Teniendo en cuenta que la actriz Megan Fox y su pareja, el cantante Machine Gun Kelly, están en nuestro país en el marco de un concierto que se llevará a cabo hoy y mañana, hicieron una parada ayer en nuestra bahía después de un largo viaje. Los artistas internacionales no son los únicos visitantes, ya que cerca de 32 especies de aves migratorias, como el playerito canela (calidris subruficollis), visitan la reserva de agosto a enero de cada año.

Las imágenes de la visita de las celebridades a la zona de la Costanera se volvieron virales y en redes sociales muchos internautas catalogaron de “yuyales” a las riquezas naturales con que cuenta Asunción, declarada Capital Verde de Iberoamérica en el 2015, en el marco de la XVI Asamblea Plenaria de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI).

En este contexto, la Dirección General de Gestión Ambiental (DGGA) de la Municipalidad Asunción recuerda a la ciudadanía la importancia de valorizar nuestros tesoros ambientales, como los humedales y cursos de agua, visitados por estas celebridades ayer, que son parte de la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción.

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La conocida actriz de “Transformers” sorprendió el lunes al pasear junto con su novio Machine Gun Kelly en la Costanera de Asunción. Foto: Gentileza.

Así también, desde el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), en el marco del proyecto Asunción Sustentable, mencionaron que están trabajando en conjunto con la comuna capitalina y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), además de organizaciones como Guyra Paraguay en la restauración de hábitats críticos dentro de la reserva, impulsando además la creación de la brigada de limpieza del Banco San Miguel y Bahía de Asunción, conformada por líderes de la comunidad.

Importancia de los humedales

Cabe destacar que en la zona visitada por los visitantes extranjeros se halla ubicada la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción, junto con sus áreas de amortiguamiento. Esta reserva ecológica de 601 hectáreas, declarada como Área Silvestre Protegida por la Ley Nº 2.715/05, conserva y protege los humedales del río Paraguay, albergando una rica biodiversidad, entre las que se destacan aves, reptiles, mamíferos, anfibios, peces, arbustos, árboles de especies únicas de dicho ecosistema.

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Están protegidos además por Convenio Internacional sobre Humedales Ramsar, así como por la Ley 2724 de los Recursos Hídricos del Paraguay, que en su Art. 29 menciona: “El Estado reconocerá a los humedales como ecosistemas de gran importancia para la sociedad, para los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan, y que proporcionan, mantienen y depuran las aguas, siendo el agua el factor fundamental que controla el ambiente”.

Por eso, al ser parte de los humedales del río Paraguay, cumple funciones de regulador de los territorios que producen agua dulce, forma parte de la Red de Corredores Verdes Bio culturales de la ciudad de Asunción y del Área Metropolitana, y es puente ecológico con la Región Occidental.

Cerca de 32 especies de aves migratorias visitan la reserva de agosto a enero de cada año. Foto: Archivo.

En cuanto a su belleza paisajística, esta hace que sea un sitio inigualable para la recreación ecológica y la resiliencia para la ciudad y, por sobre todo, mitiga las islas de calor de la ciudad y equilibra la humedad del ambiente, por lo que es fundamental su cuidado y preservación.

Así también, desde la DGGA resaltaron el rol de los bosques para la captación de aguas subterráneas, como los acuíferos. Los bosques, diferenciados de monocultivos de especies, son los protectores y guardianes de los territorios que producen el vital líquido para tener vida. Sin estos factores que promueven la biodiversidad urbana, la calidad del agua se ve amenazada y a su vez, la salud de todos los seres vivos que habitamos en ella.

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Recordaron igualmente que la zona está amenazada por la actividad antropogénica circundante, por lo que no se trata de yuyales o baldíos sino de un bien natural que requiere el cuidado y un articulado trabajo para restaurar las zonas degradadas, las cuales, en un óptimo estado, podrían brindar sus servicios ambientales y constituirse en fuente de ingresos en el marco de la industria turística, entre otras áreas, siempre apuntando a la sustentabilidad de nuestra ciudad y aportando a la mitigación de los efectos de la crisis climática mundial.

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