Edificada durante el gobierno de don Carlos Antonio López e inaugurada el 13 de abril de 1856, la Iglesia de la Santísima Trinidad es una de las grandes obras que legó el primer presidente constitucional, fallecido en 1862. La iglesia fue construida por el arquitecto italiano Alessandro Ravizza y la primera misa fue oficiada por el vicario general monseñor Urbieta, quien bendijo el templo que da nombre al barrio en que está localizado.

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El portal web de información turística del Paraguay expresa que el templo es una verdadera obra de arte del estilo neoclásico, interiormente ornamentado con pinturas en todo el techo, tiene altares artísticamente trabajados en el estilo barroco tardío, también conocido como rococó, y que fueron traídos de la iglesia de Yaguarón. Hoy es considerada patrimonio histórico y cultural del Paraguay.

Un grupo de vecinos del barrio, de manera espontánea, se organizaron y solicitaron a las autoridades nacionales, primeramente a la Secretaría Nacional de Cultura y luego al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, que lleven a cabo una restauración del retablo del templo, que comenzaba a sufrir daños debido a la falta de mantenimiento y la acción de las termitas.

El señor Carlos Morel Gadea, vocero del grupo mencionado, comentó que comenzaron a tomar una postura en común tras leer en publicaciones de medios de comunicación que los trabajos de restauración comenzarían alrededor del mes de julio del próximo año, lo que les llevó a hacer el pedido a los entes responsables.

Incluso, comenta Morel, los vecinos pensaban movilizarse para hacerse escuchar, también realizaron varias actividades de manera de recolectar fondos para ayudar con los insumos para los trabajos que, afortunadamente, se iniciaron este lunes en la Iglesia de Trinidad, con la presencia de técnicos del MOPC, luego de llegar a un acuerdo.

Varios miembros del grupo de vecinos se encuentra realizando un seguimiento a los trabajos que lleva adelante la gente del MOPC y aunque no tienen una idea estimada del tiempo de conclusión del mismo, esperan que concluya en la brevedad, aun cuando el trabajo que se realiza es extremadamente minucioso.

La iglesia de Santísima Trinidad fue construida por don Carlos para hacer de mausoleo familiar. De hecho, él fue sepultado en el lugar, donde permaneció hasta 1939, cuando fue trasladado hasta el Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón Nacional de los Héroes.

Varios edificios históricos en el país, y sobre todo en la capital, requieren de manera urgente mantenimiento y restauración a fin de evitar que el deterioro continúe aumentando. La semana pasada, LN publicó una situación similar que ocurre con el palacio Patri, donde funciona la oficina de Correos y cuya restauración también estará a cargo del MOPC en una fecha aún no determinada.

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