Representantes del Ministerio Público y de la Policía Nacional acudieron hasta el Hospital de Barrio Obrero para llevar adelante las pericias en torno a la extraña muerte de un niño de cinco años en un inquilinato de Asunción, en la zona del Mercado 4.
Se dispuso el traslado del cadáver a la morgue judicial para la autopsia correspondiente, considerando que, según la versión de la madre, habría sido asfixiado con una almohada por dos sujetos que habrían ingresado al dormitorio con fines de robo, aunque no se llevaron nada.
Los médicos confirmaron que el menor llegó sin signos de vida y se menciona una asfixia como probable causa de muerte. De momento, no hay indicios de que efectivamente hayan ingresado asaltantes a la casa y que hayan presuntamente cometido el crimen.
La fiscal Natalia Cacavelos ordenó que la madre, de aproximadamente 29 años, cuya identidad no se reveló, sea indagada por el departamento de Investigaciones, y luego se libró su detención, ya que fue la última en mantener contactos con el pequeño. Así lo confirmó el jefe de Investigaciones, comisario César Diarte, en diálogo con el programa “Dos en la ciudad”, del canal GEN Universo 970 AM/Nación Media.
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“La fiscal ordenó el traslado hasta nuestro departamento, una vez que esté ahí va a analizar todo lo que tiene y ella va a determinar en qué situación se queda”, dijo y agregó que el cuerpo del chico será enviado a la morgue a fin de descartar si “murió envenenado o por asfixia”, habida cuenta que esa es la hipótesis de los investigadores.
El policía manifestó que a simple vista los profesionales médicos expresaron que podría tratarse de una muerte por asfixia o envenenamiento. Sobre la versión defendida por la mujer, de que dos chespis entraron a la casa para asaltar, el comisario Diarte ratificó que “no se ve nada en el circuito cerrado” y que tampoco los vecinos pudieron sustentar ese testimonio de la madre, aunque se siguen analizando todos los detalles.
Llegaron familiares del menor
El policía confirmó que el padre del chico ya se presentó en compañía del abuelo paterno. La principal sospechosa del crimen vivía sola, puesto que hace tres años ya no tenía relaciones con el papá de la criatura, según averiguaciones hechas por la Policía.
El director del Hospital de Barrio Obrero, Adán Godoy, manifestó al equipo periodístico del canal GEN que a priori, al examinar el cuerpo no encontraron rastros de violencia tales como rasguños, hematomas o señales de golpes. Y fue la misma madre quien transportó al niño prácticamente ya sin vida hasta al citado centro asistencial.
Allí, los médicos de guardia intentaron reanimarlo por cuarenta minutos aproximadamente, pero ya todo fue infructuoso porque el pequeño llegó sin vida.
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