Una vez más, la Armada Paraguaya se ve salpicada de supuesta corrupción y permisividad con sus militares. Esto, debido a una denuncia hecha por un cadete contra un teniente que presuntamente lo había agredido brutalmente. El joven hizo la denuncia e intentó retirarse de la institución, pero autoridades militares le prometieron que lo apoyarían en la denuncia.

Lamentablemente, el joven cadete se enteró que las autoridades militares no cumplieron con lo prometido y denunció que su superior a quien acusó de violencia volverá a la Escuela de la Armada, sin haber cumplido una condena por la acusación por presunta agresión contra su subordinado.

“Quiero denunciar a este hombre porque tengo miedo, temo por lo que le pueda pasar a mi familia o por lo que me pueda pasar a mí. La Armada no cumplió conmigo porque este hombre va a volver a cumplir sus servicios como si fuera que nada pasó. Se trata del teniente de fragata Éver Martín Dávalos Báez”, manifestó la víctima en comunicación con C9N.

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El cadete realizó la denuncia ante la justicia militar, no así ante la Policía Nacional ni la Fiscalía, ya que recibió la promesa de las autoridades de ese entonces de la Armada Paraguaya, quienes le aseguraron que el teniente perdería su carrera militar, que nunca más estaría en las filas de la Armada y que cumpliría una condena en la cárcel como corresponde.

Ante esto, el capitán José María Aguiar manifestó que la justicia militar había condenado a dos años de cárcel al teniente, pero no quedó firme, ya que el acusado apeló el dictamen pese a que fue demostrado que no solo existe una víctima de agresión, sino más cadetes habían confirmado el mal comportamiento del mismo. Afirmó que una vez que quede firme la condena, tras cumplirla el teniente será dado de baja.

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