No solo La Nación está de luto, el periodismo pierde a una de las plumas más brillantes que durante décadas deleitó a los lectores más exigentes con su peculiar y único estilo. Esta tarde partió a la otra orilla el popular “Pototo” Mario Rubén Velázquez, quien desde hace poco más de un mes estaba internado en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social por complicaciones de la diabetes, aunque estando internado se contagió de COVID-19.

Aunque había superado el coronavirus y fue trasladado de UTI a terapia intermedia hace poco más de 15 días, su salud nuevamente se complicó; hoy no aguantó y falleció. En su último posteo de Facebook escribió: “Informo a los amigos que, lamentablemente, la segunda prueba de COVID salió Positiva. Voy a ingresar en breve a terapia intensiva del IPS. Solo pido que recen por mí! Los amo”.

Un gran periodista

Todos quienes conocieron a Mario Rubén coinciden en que era un gran periodista y muy buena persona. Trabajó en otros medios como ABC, Noticias El Diario, Hoy, y en los últimos 26 años enriqueció las páginas de los medios del Grupo Nación, Crónica y La Nación con notas únicas de quienes aman un buen reportaje.

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“Se nos fue Mario Rubén Velázquez. Una de las redacciones más geniales del periodismo paraguayo. Una gran personalidad, un ilustrado como pocos y un tipo que supo hacer buenos amigos. Nos dejó, antes de irse, una maravillosa antología del rock paraguayo en El Gran Domingo. Hasta siempre, Mario Rubén”, dijo el director periodístico del Grupo Nación, Augusto dos Santos.

“Yo destaco su gentileza como compañero, siempre existió un trato cordial cuando nos cruzábamos en los pasillos de la redacción o al consultar sobre algunas informaciones”, lo recuerda Juan Marcelo Pereira, mientras que Antonia Arroyo recordó que siempre la llamaba ¡Flaca!

El periodista Gustavo Fretes lo recordó por su apodo Pototo, mientras que Graciela Ávalos lo calificó como un gran maestro de las letras dentro del periodismo paraguayo. Sin dudas, queda un gran vacío.

Su colega Martín Villagra mencionó que el momento de esplendor de Mario Rubén coincidió con sus inicios en el periodismo. “Son tremendos los recuerdos de sus pasos por ABC, Noticias, La Nación y Crónica. Periodista increíblemente talentoso y muy buena gente. Descansa en paz, Mario Rubén Velázquez. Fue un privilegio conocerte”, escribió.

Para Miguel H. López, no solo el periodismo está de luto, sino además la bohemia, “las posturas antidicatatoriales, las luchas sindicales en el ámbito de los medios, el emblemático movimiento estudiantil FAF (Frente Autónomo de Filosofía), están de luto. Murió el compañero, colega, Mario Rubén Velázquez. Profunda pena y tristeza. Otros paisajes esperan sus incorregibles ganas de vivir, su potente pluma y su risa a prueba de tristeza... Desde ahora alguien más falta entre nosotros”.

Bohemio

Compañero de bohemia de todos sus colegas, los encuentros en los que él asistía eran deleitados con su cálida voz, acompañada de su guitarra, haciendo de las veladas interminables y agradables. Los amaneceres eran siempre amenos en los sitios donde compartía, en los asados, ya sea con los gremios, cumpleaños o encuentros solidarios en los que siempre estuve presente. Nunca dudó en dar una mano a quien necesitaba y en alegrar la noche y madrugada.


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