Esta mañana, al costado del camino a Araújo Cué aparecieron abandonados seis colectivos del Centro de Convenciones Avivamiento de Curuguaty, que en su momento fueron adquiridos para traslado de la gente hasta la iglesia del pastor José Insfrán Galeano, prófugo de la justicia. Así también, apareció otro ómnibus que sería el que se usaba para traslado de jugadores del Club Sport Primavera de Curuguaty.
Según lo manifestado por el comisario Rubén Llanes, jefe de la Policía de la zona, estos buses fueron abandonados y que los mismos eran usados para el traslado de las personas hasta el Centro de Avivamiento de Curuguaty y Brítez Cué. “Los buses fueron abandonados, algunos quedaron con llave, otros sin baterías”, detalló en contacto con C9N.
Resaltó que aparentemente los propios choferes abandonaron a las apuradas estos buses y que esto demuestra que no quieren tener vínculo con el clan Insfrán. “Según testigos, estos buses fueron abandonados en horas de la madrugada en este lugar. Los mismos quedarán en custodia o dados en guarda temporal a algunas instituciones”, confirmó.
Así también, horas más tardes apareció otro bus que también fue adquirido por el pastor para el traslado de los jugadores del Club Sport Primavera de Curuguaty, cuyos sponsors principales eran las empresas Barakah SRL y El Porvenir SA, ambas pertenecientes al clan Insfrán. “Este ómnibus sería parte de la flota de Avivamiento, que se usaba para el transporte de jugadores”, manifestó Llanes.
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Agregó que según investigaciones que realizaron tras el hallazgo, este bus fue abandonado un día antes del allanamiento realizado por las autoridades. “Según el registro del automotor este vehículo aún figura a nombre de la Encarnacena SA y en este caso no contaba con la llave, pero estaba abierto”, ratificó.
Ayer en el marco del operativo A ultranza Py, desde la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) allanaron la estancia San Agustín, que está ligada al clan Insfrán y que actualmente ya está a disposición de la Senabico. A esta propiedad aparentemente llegaban las cargas de droga desde Bolivia y se distribuían hacia los puertos para su posterior destino final.