Un día después de Todos los Santos, se conmemora esta fecha que según la Iglesia Católica es un día especial para recordar y rezar por todas aquellas personas que partieron para el reino celestial. Foto: Christian Meza.
Día de los Difuntos: las personas deben rezar a sus muertos ante el altar del Señor
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Cada 2 de noviembre, se celebrar el Día de los Difuntos, fecha en la que se visitan los cementerios para encender una vela y elevar una oración por el eterno descanso de los seres queridos que partieron al reino celestial. Para la feligresía católica es muy importante no olvidar a los difuntos, ya que gracias a las oraciones y los buenos recuerdos las almas dejan el purgatorio para llegar ante la presencia del Señor.
Un día después de Todos los Santos, se conmemora esta fecha que según la Iglesia Católica es muy especial para recordar y rezar por todas aquellas personas que murieron. “Hoy la iglesia peregrinante que somos nosotros los que vivimos, rezamos por los purgantes que están en espera de contemplar al Señor”, dijo el padre Antonio Rafael, en contacto con La Nación.
Resaltó que las oraciones serían una purificación para que las almas de quienes fallecieron puedan encontrarse con nuestro Dios. “Desde que mueren ellos ya no pueden hacer nada. Solo nosotros podemos hacer algo por ellos, con nuestras oraciones y no debemos olvidarlos”, aseguró.
Confirmó que en la actualidad el problema son las familias divididas en cuanto a religión, ya que un grupo decide no rezar por sus familiares difuntos –ya que su religión no lo permite– y otro sí. “La pregunta clave es ¿quién tiene razón? ¿Es bueno o no rezar por los difuntos? para eso recomiendo el libro de las Confesiones de San Agustín”, detalló.
Leyó uno de sus pasajes en el que habla sobre su familia (que provenía de África) que residía en Ostia en la ciudad de Roma. Un día la madre (Santa Mónica) cayó muy enferma y al borde de la muerte dice ella: “Eterrad aquí a vuestra madre (en Roma). Pero un hermano de San Agustín quería llevarla una vez muerta a África en su tierra natal. Dice San Agustín: yo callaba y contenía mis lágrimas, mi hermano decía algo diferente, pero ella lo oyó y muy angustiada lo reprendió con la mirada”, expuso.
Agregó que esto había pasado 300 años después de Cristo y que para ese entonces la madre de San Agustín le dijo: “Sepulten mi cuerpo en cualquier lugar, esto no les debe preocupar de ahora en adelante. Lo único que deseo es que se acuerden de mí ante el altar del Señor, en cualquier lugar donde esté. Acordarse de ella es rezar en el altar del Señor, que sería en la misa y esa es la costumbre de la Iglesia Católica, rezar por los difuntos en cada misa”, manifestó el sacerdote.
Aclaró que esto sucedió hace 800 años y que la Iglesia evangélica se formó hace 500, por lo que es muy importante acordarse de los difuntos en las oraciones. “Eso no se ha inventado ahora por los católicos, viene desde el principio de la Iglesia”, resaltó.
Según el padre Antonio Rafael, los católicos tienen tres iglesias: la peregrinante, que son las que están en la tierra; la purgante, constituida por aquellos que han fallecido, y la triunfante, conformada por los que lograron la santidad y ahora están junto a Jesús, todos los santos.
Aseguró que las tres iglesias trabajan unidas y puso como ejemplo que los peregrinantes hoy rezan por los purgantes –las almas que están en espera para ver al Señor– y que ayer 1 de noviembre la triunfante –que son todos los santos– interceden por los que aún estamos en la tierra.
No debemos olvidar a los difuntos. Foto: Christian Meza.
La oración es un tiempo desperdiciado, si no se entiende su propósito. Nuestros motivos de oración deben de estar conformes a la voluntad de Dios, que es su Palabra (1 Juan 5.14-14).
Tenemos que entender claramente el cómo orar y por qué orar. Si no entendemos esto, no habrá motivaciones para seguir orando.
Básicamente, el orar debe ser con una motivación y un deseo por comunión con Dios (Salmo 42.1-2). La sensación de estar separados de Dios nos lleva a clamar por su presencia: deseo su presencia, me siento solo sin ella; anhelo su comunión y eso me mueve a orar (Salmo 63.1-8).
Habíamos dicho que el Padre Nuestro es el ejemplo de oración más famoso del cristianismo. Jesús no nos lo dio para ser repetido de manera mecánica o como un mantra. Limitarlo a eso es quitarle toda la inmensa carga de enseñanza y riquezas que tiene en sí mismo.
Al orar debemos desear ver la gloria de Dios; remover el estorbo del pecado de nuestra vida (Romanos 3.23).
Vemos en el Salmo 32.1-7 que David, literalmente, se enfermó a causa de la culpa. Su cuerpo soltó bilis, su sangre se contaminó, su boca se secó, bajaron sus defensas corporales a causa de la angustia del pecado oculto, tuvo enfermedades de índole sicosomática y clamó. Debemos preguntarnos: ¿Nos afecta así el pecado?, ¿así nos sentimos cuando fallamos a Dios?
El mal se disfraza de muchas cosas, es sutil y complejo. La Biblia dice que Satanás tiene capacidad aun de disfrazarse de ángel de luz. Tenemos que pedir a Dios en todas las cosas discernimiento para vencer el mal. Salomón pidió a Dios discernimiento (1 de Reyes 3.9). Hay cosas que se disciernen espiritualmente (1 de Corintios 2.14). El discernimiento es un don que Dios da.
Debemos orar para que Dios nos dé conocimiento de Él y deseo de conocer más a Dios y que los demás le conozcan (Efesios 1.16-18).
Debemos de orar por el deseo de dar gracias por las bendiciones pasadas (Salmo 44.1-3). Si realmente estamos agradecidos a Dios por sus bendiciones pasadas, esto nos motivará a orar.
Un deseo por aliviar el temor y la preocupación (Filipenses 4.6-7).
Un anhelo por la salvación de los perdidos (Romanos 10.1; 1 Timoteo 2.1). Esto habla de la compasión y el amor cristiano.
Realicemos un examen espiritual: si no quiero orar es porque está afectado mi deseo, y eso debe de ser analizado. Ver si estamos en la fe. Ver por qué estamos enfermos espiritualmente. Mirar qué terreno ya ganó Satanás en tu corazón y empezar a recuperar lo perdido.
Tomá decisiones. Solo vos podés hacerlo. Clamá a Dios que ponga en vos el querer y el hacer. Acercate a Dios para que Él se acerque a ti. Mientras más buscas de Dios, más necesidad vas a tener cada vez de orar y buscar su presencia. Orá por los problemas de tu vida y de las aflicciones que te rodean. Alabá a Dios en todo tiempo para entrar en las profundidades del Espíritu.
El Día de los Muertos es una celebración que es producto de un sincretismo entre tradiciones cristianas y los rituales de fertilidad indígenas que tiene una pompa especial en México. Cada 2 de noviembre, los feligreses concurren a los cementerios no para lamentar la ausencia de sus seres queridos, sino para celebrar la muerte y recordar a aquellos que ya han partido físicamente. No obstante, la tradición de visitar a los difuntos se está perdiendo cada vez más al punto de que las autoridades municipales iniciaron un proceso de notificación a aquellas personas que mantienen en estado de abandono sus lotes en los cementerios.
Quizás haya pocas estampas domingueras más tristes que observar a los cadetes esperando el micro para volver a sus cuarteles tras el franco o ir a visitar la tumba de un ser querido.
“Solamente muero los domingos y los lunes ya me siento bien”, dice una canción de Sui Generis convalidando esa suerte de melancolía tan típica de las tardes dominicales.
Una leyenda dice que los muertos acostumbran a visitar a sus familiares los domingos de mañana para disfrutar de la compañía de ellos y la comida del día de descanso. Por eso las mañanas son tan alegres. Luego, al caer la tarde, vuelven a sus fríos sepulcros dejando en los vivos ese sentimiento azul que sucede cuando un grato y entrañable visitante debe partir.
Empero, es probable que la razón de mayor peso sea que, como afirma Alejandro Dolina, la gente se pone triste los domingos de tarde porque no le gusta su trabajo. Por eso él, quien ama el suyo, nunca es asaltado por ese abatimiento. Tal vez no en vano en el mejor oficio del mundo el domingo es un día laboral más y, muchas veces, el más importante de la semana.
Hecha esta digresión, ¿se está perdiendo la costumbre de visitar a nuestros difuntos? Definitivamente Gustavo Adolfo Bécquer tenía razón: “Cerraron sus ojos / que aún tenía abiertos / taparon su cara / con un blanco lienzo; / y unos sollozando, / otros en silencio, / de la triste alcoba / todos se salieron. / La luz que en un vaso ardía en el suelo, / al muro arrojaba / a sombra del lecho; y entre aquella sombra / veíase a intérvalos / dibujarse rígida / la forma del cuerpo. /Despertaba el día, / y, a su albor primero, /con sus mil ruidos / despertaba el pueblo. Ante aquel contraste / de vida y misterios, / de luz y tinieblas, / yo pensé un momento: / ¡Dios mío, qué solos / se quedan los muertos!”.
CADUCIDAD
En contacto con El Gran Domingo de La Nación, Gerardo Arévalo, jefe del Departamento de Necrópolis de la Municipalidad de Asunción, confirmó que la comuna tiene una ordenanza que les “faculta a recuperar los lotes que están en caducidad, es decir, cuyos titulares no hayan pagado las tasas durante cinco años. Es la única forma en la que nosotros podemos dar respuesta a la problemática de la falta de espacios en los cementerios municipales. Casi ya no hay lugar”.
A renglón seguido detalló que los tres cementerios municipales –a saber, Recoleta, del Sur y del Este– tienen una demanda de unas 3.000 inhumaciones anualmente. Sin embargo, casi el 50 por ciento de las personas fallecidas no tiene lugar.
Gerardo Arévalo, jefe del Departamento de Necrópolis
“Esto significa que la Municipalidad debe recuperar aproximadamente 1.500 lugares de manera anual para dar respuesta a esta problemática. Este año estamos notificando a las personas por el abandono de sus lugares. En la notificación recordamos a los usufructuarios que son ellos quienes tienen que encargarse del mantenimiento edilicio de su lugar”, indicó.
MULTA
Asimismo, el funcionario adelantó que procederán a aplicar la multa contemplada en la ordenanza por la dejadez y el abandono de los lotes, que es de dos jornales mínimos, que equivalen a G. 215.254.
“Lo que nosotros pretendemos es que la gente se acerque y trate de mejorar el estado edilicio de sus lugares. No es que se va a hacer un desalojo. Lo que estamos haciendo es recuperar los lotes que están visiblemente vacíos. Hay personales trabajando en el campo que visualizan aquellos lugares que están abandonados y pasan a la oficina los números de padrones. Luego se verifica el estado de cuenta y de acuerdo a eso se procede. Nosotros no tocamos ni desalojamos a nadie”, aseguró.
Con relación a cómo se ejecuta el proceso de notificación, señaló que en primer lugar verifican en el sistema si aparece una dirección y, en caso contrario, proceden a pegar el aviso por los panteones que se encuentran en mora a la espera de que con motivo de estas fechas las personas se acerquen a visitar las tumbas de sus familiares y posteriormente regularicen su situación.
“Cuando alguien muere las personas se acuerdan de sus lugares en los cementerios y muchas veces se ven en figurillas porque están atrasados, están en caducidad, no pueden pagar porque el sistema les bloquea porque ya pasaron cinco años y los panteones están en total dejadez. Eso es por la falta de visitas”, añadió.
Foto: Néstor Soto
Cuestionado ante las quejas respecto a la falta de limpieza de los espacios comunes como los pasillos, esgrimió que se trata de áreas muy amplias que están arborizadas por ejemplares añosos, por lo que están trabajando con Aseo Urbano para la poda de los árboles y carpida de las malezas debido a que no cuentan con la cantidad suficiente de personal.
Foto: Néstor Soto
PÉRDIDA DE COSTUMBRE
En lo que atañe a la afluencia en los cementerios, dijo que “categóricamente ha disminuido. Se perdió esa costumbre de visitar a los muertos. Quizá haya cambiado la mentalidad misma porque son generalmente personas mayores las que visitan los lugares. Antes era toda una fiesta patronal los lunes porque era el día acostumbrado de visitar a los muertos. Esa costumbre quedó en el olvido”.
Por último, con relación a qué planes de mejoramiento están contemplados o siendo ejecutados actualmente en los cementerios municipales, Arévalo apuntó que la comuna firmó un convenio con la Administración Nacional de Electricidad (Ande) para la iluminación de estos predios y que ya completaron el trayecto reconocido como patrimonio cultural en la Recoleta. Además, aseguró que esta iniciativa también será replicada en los cementerios del Sur y del Este, sobre todo para contrarrestar el problema de los robos perpetrados por consumidores problemáticos de estupefacientes, que además dejan todo tipo de desechos en el lugar.
La cada vez más escasa afluencia de personas en los cementerios es corroborada por las vendedoras de flores. Gladys, quien toma tereré con sus colegas y funcionarias municipales en la explanada de la Recoleta, nos cuenta que creció en ese lugar al lado de su madre, con quien se inició en el oficio de florista hace más de cinco décadas.
La mujer confirma que las personas visitan cada vez menos a sus difuntos. “Ahora la gente ya ni siquiera viene a dejar la cruz luego de los nueve días del entierro. Mucho menos van a venir dos o tres años después. Vienen, les entierran y chau, ya les dejan abandonados a sus seres queridos, pero no tiene que ser así”, se lamenta.
EXPECTATIVA
Sin embargo, para este 1 y 2 de noviembre, Día de Todos los Santos y de los Muertos, respectivamente, esperaban que las personas se acerquen a visitar a sus familiares fallecidos. “Espero que se acuerden nuevamente de sus seres queridos”, anhela mientras explica que las rosas, los girasoles y los crisantemos tienen un costo de G. 10.000 cada uno y tres por G. 20.000, en tanto que los arreglos con flores surtidas también tienen un costo de G. 20.000 y vienen preparados con algodones húmedos para no usar agua y de esa forma combatir la epidemia del dengue y la chikunguña.
“¿Vuelve el polvo al polvo? /¿Vuela el alma al cielo? / ¿Todo es sin espíritu, / podredumbre y cieno? / ¡No sé; pero hay algo / que explicar no puedo, / algo que repugna / aunque es fuerza hacerlo, / el dejar tan tristes, tan solos, los muertos!”, finaliza compungido el poeta.
Tras realizar la limpieza, fumigar y acomodar nuevamente los utensilios al interior del panteón de mi abuela Petrona, una operación que realizo a intervalos cada vez más irregulares, antes de retirarme lanzo una última ojeada y exclamo, siguiendo a Bécquer, “¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!”.
Con fiesta y un concurso, la embajada mexicana celebra el “Día de Muertos”
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La Embajada de México en Paraguay celebrará el tradicional Día de Muertos con un gran y colorido evento gratuito y abierto al público, el sábado 2 de noviembre, a partir de las 18:30 horas, en el Centro Paraguayo Japonés (CPJ), ubicado en Domingo Portillo y Julio Correa, en Asunción. Además, la representación diplomática organiza el concurso “Duelo de catrinas y catrines”, en que los interesados podrán disfrazarse tradicionalmente e inscribirse en la jornada del festejo.
La celebración del Día de Muertos es una de las fiestas más representativas de México y que ha tenido una gran acogida en Paraguay. Se trata de Una conmemoración que ha sido transmitida de generación en generación en la que celebramos la vida a través del recuerdo y la memoria, anteponiéndola al olvido. Como es habitual en la tradición mexicana, este recuerdo se celebra con alegría y con el infaltable Altar de Muertos con todos sus elementos y simbolismos que son sello indiscutible del pueblo mexicano.
Esta celebración, que perdura desde tiempos ancestrales y que fue reconocida en el año 2003 por la Unesco como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”, nos permite compartir el amor a la familia y mantener vivo el recuerdo de quienes ya no están físicamente con nosotros: “¡Recuérdame, aunque tenga que decir adiós!”, expresó la embajada en un comunicado de prensa.
Además de sumarse a las actividades culturales entorno a esta celebración en las que destaca la música mexicana en vivo, el ya tradicional “Duelo de catrinas y catrines”, al cual el público podrá inscribirse en el mismo lugar del evento (el duelo dará inicio a las 19:00). También habrá degustación de la gastronomía mexicana, en la que no podrán faltar los tacos, los tamales, los nachos y muchas otras opciones deliciosas. “¡Recuerda que de limpios y tragones están llenos los panteones!”, como dicen los mexicanos.
El concurso tiene como objetivo proyectar la tradición de la cultura mexicana correspondiente al Día de Muertos. Los participantes deberán personificar a la Catrina o el Catrín tradicionales (como la catrina pintada por Diego Rivera) o con elementos de fantasía. No se aceptarán disfraces de Halloween ni superhéroes, monstruos u otros personajes que no se relacionen con la cultura mexicana. Se calificará creatividad, maquillaje y vestuario.
El registro de los participantes se llevará a cabo a partir de las 16:00 del sábado 2 de noviembre del 2024 en la mesa que se instalará para dicho fin en el Centro Paraguayo Japonés. El registro se cerrará a las 18:30. Los participantes deberán proporcionar nombre completo, edad (para la categoría), número de celular y/o correo electrónico. En caso de ser menor de edad, los padres deberán proporcionar sus datos completos. La decisión del jurado calificador será inapelable. Los tres primeros lugares de cada categoría recibirán una medalla y regalos sorpresa.
Todos los concursantes recibirán un diploma de participación. El jurado podrá declarar nulo cualquiera de los lugares en cada una de las categorías. No podrán concursar representantes ni miembros de ningún emprendimiento que esté en el evento o con fines promocionales. Los concursantes no podrán portar ningún tipo de publicidad ni hacer mención a favor de ningún comercio, restaurante o marca. En caso de hacerlo serán descalificados. Cualquier situación no prevista en esta convocatoria será resuelta de manera inapelable por el comité de la Embajada de México.
Desde la iglesia católica en el contexto de la pandemia invitan a quedarse en las casas para orar y pedir por la sanación de cada uno de los enfermos, así como la fuerza para que los profesionales de salud puedan seguir adelante en cuanto a la atención de los pacientes. #SemanaSanta. Foto: Ilustrativa.
Martes Santo “de la traición” y “controversia” invita a la reflexión
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El Martes Santo es el tercer día de la Semana Santa. Si bien no forma parte del Triduo Pascual (de jueves a domingo), es un día importante dentro de la celebración cristiana, por lo que se invita a la reflexión en la familia y con los seres queridos.
En el marco de la Semana Santa, el Martes Santo se recuerda que Jesús anunció sobre la traición de Judas, que lo entregó por 30 monedas de plata días previos a su muerte en la cruz.
El Martes Santo, Martes de la Controversia, es un día especial en el camino espiritual que va trazando la Semana Santa. En él intensificamos nuestra preparación para vivir el Triduo Pascual, según Aciprensa.
“Según el evangelio del día Jesús habla de su traición, manifiesta que uno de sus discípulos lo va a traicionar, por esto se conoce como el martes de la traición. Porque ese día Judas Iscariote acuerda con los sumos sacerdotes la entrega de Jesús por 30 monedas de plata”, dijo el padre Marcelo Caballero.
La traición en la iglesia primitiva era muy fuerte, teniendo en cuenta que esta era la manera que se hacía sentir la fuerza de la traición hacia Dios, lo cual seguimos haciendo hasta hoy. “La traición es lo que hacemos hasta ahora cuando nos alejamos de Dios, cada vez que obramos en contra de sus mandamientos”, apuntó.