Mañana 15 de febrero la Fundación Nar-Anon, que brinda asistencia y ayuda espiritual a familiares de personas que se encuentran en adicción, celebra sus 21 años de trayectoria. Durante este tiempo a nivel mundial han cambiando vidas y perspectivas de miles de familias que están pasando por esta situación, incluyendo las de Paraguay.

La fundación que ayuda a estas familias y amigos llegó al país mediante la hermana Regina Siam, junto a los grupos de Narcóticos Anónimos, con la finalidad de brindar contención a las personas allegadas de los que sufren problemas de adicción a las drogas. “Es un grupo para recuperación emocional y espiritual de las personas que están aquejadas por la adicción de algún familiar o ser querido”, dijo la hermana Regina, fundadora y madrina de los grupos de recuperación.

Resaltó que pertenecen a una confraternidad que está presente en todo el mundo que ofrece un programa de recuperación con una guía y metodología basada en unos principios espirituales. “Cuando uno se pone en contacto con una sustancia x y no puede detener, esa es la enfermedad, esa es la adicción”, apuntó.

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La hermana Regina Siam, fundadora y madrina de los grupos de recuperación. Foto: Gentileza.

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Espiritual y emocional

Manifestó que estas enfermedades son espirituales y emocionales porque trastornan la vida de los seres queridos, pero el enfermo necesita el acompañamiento. “Ante cualquier tipo de enfermedad se necesita el acompañamiento y comprensión de la familia, no atacarlos. Siempre les digo no muevan el avispero si no saben de la enfermedad”, refirió.

Explicó que aplica la terapia de espejo entre las familias, que consiste en escuchar las experiencias y que cada uno se ve reflejado en pequeña o gran medida en esos comentarios. “Acá nadie le dice al adicto o la familia, ¿Por qué sos así? ¿Por qué te portas así? Pero están contando sus experiencias y se están viendo en un espejo; eso les pone como en casa ya que nadie les mete el dedo en la llaga”, manifestó.

Agregó que en Nar-Anon nadie les impone una religión y que todos conocen qué religión practica la hermana Regina, por lo que ella no necesita imponer nada, pero que el programa trae ciertas reglas a cumplir. “Yo no necesito predicar, pero sí tiene que doblar rodillas y pedir al Ser Superior que está arriba y que maneja todo, tienen que hacerlo porque lo dice el programa”, apuntó.

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“Solo por hoy”

Señaló que la familia debe acompañar a sus seres queridos y vivir “solo por hoy”, dejando atrás el pasado. “Tengo que cortar el pasado, de aquí para atrás no existe. Si ese pasado me hiere tengo que desechar con el pensamiento positivo. O soy o no soy, mi programa es muy exigente para alcanzar la paz espiritual”, resaltó.

Subrayó que la familia es lo más importante y que se debe pelear para poder sanar siempre pensado en positivo. “Cada grupo es una sala de parto, tiene que nacer una persona nueva. Entonces tenemos que saber tratarlo y no acusarlo, no hagamos del árbol caído la leña, hay que levantarlos y darle vida”, puntualizó.

“Para mí y mi familia Nar-Anon es una columna vertebral”, dijo una de las personas que acude al grupo de ayuda. Al mismo tiempo agradeció la ayuda que reciben por parte la fundación y resaltó que están basado en principio espirituales que los ayudan a acompañar a sus seres queridos con adicción.

Nar-Anon o Narcóticos Anónimos fue fundada el 15 de febrero del 2000, y es una confraternidad mundial fundada pensando en todos aquellos afectados por la adicción ajena, es decir, amigos, familiares, esposos o parejas de personas que se encuentran sumidos en la adicción de drogas u otras sustancias.

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