Las cifras a nivel mundial son altas y Paraguay no es la excepción. La pandemia agudizó algunos trastornos y deja al descubierto la preocupante realidad en torno a la salud mental.

Por Yesica Vera Zarza

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Por lo general, en nuestra sociedad no se habla de salud mental, menos se acude al psicólogo o psiquiatra, porque existe el concepto errado de que consultar con un profesional de la salud mental es sinónimo de “estar locos”. A medida que pasan los años, se va trabajando para cambiar esa idea equivocada y son las generaciones más jóvenes las que van ocupándose de su salud mental, ya que la misma es tan importante como la física.

Cada 10 de setiembre se recuerda el Día Mundial de la Prevención del Suicidio y es un buen momento para tratar el tema y reforzarlo el resto del año. Suicidio, depresión, ansiedad, son algunas palabras que escuchamos con frecuencia pero que no abordamos y sin embargo, es muy importante hablarlas para dejar de sentir temor.

En ese marco, este año la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción lanzó una campaña denominada “40x60”, “1 Minuto para Prevenir”. Sin lugar a dudas, la pandemia desatada por el COVID-19 generó muchos cambios y el miedo, la incertidumbre, los problemas económicos, son algunas de las preocupaciones que nos agobian y van en aumento.

Para poder abordar el tema de suicidio y lo que implica, desde La Nación nos pusimos en contacto con el Prof. Dr. Julio Torales, profesor adjunto y Jefe interino de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas UNA.

“Nuestra campaña se llama 1 minuto para prevenir, tomando en cuenta que cada 40 segundos hay un suicidio a nivel mundial y en Paraguay más o menos los suicidios están a la orden de uno al día. Quisimos insistir en el poder de la palabra, en el sentido de que primero tenemos que hablar de salud mental y segundo, tenemos que hablar con nuestros seres queridos, nuestros amigos a quienes vemos mal, preguntarles cómo se sienten, si podemos ayudarles en algo”, comentó.

Aseguró que debemos acercarnos y preguntar en qué podemos ayudar, sin profetizar, sin sermonear ni hacer juicios de valor, sino decir acá estoy, yo te escucho, vamos a consultar.

Foto: ilustrativa.

El profesional expresó que el suicidio puede ser la derivación fatal de múltiples patologías mentales, pero también por situaciones en que la persona se siente cansada de vivir. Indicó que el 90% de los casos está asociado a una enfermedad mental de base, y la más frecuentemente asociada al suicidio, es la depresión.

“No tengamos miedo de preguntar. ¿Tenés ganas de morirte? Dentro de todos los trastornos mentales que pueden complicarse con una consecuencia fatal como es el suicidio, por lo general la depresión está muy asociada, pero también el trastorno bipolar, los trastornos de la personalidad. Pero lo más frecuente es que la persona que se suicidó tenía una depresión de base”, aseguró.

¿Qué significa estar deprimido?

Explicó que cuando hablamos de depresión siempre se asocia con tristeza y la tristeza como tal es una emoción básica de los seres humanos, que aparece cuando sucede algo que no nos gusta, cuando no nos va bien en algo, o cuando perdemos algo que nos importaba.

“Para que una persona esté en depresión, tiene que estar triste la mayor parte del día, casi todos los días por al menos 15 días. A eso se le suma la apatía que es la falta de motivación o entusiasmo para realizar las cosas de su vida diaria y la anhedonia que es la incapacidad de sentir placer. El placer por las cosas que antes le daba placer, la comida, estar con los amigos o la familia, el sexo, el trabajo. Esos elementos nucleares tienen que estar presentes la mayor parte del día, casi todos los días por al menos 15 días”, refirió.

¿La depresión se cura sin tratamiento?

Al ser consultado el profesional si la depresión debe ser tratada o si existen casos de que se pueden curar sola, dijo que hay investigaciones que dicen que en algunas personas espontáneamente se cura, luego de algunos meses.

“Pero en esos meses la calidad de vida de la persona ha sido terrible e inclusive se pudo haber complicado en ese momento con suicidio. Yo no dejaría que una depresión esté a su natural evolución por las consecuencias fatales que puede tener”, puntualizó.

Aclaró que el tratamiento se basa en el pilar farmacológico, el pilar psicoterapéutico con psicoterapia y como apoyo se usa también otras técnicas como por ejemplo, ejercicios físicos y la fisioterapia. “Algunas personas van a responder a psicoterapia solamente y otras que van a querer utilizar farmacoterapia, y otras que sí o sí van a necesitar la combinación de ambas aristas debido a la gravedad de sus síntomas”, sostuvo.

Foto: ilustrativa.

¿Cómo ayudar?

El especialista advirtió que muchas veces las personas no quieren buscar ayuda o acudir a consulta, por lo que mencionó que es fundamental el hecho de insistir para poder ayudar a una persona que vaya a consultar.

Enfatizó que el núcleo primario de apoyo de amigos y familia son los que se van a dar cuenta de que la persona está mal y deben insistir en que vaya a consultar. Recordó que la consulta debe ser con un profesional de la salud, un médico especialista en psiquiatría o un psicólogo o con cualquier médico para que haga la derivación correspondiente.

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Resaltó la importancia de romper el estigma y no tener miedo de ir a consultar. “No existe la locura, existen las enfermedades mentales. Todas se diagnostican, todas se tratan, la mayoría se curan y las que no, se controlan”, afirmó Torales.

Al preguntarle acerca de las ideas suicidas, mencionó que la presencia de las mismas o de ganas de morir hasta que se demuestre lo contrario es patológico y hay que consultar. Remarcó que tener ideación suicida tiene que llamarnos la atención.

Cifras

“A nivel nacional el promedio es uno por día. El año pasado hubo 400 más o menos en todo el año y eso se está manteniendo. Aunque seguramente hay un subregistro, porque muchas veces se pone intoxicación medicamentosa por ejemplo, como causa de muerte y hay que ponerle el nombre correcto, suicidio, porque solamente si nos enfrentamos a las cifras verdaderas vamos a poder dimensionar la magnitud del problema. Y a nivel mundial es un suicidio cada 40 segundos”, manifestó.

Lo que trajo la pandemia

Si bien, ninguna de las personas que estamos viviendo en el mundo estábamos preparados para una pandemia, la magnitud de esta, solamente puede compararse con la gripe española, según el Dr. Torales.

“Estamos con el miedo a la infección, desesperanza, incertidumbre, con los problemas económicos asociados a la cuarentena, con el miedo a perder a nuestros seres queridos, todos estos factores han generado mucho estrés psicológico en todas las poblaciones mundiales. Y ha hecho que en las poblaciones haya aumentado tremendamente los cuadros de depresión, ansiedad, ira, miedo, negación, abuso de alcohol y otras sustancias”, expuso.

Prof. Dr. Julio Torales, Profesor Adjunto y Jefe interino de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas UNA. Foto: Gentileza.

Confirmó que en el país se vio que en los últimos tiempos aumentó la cantidad de gente que consulta por síntomas de ansiedad, principalmente trastorno de pánico y síntomas depresivos. “Personas que no tenían esos síntomas previamente y también personas que ya eran pacientes nuestros y que ya estaban curados, recayeron otra vez o se exacerbaron sus síntomas. Cuando termine esta pandemia que esperamos que sea pronto, vamos a enfrentarnos con las consecuencias psicológicas que dejará”, sentenció.

Afectación en profesionales de la salud

De acuerdo a un estudio piloto que están finalizando, el Dr. Torales adelantó las cifras. “Evaluamos 125 profesionales de la salud que prestan servicios en 3 hospitales, 1 en Asunción y 2 del interior del país. De los 125 participantes, 71 eran de alto riesgo con exposición al COVID-19. Del total de participantes, 48% ya presentaban síntomas depresivos, 54% presentaban síntomas de ansiedad y casi el 10% síntomas de estrés postraumático”, señaló.

Con estos datos, se deja en claro que no solamente la población en general sino aquellos que están en la primera línea de batalla también están sufriendo las consecuencias y no solamente del propio COVID-19, sino las consecuencias en su salud mental. “Por eso siempre tenemos que trabajar en la prevención y con el mensaje de ‘cuidar al que nos cuida’”, aseveró.

Foto: ilustrativa.

Atención y contención

Las personas que sientan que necesitan consultar con respecto a su salud mental o conocen a alguien, pueden acudir al Hospital de Clínicas. El primer sistema de atención que ofrecen es de Contención Telefónica 24 horas al día, los 7 días a la semana, a través del (0962) 440-001. En caso que el paciente requiera de seguimiento, se le invita a ingresar a la plataforma Timify https://www.timify.com/es-cl/profile/telepsiquiatria/?v=4) para agendamiento de consulta a través del sistema de telemedicina.

La misma ofrece consultorio de psiquiatría de adultos, primera vez y controles, psiquiatría de la infancia y de la adolescencia psicogeriatría, telepsicología, psicodermatología, clínica específica para trastorno obsesivo compulsivo, la clínica específica para trastorno de control de impulso, tratando de abarcar todas las áreas de la psiquiatría.

En el caso de que la persona requiera de alguna consulta presencial, se le indica al paciente que ingrese por el Servicio de Urgencias para consultar con médicos de guardia de Psiquiatría, con todas las medidas de seguridad.

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