Esta semana se lanzó la campaña Educación en 90 Segundos, que busca que alumnos y alumnas de colegios públicos, privados y subvencionados creen y compartan historias relacionadas con la educación mediante videos cortos. Las historias pueden reflejar aspecto, problemática o desafío a nivel individual, comunitario o nacional relacionado con la educación.
Según Óscar Charotti, director ejecutivo de Juntos por la Educación, a nivel país se está pasando por una crisis educativa y qué mejor que los estudiantes expresen sus inquietudes de una forma creativa. “El rol de los jóvenes en estos procesos de cambio de la educación es fundamental. Si bien estamos viviendo un proceso de crisis educativa que arrastramos desde hace años, hemos visto que la participación de los jóvenes logró cambios trascendentales en la política pública”, resaltó.
Agregó que es momento en que se debe potenciar la voz de los jóvenes para que se sientan escuchados y que se sientan parte de un cambio que se pueda dar tras la publicación de estas historias. “Que tienen mucho que decir, y para que también los candidatos tomen en consideración sus visiones e ideas. Así que alentamos a todos a participar de este espacio”, detalló.
Resaltó que para el 26 de octubre realizarán el taller virtual “Laboratorio de historias”, un espacio de formación, inspiración e intercambio de conocimientos e ideas para la creación de las historias de 90 segundos, dirigido a los estudiantes que deseen participar. Pueden participar del concurso en forma libre y gratuita, estudiantes de primer al tercer año de la educación media inscribiéndose en: https://bit.ly/Edu90SegInscripcion.
Una vez inscriptos deben enviar los materiales vía correo electrónico a educacion90segundos@gmail.com hasta el 21 de noviembre del 2022. Serán seleccionadas 10 historias finalistas; 5 elegidas por el público a través de votación en redes sociales y 5 seleccionadas por un jurado de especialistas. Toda la información de esta campaña se difundirá en las cuentas de Facebook e Instagram de Juntos por la Educación.
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Tomar el desayuno y correr al búnker en 90 segundos
Cuando empiezan a sonar las sirenas de alerta sobre los cielos de Tel Aviv, la familia Weisman y millones como ellos buscan refugio de los misiles en camino y hoy continúan recogiendo los escombros de sus vidas.
Vera Lucía Papaterra, de origen dominicano, reportera del periódico estudiantil The Independent Florida Alligator (Gainesville, EE. UU.) busca ser una corresponsal internacional y fue invitada a Israel por la agencia de noticias del Medio Oriente para el mundo hispano parlante, Fuente Latina, para adentrarse a lo más profundo de un país que sigue en guerra pero que una vez más, da muestra de resiliencia, tras los ataques sufridos desde Irán, semanas atrás.
Una de sus entrevistadas fue una mujer israelí residente en Tel Aviv, Hadar Weisman, quien le relata como es la vida casi cotidiana bajo el sonar de las sirenas.
El decir por favor y gracias. Cómo usar cubiertos. Respetar a los mayores. A esa lista de lecciones básicas, la israelí Hadar Weisman añadió una que sus hijos repiten sin dudar: qué hacer en los 90 segundos después de que suenan las sirenas que indican que algún o varios misiles vienen en camino.
El 22 de junio de 2025 fue uno de esos días. En la llamada “Guerra de los doce días”, Israel y Estados Unidos habían atacado instalaciones nucleares iraníes e Irán había devuelto el fuego, lanzando decenas de misiles contra Israel. Varias zonas residenciales de Tel Aviv y en otras ciudades resultaron impactadas; 30 personas fallecieron y al menos 23 personas quedaron heridas. En Tel Aviv resultaron con daños severos varios edificios de Ramat Aviv,incluido el de Weisman. Fue una mañana de concreto roto y vidrios pulverizados que dejó a miles de israelíes sin casas, aunque con vida.
Misma sirena, diferente final
Aquella mañana, a las 7:23, tocaron a la puerta de Weisman. Eran los repartidores de un gavetero que había pedido una semana antes. Lo pusieron en el dormitorio. Apenas salieron, sonó la alerta. “Estamos muy acostumbrados a entrar al cuarto seguro”, cuenta Weisman. “Con los niños lo hacemos desde antes del 7 de octubre (del 2023 cuando terroristas de Hamás atacaron Israel)”.
Todos en casa de Weisman estaban ya vestidos y despiertos por el ruido de los obreros, así que caminaron con calma hacia la mamád, la habitación reforzada que muchos israelíes tienen en sus casas para protegerse de los misiles. El impacto llegó minutos después. El misil cayó entre los edificios de la cuadra. Ninguna estructura recibió un golpe directo, pero el golpe de la onda expansiva convirtió la casa en escombros. “Todo el edificio se sacudió y se cortó la luz”, recuerda Weisman, doctora en economía y profesora de microeconomía en la Universidad de Tel Aviv que vivía en ese apartamento desde 2019. “Nos quedamos 45 minutos en la oscuridad, sin saber qué habría cuando abriéramos la puerta”.
Sentados con una bolsa de caramelos
Dentro del cuarto seguro, un detalle dominguero: la tapa plástica del conducto del aire acondicionado salió volando y por ahí entraron polvo y residuos del edificio tras el impacto. Sentados en un colchón, con el teléfono en una mano y una bolsa de caramelos en la otra, los padres usaron el tiempo para hacer llamadas y tranquilizar a los niños. El mayor, de nueve años, lloró pensando en sus juguetes.
El impacto en el más pequeño, su hijo de tres años y medio, se mide más allá de una preocupación por sus cosas. En sí, el niño siempre pregunta la ubicación del cuarto seguro —como quien pregunta por el baño— cuando llega de visita a una casa desconocida. “Es una forma de vida y no debería serlo”, dice visiblemente emocionada Weisman. “No es manera de criar a nuestros hijos”.
Afuera, el grupo de WhatsApp del edificio se convirtió en un mapa humano. Vecinos reportaban quién estaba adentro y quién estaba en la calle para que los equipos de rescate no perdieran tiempo en búsquedas inútiles. Policías, bomberos y la unidad de rescate de la Fuerza de Defensa israelí subieron piso por piso. Forzaron la puerta acorazada del quinto piso, que quedó doblada, del apartamento de los Weisman. “Menos mal que esperamos”, dice. “Si hubiéramos intentado salir, el corredor estaba cubierto de muebles y cosas caídas. Nos habrían caído encima”.
Hay que mantener la rutina
El edificio de Weisman es uno de los más nuevos en el barrio y sus cimientos resistieron mejor que otros. Otros en la cuadra, no tanto. La familia pasó dos semanas en un hotel y luego consiguió un subarriendo en el mismo barrio para que los niños siguieran asistiendo a su misma escuela y su kínder. “Volveremos, dicen que para Pascua”, explica, con ese optimismo que nace de una rutina resistente. “Creo que será más tarde, quizá en julio”, añade con una sonrisa corta, como quien ya aprendió a negociar con la incertidumbre.
El ataque del 22 de junio fue parte de una escalada de doce días que cruzó fronteras y agendas políticas. Para Weisman, sin embargo, la política se traduce en una caminata sabatina. Ella asiste cada sábado a las manifestaciones por la paz que se llevan a cabo en la avenida Begin de Tel Aviv, donde discurso tras discurso pide el fin de la guerra y el retorno de todos los rehenes. “Voy desde antes de octubre”, cuenta, refiriéndose al 7 de octubre del 2023. “Esto no puede seguir así. Incluso si alguien creyó que al principio había justificación, ya no se ve un final ni resultados positivos. Es la forma equivocada de hacer las cosas”.
Su crítica tiene varios destinatarios. A su gobierno, que a su juicio no ha ofrecido una salida real ni ha priorizado un acuerdo para los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. A Hamás, “una organización terrible, mala para Israel y aún peor para los gazatíes”. Y a cualquiera que crea que “disparar es mejor que hablar”, o que la vida de alguien vale menos que “un pedazo de tierra”. “Es inexcusable porque es obra humana”, dice Weisman, y la frase le tiembla en la garganta.
La confianza, admite, ya estaba dañada antes de octubre. “Siguen intentando cambiar el Estado de derecho en medio de la guerra”, señala Weisman sobre las modificaciones constitucionales que el gobierno trata de implantar para fortalecer los poderes ejecutivos y legislativos a expensa del judicial, algo que ha creado malestar en sectores de la sociedad israelí. Weisman escucha rumores sobre comicios, sospechas de fraude y un clima que erosiona las instituciones. Aun así, la decisión íntima no es simple. “Si nos paramos y decimos que esto es demasiado y nos vamos, ¿quién se queda? ¿Los que creen que esto está bien? Tampoco quiero que mi hijo cargue con esto”. Lo discuten en casa, una y otra vez.
Como casas de muñecas
Al volver a su apartamento en ruinas para recoger papeles y ropa, Weisman mira por la ventana y ve fachadas abiertas como casas de muñecas. Luego baja la mirada al pasillo, donde antes no se podía caminar sin tropezar, y recuerda la lección que repite a los niños: Hay una alarma. Se hace lo que toca. La vida va primero. “Estamos bien”, les dice. “La casa es solo cosas”.
La normalidad se despega a veces en pequeños gestos. Volver al subarriendo con mochilas y bolsas. Hacer la tarea de matemática. Preparar una cena sencilla. Y sí, repetir las reglas: por favor y gracias, respetar a los mayores, así se agarra un tenedor. Y esa otra, más urgente y aprendida a la fuerza, que suena como un juego pero enseña a sobrevivir: Sirenas en el aire. Un minuto y medio. Respira. Vete al búnker. Cierra su puerta reforzada. Espera. Vuelve a salir. Sigue adelante.
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Hugo Ferreira y Rodrigo Rolón ganaron el concurso de guarania de Asunción
Las creaciones musicales “Mi lugar del mundo” de Hugo Fernando Ferreira Cáceres y “Bella Asunción” de Rodrigo Fabián Rolón Ferreira fueron distinguidas en el primer puesto de las categorías Guarania Clásica Tradicional y Guarania Popular Contemporánea, respectivamente, en el Concurso de Composición #UnaGuaraniaParaAsunción, por el centenario de la guarania y en el marco del aniversario de la fundación de Asunción.
En el segundo puesto se ubicaron “Otoño en Asunción” de Sixto Corbalán y “Mi Asunción” de Marcelo Gabriel Díaz González. Los ganadores fueron anunciados el pasado 8 de agosto, en el Teatro Municipal “Ignacio A. Pane”, por la directora de la Dirección General de Cultura y Turismo (DGCT) de la Municipalidad de Asunción, Marcela Bacigalupo, junto al director del Teatro Municipal, Sergio Cuquejo.
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El certamen fue impulsado en el marco del centenario de la creación de la Guarania y del “Año Nacional de la Guarania”, declarado mediante Decreto Presidencial N.º 3377. Su objetivo principal fue rendir homenaje a este género musical profundamente arraigado en la identidad paraguaya, al tiempo de incentivar la creación artística contemporánea y proyectar nuevos talentos en el ámbito musical nacional.
El concurso estuvo abierto a todos los paraguayos mayores de 18 años, residentes en el país o en el extranjero, y contempló dos categorías: Guarania Clásica Tradicional y Guarania Popular Contemporánea.
Como parte del premio, las obras recibirán arreglos musicales orquestales y serán grabadas en audio y video con participación de músicos de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), la Orquesta de Cámara de la Municipalidad de Asunción (OCMA) y la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN). Las sesiones de grabación se llevarán a cabo en el Teatro Municipal de Asunción “Ignacio A. Pane”.
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Asimismo, las piezas serán interpretadas durante la Serenata a Asunción en homenaje a la fundación de la ciudad, este viernes 15 de agosto, en un festival artístico, y en diversos eventos oficiales organizados por la Dirección General de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción y la OSN durante lo que resta del año.
Con esta premiación, la Municipalidad de Asunción reafirma su compromiso con la promoción de la cultura, el apoyo a la creación artística y la preservación activa del patrimonio musical del Paraguay.
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Lanzan concurso para niños y niñas: “Dibujá un árbol”
El Banco Sudameris, en alianza con A Todo Pulmón Paraguay Respira (ATP) y bajo el lema “Dibujá un árbol cuidando el planeta un trazo a la vez”, invita a todos los niños y niñas del país a participar del concurso artístico “Dibujá un arbol”, una iniciativa que busca fomentar la conciencia ecológica desde temprana edad.
El concurso está dirigido a estudiantes de primero a sexto grado, quienes podrán expresar su creatividad dibujando un árbol autóctono de Paraguay. La recepción de dibujos será digital y está abierta hasta el 8 de setiembre.
Las obras deben ser inéditas, creadas exclusivamente por los niños y niñas, sin ayuda de terceros, y pueden realizarse en diversos soportes como papel, cartón, madera o lienzo, usando lápices, pinceles, témperas y otras herramientas.
Los dibujos serán fotografiados y cargados en la plataforma habilitada para el concurso, ingresando a https://atodopulmon.org/. Para más información sobre el concurso, consultar las bases y condiciones disponibles en las redes sociales de Sudameris y de A Todo Pulmón.
El concurso “Dibujá un árbol” es único en su tipo a nivel nacional, y ofrece atractivos premios para incentivar la participación y el compromiso con la naturaleza.
PREMIOS DESTACADOS
Los premios destacados indican que para los 10 finalistas: una tablet más internet por un año, sumado a la invitación al niño finalista y sus padres para participar en la Cena de Premiación.
Para el ganador o ganadora habrá un paquete de viajes a Roma (Italia) para el niño o niña ganador/a y dos adultos (padres). El paquete incluye pasajes aéreos, estadía 6 días/7 noches en hotel, traslados aeropuerto/hotel/aeropuerto y asistencia al viajero.
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Fundación Paraguaya y Coca-Cola forman a jóvenes en gastronomía social e impulsan salida laboral
La Fundación Paraguaya, Fundación Coca-Cola y la Fundación Gastronomía Social de Chile se juntaron para llevar a cabo una nueva edición del programa de Gastronomía Social, una innovadora experiencia educativa que refuerza las habilidades de estudiantes de la Escuela Agrícola Autosostenible Cerrito, en Benjamín Aceval, departamento de Presidente Hayes.
Esto tiene como objetivo aumentar la empleabilidad de los estudiantes mediante clases teóricas y prácticas en contextos reales. La experiencia tuvo su primer piloto en septiembre del 2024, con estudiantes del tercer año y este año se volvió a implementar, llegando a beneficiar a un total de 73 jóvenes del último año del Hotel y Escuela Cerrito.
El programa implementa el aprendizaje gamificado híbrido, donde desarrollan cursos online y presenciales enfocados en atención al cliente, liderazgo, trabajo en equipo y montaje de servicios gastronómicos.
Durante la etapa virtual, los participantes accedieron a contenidos microsegmentados mediante la plataforma Ñam, plataforma desarrollada por la Fundación Gastronomía Social.
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Además, recibieron capacitación presencial de parte de los expertos chilenos Rafael Rincón y Claudio Leiva, en las instalaciones de la escuela donde pusieron en práctica; las claves para ser un excelente anfitrión y desempeñarse de forma correcta en un ambiente laboral, cómo servir copas al cliente, tips y consejos para lograr un buen servicio.
En esta segunda edición, el programa incorporó mejoras con enfoque en habilidades blandas, ajuste de horarios y propuestas para una futura asignatura llamada “Restaurant” dentro de la malla curricular del hotel y escuela Cerrito, que abordará la gestión integral del rubro gastronómico, para fortalecer las habilidades de los jóvenes egresados de la institución.
“Con entusiasmo, compromiso y herramientas concretas, los estudiantes de Cerrito están cocinando su propio futuro”, expresan desde la Fundación Paraguaya y la Fundación Gastronomía Social, y destacan que este tipo de alianzas permite a los jóvenes desarrollar competencias útiles para su inserción laboral y fortalece el posicionamiento del Hotel Escuela Cerrito, como destino de turismo sostenible y gastronómico.
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