió superar el llanto tantos años contenido después de que se leyera la sentencia que condena al capo mafioso y su abogado por “intimidación”.
Con claridad comprendió que la Camorra ya lo había condenado a muerte. Con esa certeza y profundo conocimiento sostuvo ante el diario El País que, a esa organización criminal de alta complejidad, “lo que más le molesta es que muerte (lo que denuncia en Gomorra) tenga tantos lectores”.
Con claridad señaló: “Me han condenado porque el libro se ha leído mucho” y, desde esa perspectiva, sostuvo que, justamente, “es el éxito lo que me ha condenado a muerte”. Tremenda afirmación.
Pese a ello, aseguró que “volvería a escribir el libro; (y) no me arrepiento de haberlo hecho”. Aunque más allá de su sentir y decir, se autodefinió como un “prisionero” de su obra, aunque a pesar de todo, con firmeza (y, quizás, algo de autocrítica) admite haber “elegido quedarme, contar, resistir” y por esa decisión comprometida y ética: “Estoy en el banquillo de los acusados (por la Camorra).
Tenía que irme ante este estado de cosas. (Pero) No he tenido la fuerza de protegerme (…) Vivo una situación que me agota; (porque) es un gasto de energía brutal, una energía gastada no en escribir, sino en estar alerta, en estar encerrado en lugares horribles, en perder tiempo inútilmente... Y todo eso me vuelve loco”. Pero no se quedó allí. Compartió una comprobación en carne viva.
“Para ellos ni existe una sacralización de la vida, ni la muerte es un concepto negativo. Para la Camorra, la muerte no es un riesgo, sino una parte del oficio”. Desde muchos años sabe que el peligro de vida continúa. Quizás por ello, cuando consiguió contener las emociones, reclamó por su libertad.
Confesó ante los medios que quiere “cabalgar una moto, pasear...” Hizo públicos sus deseos, aunque admitió saber que su vida “ha sido destrozada” y que “no ha sido capaz de gestionar” esa situación. ¿Se le puede exigir más compromiso a quien nos dice saber que su vida “ha sido machacada”?
Saviano recomendó después a las y los periodistas que procuran historias como la que él escribió que “no lo hagan solos”. Les aconsejó que trabajen “en red”. Los exhortó a “no poner en juego solos vuestro cuerpo”. Y recomendó “no” hacerse “ilusiones” más allá de los límites éticos que cada quien y cada cual se imponga en el ejercicio profesional.
Memoria. Corría el mes de mayo de 2013. Tal vez era el tiempo de la sobremesa en el mediodía del sábado 4. Entre palmeras, muy cerca de una piscina, conversábamos sin plazos con el maestro don Javier Darío Restrepo. Enorme periodista. San José de Costa Rica nos regalaba un clima de excepción. La temporada verde recién comenzaba. Chubascos, calores intensos, humedades, mariposas multicolores, monos, caudalosos ríos, arroyos, cascadas, tucanes de pico gris, quetzales.
Exuberancia natural. Incluso con su más de un centenar y medio de volcanes activos. “¡Pura vida!”, como ese amable y hospitalario pueblo se presenta. Pero nuestros intereses dialógicos tenían otra derrota. Navegábamos otras aguas y discerníamos sobre la ética periodística, el compromiso profesional, las búsquedas de información para informar, los riesgos y desafíos que supone el oficio.
Lo escuché en silencio. Con profunda atención. Solo lo interrumpí brevemente para preguntar. Para aprender. Para esclarecerme. Algunas horas antes la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Unesco, dio a conocer un “Plan de Acción sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad”.
“Gomorra” y “El oro de la Camorra”, los libros con las investigaciones de Roberto Saviano y Rosaria Capacchione que pusieron en jaque a la mafia napolitana. Los capos y 115 cómplices fueron juzgados y encarcelados. Los investigadores –desde 2008– condenados a muerte por los camorristas
LIBERTAD DE PRENSA
Era el Día Mundial de la Libertad de Prensa. El lema de aquella cumbre: “Hablar sin miedo”. Como lo hicieron desde 2007 Roberto y Rosaria. “Se suele exigir a las y los periodistas la búsqueda de la verdad”. dijo Javier Darío Restrepo. “Los periodistas solo buscamos información para informar y, con ese objetivo, saber y conocer hechos. Sucesos”. La clase magistral estaba allí.
A mi alcance. Guardo en mi memoria que, palabra más, palabra menos, el veterano maestro dejo en claro que, desde algún lugar, se pide (y no pocas veces exige a las y los trabajadores de prensa) lo imposible. La idealidad. Tal vez, para que esa exigencia retórica de contar la verdad –que debiera solo ser la búsqueda incansable de datos, de sucesos verificables y verificados para que, tal vez, al publicarlos sobre ellos emerja un acuerdo social para discernir lo verdadero con el fin de separarlo de lo falso– devenga en una especie de misión imposible.
El periodismo no crea verdades. No las construye. Cuenta historias que con multiplicidad de voces –voluntariamente o no– emergen desde la sociedad y son las que dan respuestas a las cinco preguntas básicas que no debieran jamás ser dejadas de lado, para saber qué, quién, cómo, cuándo y dónde.
En Colombia “pasamos de ser periodistas en peligro, amenazados... a periodistas custodiados. ¡Muy grave! (...) nuestras fuentes no se sienten seguras”, sostiene Javier Darío Restrepo (1932-2019), en San José de Costa Rica.
Las y los periodistas solo tenemos preguntas que, casi siempre, son los interrogantes de quienes quieren saber y, como sujetos sociales y de derecho, exigen recibir información. El periodismo debe informarse para informar porque es pertinente –y hace al oficio– buscar respuestas. Sí y solo sí. Con esa convicción trashumará profesionalmente los espacios sociales para generar contenidos en, de, desde y con las sociedades en las que se intervendrá con escucha plural. El periodista tendrá que situarse para incidir.
El oficio de periodista es de contacto. Es cuerpo a cuerpo. Cara a cara. Y eso conlleva y supone riesgos. Restrepo recordó que, en su país, Colombia, tienen legislación para la protección de periodistas. Pero con mirada crítica fue al hueso. “Pasamos de ser periodistas en peligro, amenazados... a periodistas custodiados. ¡Muy grave!” Hizo un breve silencio.
“Por más buena intención y buena fe con la que los agentes del Estado aborden esa obligación porque somos sujetos de derechos, nuestras fuentes, allí donde procuramos informarnos para informar y a las que nos debemos para protegerlas y que no sean silenciadas no se sienten cómodas, ni seguras”. Enorme dilema. Una docena de años pasaron desde entonces. Roberto Saviano me trae la voz y las enseñanzas de don Javier Darío Retrepo.
La inseguridad de las y los periodistas no decrece. Poderosas y poderosos en el mismo nivel de intensidad que las organizaciones delictivas de alta complejidad con alcance transnacional planifican y gestionan estrategias para para silenciar y silenciarnos.
Con balas, con explosivos, con secuestros, con encarcelamientos, con exilios, con destierros, con apatridias, con campañas para desprestigiar, con noticias falsas, con mentiras que se producen con valiosas herramientas tecnológicas de todo tipo -incluso de bajo costo- al alcance de quienes estén dispuestos a utilizarlas para bien o para mal con mínima capacitación. Los estrados judiciales, también son.
“Ahora tenemos la prueba oficial de que los capos, con sus abogados, (en 2008, ante un tribunal constituido) firmaron una proclama en la que pusieron en el objetivo (para abatirlo, a) quien relataba su poder criminal” para que se sepa de los alcances de su criminalidad.
“Y no atacaron (a) la política, sino (fueron contra) el periodismo, insinuando que habrían considerado responsables (de tales revelaciones) a los periodistas, y dijeron mi nombre y el de Rosaria Capacchione, (caracterizándonos como) responsables de sus condenas. (Esto) No había ocurrido nunca en un tribunal, en ninguna parte del mundo”. ¿Qué es lo que no se entiende?.
Estas propuestas, además de entretener, buscan fomentar el pensamiento científico y fortalecer el vínculo entre la ciudadanía y las ciencias. Foto: Gentileza
Durante la segunda semana de las Vacaciones Científicas del Conacyt, niños, niñas, jóvenes y toda la familia accedieron de manera gratuita al Museo de la Ciencia (MuCi), explorando sus dos espacios principales, el Tatakua Lab y San Cosmos. Se estima que entre el martes 22 y este fin de semana, unas 2.500 personas disfrutaron de una programación que integra ciencia, arte y tecnología.
En el Tatakua Lab se presenta la exhibición “Tierra de agua”, una experiencia multisensorial e interactiva que invita al público a recorrer estaciones donde se manipulan elementos como tierra, agua y piedras, se observan experimentos de laboratorio y se descubre la vida a través del microscopio.
Por su parte, San Cosmos, el primer planetario digital de alta tecnología del Paraguay, ofrece espectáculos inmersivos cada hora, con contenidos sobre dinosaurios, la Luna, las estrellas, los planetas y el sistema solar. Las funciones permiten explorar el universo mediante imágenes envolventes y sonidos impactantes que despiertan la curiosidad y estimulan la imaginación.
Betania Rojas (10), quien sueña con ser astrónoma, viajó desde Villarrica hasta Asunción para visitar el MuCi durante las Vacaciones Científicas. En San Cosmos aprendió más sobre los astros del sistema solar. “Pude observar al llamado Monte Olimpo en el planeta Marte y mucha lava chorreando por la Tierra. Aprendí que hay muchas piedras en el espacio, meteoritos, cometas, estrellas y todos giran alrededor del sol. Todo se veía muy real, la experiencia fue fantástica”, resaltó. Otro de los visitantes, Augusto Gaona (9), quien también quiere ser científico, destacó que lo que más le llamó la atención fue “conocer y saber sobre Plutón, que nos contaron que ahora ya no es más planeta”.
Este año, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) volvió a ofrecer, durante el receso invernal escolar, una programación con actividades lúdicas y pedagógicas que buscan despertar el interés por las ciencias y estimular vocaciones científicas. Vacaciones Científicas forma parte de las acciones misionales del Conacyt para impulsar la apropiación social de la ciencia y la tecnología mediante la participación ciudadana, realizada en el marco del programa Prociencia, que cuenta con el apoyo del FEEI.
Hallan cuerpos de hombres desaparecidos en el interior de una camioneta rescatada de un tajamar
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En la mañana de este sábado, una comitiva policial acompañó el trabajo de rescate de una camioneta de la marca Toyota, modelo Hilux de color blanco, del fondo de un tajamar en Puerto Risso, en la localidad de San Lázaro, departamento de Concepción.
Una vez fuera del agua, efectivos del departamento de Criminalística iniciaron la inspección del vehículo y se pudo constatar que en el interior del mismo se encontraban dos cuerpos, los cuales, según el informe forense preliminar, presentaban impactos de bala en diferentes puntos del cuerpo.
Tras la verificación de las identidades, se confirmó que se trata de los cuerpos de José Efraín Alfonso López y Fredy Echaüe Moreira, dos de los tres hombres reportados como desaparecidos el pasado miércoles.
En cuanto al tercer desaparecido, Blas Antonio Centurión, sus restos fueron hallados el día de ayer por la tarde en el mismo tajamar y contaba con rastros de haber recibido varios impactos de bala. Al verse en la zona las huellas de neumáticos que terminaban en la orilla, se empezó la búsqueda del vehículo en el fondo del agua.
Como información preliminar, los investigadores manejan la hipótesis de que los hombres habrían sido perseguidos y, en medio de los disparos, los hombres a bordo habrían perdido el control, salido de la ruta y terminado ingresando al terreno donde estaba el tajamar, donde finalmente cayeron junto con el vehículo.
Todos los desaparecidos contarían con antecedentes; José Efraín Alfonso López tiene antecedentes por reducción, Blas Antonio Centurión tiene proceso por lesión grave y robo agravado y Fredy Echagüe Moreira cuenta con antecedentes por robo agravado, dos hechos de homicidio doloso y lesión grave.
Según los datos, los hombres se movilizaban en una camioneta de color blanco y, cuando llegaron al distrito de San Lázaro, tras haber pasado en balsa, se comunicaron con sus familiares a quienes comentaron que se encontraban viajando rumbo a Loreto. Y desde ese momento ya no se supo nada de estas personas. Fueron vistas por última vez en Tres Cerros, en la zona de San Lázaro.