“Este deporte es parte de mi vida”, afirmó Hernán Federico Acosta Santa Cruz, un comprometido jugador de golbol, que este miércoles acompañó al instructor Víctor Duarte Adorno en las clases del programa “Deporte Virtual” de la Secretaría Nacional de Deportes (SND).

“Para mí es un orgullo poder estar aquí, en las clases virtuales. Sentí mucha alegría cuando me llamó el profesor Víctor para poder participar de las clases virtuales y le dije que no tendría problema, porque este deporte es parte de mi vida”, expresó el joven atleta, que representa al Comité Paralímpico Paraguayo, además de ser guitarrista y estará culminando el colegio este año.

“En mi colegio envían tarea por la aplicación de WhatsApp y yo realizó por computadora, ya que no realizo escritura en tinta”, contó Hernán Acosta.

Sobre los entrenamientos durante esta pandemia señaló: “Ahora que no podemos entrenar todos juntos hago ejercicio desde casa. Desde que podemos salir, realizo entrenamientos, por la mañana, fuera de mi casa”.

Lea también: Octubre Rosa: luchadora emociona en bailoterapia

“La enfermedad que tengo es desde mi nacimiento, pero no tenía una ceguera completa hasta los 15 años, que perdí mi visión. Recién desde el año pasado empecé a salir de nuevo solo y ahora me manejo sin mayores inconvenientes”, indicó el deportista.

Hernán señaló: “Yo no realizaba ninguna actividad, en el año 2019 comencé el colegio y a practicar este deporte, volví a salir de mi casa. El golbol me ayudó a desestresarme, ya que para mí no era posible realizar ningún deporte.”

“Lo que me gustaría, y con lo que sueño, es poder continuar en este deporte y poder progresar junto a mis compañeros, y llegar a algún torneo mundial”, refirió acerca de sus metas y objetivos.

Lea además: Ejemplo de superación: superó 2 graves accidentes y hoy es bombero voluntario

Cabe destacar que el golbol (goalball, en inglés) es el único deporte creado específicamente para personas con discapacidad visual o con baja visión. Participan dos equipos de 3 jugadores.

El juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota, la cual lleva en su interior cascabeles que suenan al movimiento del balón; por lo que este deporte requiere una gran capacidad de orientación espacial para poder interceptar el balón, situarse estratégicamente en el campo y realizar el lanzamiento.